Ingresa en prisión provisional el detenido por los presuntos homicidios de gais en Bilbao

Nelson David M.B. fue puesto ayer a disposición judicial por la Ertzaintza en torno a las 10 de la mañana. Fue conducido al juzgado de Instrucción número 6 de Bilbao, encargado de la investigación, desde la comisaría de la policía autonómica de Erandio, adonde había sido trasladado la noche del viernes desde la Ertzain-etxea de Irun. Fue ahí donde se había presentado voluntariamente el jueves por la tarde para negar su implicación en los hechos tras hacerse públicas en los medios de comunicación y las redes sociales su identidad e imagen, y conocerse que era buscado por la Justicia. Tras tomarle declaración durante varias horas, el juez decidió su ingreso en la prisión vizcaína de Basauri, donde entró a primera hora de la tarde.

Su cambio de estatus se produjo 24 horas después de que agentes de la Policía autonómica registraran en su presencia el piso de Irun donde residía desde febrero. De esa inspección salieron con una pequeña caja de cartón. La Ertzaintza tenía hasta 72 horas para mantenerle retenido tras su detención. Ese plazo vencía en torno a las ocho de esta tarde, pero los agentes encargados del caso no han esperado a agotar ese periodo para llevarle ante la Justicia.

De su ingreso en la cárcel se infiere que el juez ha considerado que hay indicios en la investigación abierta que podrían desembocar en una imputación, así como riesgo de fuga o destrucción de pruebas. El sospechoso, un colombiano del Valle del Cauca de 25 años de edad, está en España en situación irregular y sobre él recae una orden de expulsión, después de que hubiera solicitado hace tiempo asilo político pero los trámites vencieran el año pasado y le fuera denegado ese permiso.

David, como es conocido familiarmente por su reducido entorno en Irun –su novia, una joven de unos 18 años que estudia en Murcia; la madre de esta, que al llegar desde Bilbao le dio empleo en el asador de pollos que regenta; y poco más–, es el principal sospechoso de una serie de posibles homicidios y agresiones cometidos a finales del año pasado en Bilbao sobre hombres homosexuales con los que habría contactado a través de aplicaciones de citas para presuntamente drogarles, sustraerles sus tarjetas de crédito y vaciarles las cuentas.

Tal y como detalló el viernes el consejero de Seguridad y vicelehendakari del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, la Ertzaintza trata de esclarecer las posibles conexiones de seis casos que «podrían coincidir en una misma trama». Se trata de un presunto homicidio sobre el que existen pruebas toxicológicas acreditadas, otros dos presuntos homicidios en grado de tentativa, y tres fallecimientos catalogados en un primer momento como muerte natural que se están revisando.

El primer caso se refiere al crimen cometido el 18 de octubre de 2021, que fue considerado inicialmente como un ictus porque no había signos de violencia, pero que a raíz de la denuncia del hermano de la víctima de que alguien estaba vaciando las cuentas del fallecido, el forense encargó una nueva analítica de drogas de sumisión. El resultado reveló presencia de éxtasis líquido o GHB en el cuerpo, por lo que el informe de la autopsia apuntaba ya a una muerte violenta de tipo homicida por intoxicación de tóxicos.

Uno de los casos de intento de homicidio fue el que abrió la vía de un posible asesino en serie. Sucedió dos meses después, el 17 de diciembre. Un hombre que había quedado aparentemente con el sospechoso a través de una aplicación de contactos denunció que ese individuo le había ofrecido drogas, que él rechazó consumir, y que después había intentado estrangularle y le golpeó con una figura decorativa en la cabeza cuando se resistió. Finalmente, el agresor huyó dejando en la vivienda por las prisas una mochila que contenía un pasaporte y un recipiente que podía contener la sustancia sedante.

Las similitudes con el fallecimiento de octubre (contacto a través de una aplicación de citas gais con hombres de mediana edad y cierto poder adquisitivo, y presencia de éxtasis líquido), sirvió para enlazar piezas y abrir la investigación a, al menos, otros cuatro casos similares, tres con resultado de muerte ocurridos entre septiembre y octubre, y uno con superviviente. Todas en Bilbao y en circunstancias similares: sin que se apreciaran signos de violencia ni en el cadáver ni en el acceso al domicilio, con los cuerpos encontrados en el sofá, y con posteriores sustracciones dinero en las cuentas de los fallecidos.

La pista de Nelson David M.B. aparece porque, según la investigación, sería el autor de la agresión del 17 de diciembre. Su pasaporte sería el que apareció en el lugar de la agresión. Estaba identificado, salvo que fuera otra persona la que dejó el documento, como deslizó el viernes la madre de su novia, quien aseguró «confiar plenamente en su palabra y en que él no ha sido», y achacó su presunta incriminación a «las personas que conocía en Bilbao».

Pero también le vincula el hecho de que, según algunas fuentes, el sospechoso llegó a gastarse cerca de 200 euros de los que había robado a las víctimas en una perfumería del centro de Bilbao en un frasco de alta gama. Estos movimientos bancarios fueron los que alertaron a la Ertzaintza de que podía existir algún nexo de unión entre el homicidio de octubre y las otras tres muertes, registradas entre septiembre y octubre de 2021.

A incrementar la sospecha contribuyeron igualmente sus antecedentes. Nelson David fue arrestado en 2019 por un delito de estafa con tarjeta de crédito y al año siguiente, en 2020, volvió a ser investigado por uso fraudulento de visa. Además, en las reseñas de las fichas policiales se incluyen los tatuajes que luce en su cuerpo y que habrían servido para identificarle.

Con el principal sospechoso en prisión, la investigación continúa. Quedan pendientes de resolver numerosos informes periciales de ADN, huellas, estudio del contenido de teléfonos móviles tanto de la víctima como del propio sospechoso, listados de operaciones bancarias y análisis forenses que podrían afianzar la acusación o bien debilitarla. También están pendientes los resultados de las analíticas al resto de las víctimas para saber si también fueron narcotizadas.

Además, está por ver si el abanico de ataques se queda en los seis casos que el viernes admitió Erkoreka o hay más. El propio consejero de Seguridad no descartó que puedan existir otros casos en Euskadi o incluso en otras comunidades autónomas en las que hay constancia de la presencia del detenido.