El Hospital Donostia registró el secuestro de un recién nacido en 2012 y otro intento en 2014
En ambos casos, las mujeres se hicieron pasar por sanitarias que iban a hacer alguna prueba médica a los bebés
El caso conocido este jueves del robo de un recién nacido en el Hospital de Basurto no es el primero de estas características que ha ocurrido en los centros sanitarios vascos.
En septiembre de 2012 una mujer se llevó a un bebé del Hospital Donostia. La acusada fue condenada a cuatro años de prisión, una pena que cumplió en un centro de internamiento psiquiátrico. Además, la mujer tuvo que indemnizar con 6.000 euros por los daños morales causados a los padres del bebé.
El suceso ocurrió en la madrugada del 25 de septiembre de 2012 cuando, la acusada accedió sobre las cuatro de la mañana a la cuarta planta del edificio Materno Infantil del Hospital Donostia. Allí se acercó a la zona de control donde preguntó, hasta en dos ocasiones, por el nombre de una paciente que no estaba ingresada. Este hecho, unido al nerviosismo que presentaba, motivó que las enfermeras llamaran al servicio de Psiquiatría para saber si la mujer se había escapado de allí, a lo que les respondieron que no. Minutos después, volvió a aparecer, por lo que las enfermeras llamaron al servicio de seguridad que trasladó a la mujer a Urgencias.
Robo de un recién nacido en Basurto
Según el relato que consta en la sentencia, a las 6.40 horas, la acusada regresó y se introdujo en la habitación 484, donde dormían unos padres junto a su bebé nacida hacía dos días. La procesada se presentó como la hermana de la madre a la pareja que acababa de ser ingresada en la misma habitación, cogió al bebé y lo sacó asegurando que tenia que someterlo a una prueba médica.
Con el bebé en brazos, abandonó el hospital, cogió un taxi en la parada y se dirigió primero al barrio de Martutene y después a Altza. A la altura de la paseo de Herrera, se bajó del vehículo y, con el bebé en su regazo, caminó hasta el Ayuntamiento donostiarra donde se presentó antes de las siete de la mañana. Allí, solicitó comida y pañales al policía que custodiaba el edificio. Decía que era su hija. Sin embargo, el agente, enterado de la sustracción del recién nacido por el aviso escuchado por radio, sospechó de ella y llamó a una patrulla. Dos agentes policiales acudieron al lugar y, tras mantener una conversación con la acusada, ésta les entregó el bebé, momento en el que se produjo su detención.
Intento de robo en 2014
El Hospital Donostia registró otro intento de robo en 2014. Sucedió el 17 de enero del citado año a primera hora de la tarde y la raptora fue interceptada por una auxiliar con la criatura en brazos antes de que abandonara una habitación, en cuyo interior se hallaba también la madre. La autora del presunto delito fue retenida hasta la llegada de la Ertzaintza y trasladada a dependencias policiales. Existe la sospecha de que podría sufrir algún tipo de patología mental.
Los hechos, según pudo saber este periódico, tuvieron lugar poco antes de las dos de la tarde. Una mujer de 36 años, natural de Donostia, accedió a las instalaciones del Hospital Universitario Donostia y se dirigió al edificio Materno-Infantil, en cuya cuarta planta se encuentran las madres que han dado a luz recientemente. Llevaba oculta entre los enseres que portaba una bata de color blanco que en un determinado momento se vistió para no despertar sospechas y simular que se trataba de una profesional de la sanidad.
De esta manera, la detenida accedió a una de las habitaciones en cuyo interior se hallaba una mujer que había dado a luz a un bebé. La secuestradora se dirigió a la madre a quien le hizo saber que debía llevarse por unos instantes al recién nacido al objeto de que se le practicara la prueba del talón. La madre no opuso impedimento y la raptora cogió de su cunita al pequeño en brazos y se dispuso a salir de la habitación. No había franqueado la puerta cuando una auxiliar del mismo hospital accedió a la misma habitación y se encontró de frente con la falsa enfermera.
La empleada no tardó más que unos segundos en descubrir que se trataba de una impostora y le preguntó a dónde se dirigía, a lo que la mujer respondió que a realizar una prueba. Ante la rareza del hecho, la auxiliar volvió a preguntar qué tipo de prueba. La respuesta fue la del talón y añadió que le bajaba al laboratorio. Acto seguido, la trabajadora del hospital le retiró el bebé que llevaba. Seguidamente, puso los hechos en conocimiento de otros compañeros de la planta quienes, a su vez, alertaron de lo acontecido al personal del servicio de seguridad del hospital.
A las dos de la tarde, la Ertzaintza fue informada de lo sucedido y desplazó una patrulla al hospital. Los agentes procedieron a la detención de la mujer, que fue acusada de la comisión de un delito de detención ilegal.