Arrestado tras dos horas atrincherado en su piso de Barakaldo después de acuchillar a un vecino
La Ertzaintza ha conseguido reducir al hombre, de 45 años y que arrojaba objetos por la ventana, al que los residentes ya conocían por su agresividad y sus problemas mentales
sergio llamas
Miércoles, 14 de diciembre 2022, 16:13
Agentes de la Ertzaintza han reducido este miércoles a un vecino de Barakaldo de 45 años que se ha atrincherado durante más de dos horas ... en su vivienda tras agredir con un cuchillo a un vecino de su bloque, al que habría causado heridas leves en la cara y en el cuello. El incidente se ha registrado a mediodía en un grupo de viviendas de la zona Beurko, en la calle Ganekogorta, donde se han concentrado varias decenas de personas, alarmadas tras ver cómo el individuo estaba arrojando diversos objetos por la ventana, entre ellos un televisor, un diccionario y casetes de música.
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Residentes de la zona han explicado que se trata de un hombre «conocido» en la zona, con un historial de enfermedad mental. «Ha sido problemático toda la vida. Antes vivía con su madre pero murió hace años», ha señalado uno de los inquilinos del edificio, que ha preferido no dar su nombre. A primera hora de la mañana algunas personas ya le habían visto discutiendo con unos cristaleros, a los que también habría amenazado.
El arrestado, que vive solo en el segundo piso, había asaltado en el rellano a un residente del primero cuando regresaba a su casa. «Ha ido con el cuchillo a degüello, pero se ha podido cubrir con las manos y ha entrado a su vivienda», han descrito los vecinos, a los que no han permitido acceder a su casa hasta tener resuelta la situación, y que pudieron hablar con la familia cuando el herido fue trasladado al hospital de Cruces.
Sucesos anteriores
El episodio que ha roto la armonía del barrio de Beurko este mediodía aunque no ha sorprendido completamente a los vecinos del arrestado, que hace ahora unos 15 años ya protagonizó otras situaciones similares. «Tenían que haber actuado antes. Llegar a estos extremos...», se han dolido Raquel y Pili, dos vecinas del edificio de enfrente que han tenido que esquivar los restos de vidrios procedentes de unas botellas que el presunto agresor había arrojado por la ventana. «Le conocíamos de vista y solía amenazar a la gente. La semana pasada ya estuvo la Policía por aquí», han detallado.
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El ruido de los golpes en la puerta del piso de las unidades de respuesta inmediata de la Ertzaintza, los Bizkor, ha hecho que se acercaran más vecinos alertados por el ambiente de agitación. María Victoria, otra de las vecinas que caminaba apresurada por el fuerte despliegue policial en la zona, con varios vehículos policiales y ambulancias, trataba también de comprender lo que estaba ocurriendo. «Parece que ya le han cogido», ha explicado aliviada tras escucharse el sonido de gritos procedentes de la vivienda.
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