Los motivos por los que «no se debe dormir nunca del lado derecho», según una doctora
Sara Marín, experta en microbiota y conocida en Instagram como 'uncafecontudoctora', advierte sobre los problemas de salud que podría ocasionar dormir en esta posición
M. S.
Miércoles, 11 de junio 2025, 16:09
«Este es tu estómago, esto es tu esófago y estos son los ácidos gástricos subiendo hacia tu boca cuando duermes del lado derecho», explica Sara Marín, experta en microbiota y conocida como 'uncafecontudoctora' en Instagram, en uno de sus últimos vídeos en el que advierte sobre los problemas de salud que podría ocasionar dormir en esta posición.
Y es que en uno de sus vídeos más recientes, que cuenta con más de 12 millones de visualizaciones, la doctora explica que «cuando una persona duerme del lado derecho, el estómago queda por encima del esófago y el ácido sube hacia arriba, hacia la boca, produciendo reflujos, malas digestiones, gases y un peor descanso».
Por lo que al dormir del lado izquierdo, «el estómago se queda debajo del esófago y la gravedad influye en que el ácido no pueda subir. Por lo que duermes mejor y tienes mejor digestión», destaca. Pero dormir de este lado no solo es generalmente recomendado por sus «beneficios para la digestión, sino también para el drenaje linfático, la circulación y la respiración».
Beneficios de dormir del lado izquierdo para la circulación
Según la doctora, que cuenta con más de 315 mil seguidores, «dormir del lado izquierdo puede mejorar la circulación y el drenaje linfático tanto del cuerpo como del cerebro, eliminando toxinas y mejorando también la función cerebral».
Dormir del lado izquierdo «también ayuda a la circulación cardíaca pulmonar, sobretodo en el caso de las embarazadas. Ya que durante este periodo de gestación, dormir de este lado ayuda a evitar que el útero presione al hígado y mejora el flujo sanguíneo hacia el bebé, el útero y los riñones», finaliza la doctora.
Además, dormir de este lado también podría ayudar a mantener las vías respiratorias abiertas, reduciendo los ronquidos y el riesgo de apnea del sueño.
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