Urkullu quiere extender el pase covid a toda la hostelería y eventos culturales, incluidos los partidos en el Reale Arena

En la solicitud que entregó ayer el Ejecutivo al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) se pide extender el uso del certificado de vacunación a todos los establecimientos de hostelería y restauración. Pero también a cualquier recinto en el que se realicen conciertos, acontecimientos culturales y artísticos; a las instalaciones deportivas que cuenten con control de acceso y capacidad superior a los 100 asistentes, así como a los gimnasios y otros polideportivos y espacios interiores en los que se practica deporte.

Dicho de otra manera, si los jueces dan luz verde a la petición del gabinete de Urkullu, solo las personas con el pase covid podrán entrar a Anoeta o Illunbe para ver un partido, al Kursaal para asistir a un espectáculo artístico, o al Museo San Telmo para ver una exposición , por poner algunos ejemplos. Textualmente la solicitud a la que ha tenido acceso este periódico pide que esta tarjeta verde sea la llave para poder estar en «salas de conciertos y salas multiusos u otros espacios habilitados cerrados cuando se realicen conciertos, festivales musicales y otros acontecimientos culturales y artísticos». También para las instalaciones deportivas «tales como estados, frontones o similares, cuando se celebren competiciones con un sistema de control de acceso (tiques, abonos, invitaciones y similares) y/o una asistencia superior a las 100 personas».

El lehendakari ya avanzó a mediodía por dónde iba a ir la petición. Se refirió a «la hostelería en general», pero también en Lakua quieren que disponer de la pauta de vacunación sea una exigencia para poder visitar a pacientes en los hospitales, a mayores en la residencias y a presos en las cárceles. «La transmisión del virus tiene un terreno abonado en los espacios interiores no suficientemente ventilados», recalcó ayer Urkullu. Son estos ámbitos en los que el Ejecutivo considera de mayor riesgo porque en ellos se producen agrupaciones de personas sin que se garantice la distancia de seguridad y el uso de la mascarilla. Esas condiciones facilitan la transmisión del virus. Aún más en caso de que haya una persona infectada. Y es que la capacidad de contagiar a otras personas de un no vacunado es cuatro veces mayor que la de un inmunizado con la pauta completa, según un estudio publicado por el Instituto Pasteur el pasado septiembre.

La petición del Gobierno vasco será analizada la próxima semana por el TSJPV y, muy probablemente, reciba el visto bueno. Más aún después de la sentencia del Tribunal Supremo que avaló el uso de este pase para acceder al ocio nocturno y los restaurantes con capacidad para más de 50 comensales. Los nuevos usos que se plantean van en la línea de los que ya han sido avalados por la Justicia en otras comunidades autónomas.

El lehendakari actualizó ayer los últimos datos de la pandemia. La incidencia acumulada ha ascendido hasta los 827 puntos y en las UCI atienden a 72 pacientes por covid. A Urkullu se le preguntó por qué Euskadi es, junto con Navarra, la comunidad que registra mayores datos de transmisión. Su respuesta fue que «tener una elevada incidencia depende de los test realizados», algo que va a seguir haciendo Osakidetza para detectar «todos los casos posibles, incluidos los asintomáticos».

Urkullu también se mostró algo optimista con la evolución favorable de algunos indicadores. Entre ellos el índice R0 que mide la capacidad de reproducción del virus. Baja a 1,05 y suma siete días consecutivos en descenso. Estos signos positivos «podrían albergar la esperanza de atisbar un cambio de tendencia» en esta ola.