Rioja Alavesa extrema el protocolo para evitar brotes en los temporeros de la vendimia
Salud hará PCR a trabajadores y patronos, se reducirá el aforo en albergues y se evitará mezclar cuadrillas
rosa cancho
Domingo, 2 de agosto 2020, 07:38
Agosto es un mes de intenso trabajo en el campo alavés. Las patatas y la uva entran en la recta final de su maduración. ... La recogida de los tubérculos cada día está más mecanizada, pero para garantizar una buena añada de vino son necesarias miles de manos expertas. A Rioja Alavesa se desplazarán en septiembre 2.500 temporeros para trabajar en la vendimia y, después de lo ocurrido en Lleida y Aragón, con varias localidades confinadas de nuevo por los rebrotes, los hospitales con cientos de ingresos y las UCI llenas, la comarca extrema las precauciones. Agricultores, bodegueros, alcaldes, técnicos forales y personal sanitario trabajan codo con codo para minimizar riesgos y evitar focos que pondrían en peligro no solo la salud de trabajadores y vecinos, sino a la propia vendimia de la que depende la economía de la comarca.
El protocolo aún no está cerrado, pero Salud ya ha anunciado que hará test PCR a trabajadores y patronos al menos dos días antes de iniciar los trabajos. El pasado mes de mayo, en la época de la espergura o poda en verde de la vid, ya se hizo un ensayo. Para esas labores, necesarias para sacar el máximo rendimiento a los racimos, se necesita la ayuda de unas 500 personas. En el Hospital de Leza se preparó un dispositivo para que tanto temporeros como viticultores se hiciesen voluntariamente la prueba que detecta el patógeno. Fue una campaña sin sobresaltos, pero no la habitual, ya que en esos momentos aún no eran posibles los desplazamientos de mas de 80 kilómetros, por lo que la mayoría de las personas que participaron en la espergura procedía del entorno de Rioja Alavesa. En septiembre está previsto que a las cuadrillas alavesas o riojanas se sumen las procedentes de Andalucía, Portugal y Marruecos.
El sindicato agrario UAGA se encarga cada año de la contratación en origen de unos 600 jornaleros. Sus asociados están notificando estos días las necesidades de personal que tienen y la central se encargará no sólo de las labores administrativas sino de tener identificados a los miembros de cada cuadrilla. Se alojan en el albergue de Leza, con 36 plazas, y en casas preparadas por los viticultores y que ceden para toda la campaña a la organización agraria.
Locales en los pueblos
Las partes tienen claro que este año cada grupo de temporeros -están integrados por entre 5 y 12 personas- debe permanecer unido en el mismo alojamiento y en las mismas viñas y bodegas, y hay que evitar las mezclas. Creen que se limitarán aforos de alojamientos, pero no saben si se repetirán las PCR ni si todo el mundo deberá trabajar con o sin mascarilla.
Ayuntamientos como Laguardia o Elciego han ofrecido a Salud espacios en polideportivos y locales municipales, pero desconocen si es para hacer las PCR o para organizar aislamientos.
La vecina comunidad de La Rioja, con la que los alaveses comparten cuadrilla, va un poco más adelantada. Ha presentado ya el 'Protocolo para campañas agrícolas seguras' ante el Covid-19. Además de las consabidas medidas de distanciamiento e higiene, a cada trabajador se le tomará la temperatura cada día, tendrá que trabajar con mascarilla y deberá mantener distancias tanto delante de la vid como en los descansos.
«Debemos ser lo más asépticos que podamos para no contagiar ni contagiarnos. Que a los agricultores nos paralicen la vendimia por esto puede ser un caos para nuestra salud y nuestra economía y también para la de las bodegas», explica Javier Torre, presidente de UAGA. «Tenemos documentado a qué casa va cada persona o a qué finca. Y si sabemos dónde y en qué momento nos encontramos, todo será más sencillo». Torre apela también a la concienciación y responsabilidad de cada uno.
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