«Se pueden prevenir las varices haciendo ejercicio y manteniéndonos en el peso»

Una variz es una dilatación anormal de una vena superficial en la red venosa que está debajo de la piel, normalmente en los miembros inferiores. Dicha dilatación anormal sucede por muchas razones, desde un mal diseño de esa vena, influyendo mucho la carga genética; hasta ciertas deformidades o malas funciones derivadas de ciertos trabajos que requieren estar muchas horas sentado o de pie sin movimiento en las piernas.

Sí, las personas en las que se unan tres condicionantes como son la carga genética, es decir, el haber heredado una información no adecuada para la construcción de los ejes venosos de nuestros padre, madre o abuelos; los trabajos muy sedentarios ya comentados, y la obesidad. Además, por grupos de género las mujeres tienen una prevalencia un poco mayor que los varones. Es más común en ellas por la propia filosofía del organismo femenino y su condición hormonal.

En cierto modo sí, porque se van sumando horas de inactividad. Casi todos los humanos, llegados a la edad laboral, pasamos 16 horas diarias levantados, es decir, con las piernas debajo del corazón, y cuando estamos así ese peso de la columna de sangre desde el corazón hacia al suelo ejerce fuerza sobre la pared venosa, que está débil. Por tanto, según pasan los años aumenta la prevalencia de tener, junto a otros factores, varices.

Sí, porque vivimos en una sociedad laboralmente sedentaria en la que casi todos los trabajos, unos sentados y otros de pie, son estáticos. Ello se une al sobrepeso existente a la sociedad y a unos patrones genéticos que, si bien no aumentan, se mantienen.

Las varices se pueden evitar fundamentalmente haciendo ejercicio y manteniéndonos en el peso ideal. Modificar la carga genética es imposible, pero debemos cuidar las piernas y sustituir esa parte de inmovilidad de las mismas utilizando un soporte elástico que haga la función de contrarrestar la fuerza de la gravedad. Me refiero a esas medias de compresión, pudiendo elegir varias graduaciones y varias alturas.

Depende del tamaño y de cuántas haya, pero sí. El problema se genera por la acumulación de sangre con dificultad de volver a subir al corazón cuando se está de pie y eso genera en las piernas sensación de pesadez, calambres, picor…

Para poder curar las varices lo mejor es prevenirlas. Cuando ya se están desarrollando y se empiezan a notar esas sensaciones y a ver venas que no nos gustan, conviene acudir al especialista para evaluar dicha extremidad que tiene la variz y saber qué eje y por qué funciona mal. En función de los síntomas, su localización, características… podrá tomarse una decisión en cuanto al tratamiento. El proceso médico variará, sin duda, en función del grado de enfermedad que presente el paciente en la escala. Lo conveniente es acudir desde la aparición de síntomas, en un estadios tempranos e iniciales.

Hay actuaciones médicas que pueden hacerse en consulta, dirigidas a determinadas varices estéticas y muy superficiales, también llamadas arañas, que no están conectadas a troncos ocultos. Estas se pueden esclerosar, es decir, puncionarlas e introducirles una espuma que las inflama y las quita. Otra solución es el pulso láser que consigue coagular determinadas varices. También hay soluciones quirúrgicas.

Es una intervención que se realiza en el Hospital de Día. El paciente ingresa un rato antes de la operación, habiendo recibido las instrucciones correspondientes de cualquier cirugía, como por ejemplo el ayuno pertinente para la seguridad de la anestesia. Se le lleva a quirófano para realizar el procedimiento, que es rápido y no suele tardar más de una hora, y se le vuelve a subir a la habituación. A la cabo de ese mismo día se puede ir a casa.

No es nada doloroso porque la agresión quirúrgica realizada es muy pequeña. Con las nuevas técnicas no es necesario levantar la calle entera para arreglar lo que hay dentro, y las heridas son minúsculas. Es por ello que hoy día la vida laboral puede recuperarse fácilmente, entre cuatro o seis días después.

Hay que plantearse que con unas varices avanzadas no se van a poder evitar las posibles complicaciones derivadas. Por mucho miedo que haya, hay que realizar una evaluación y tomar decisiones para su tratamiento.

Una flebitis superficial quizá no sea muy importante, aunque sí dolorosa, pero una tromboflebitis en una vena muy grande puede conducirnos a sufrir una embolia de pulmón o a una trombosis venosa profunda. Esos son ya palabras mayores.

No. Las varices son una enfermedad de un sector vascular enfermo o mal hecho que seguirá sometido a la fuerza de la gravedad. Podemos solucionar el estadio en el que se está en ese momento, pero después de ello sigue siendo muy aconsejable continuar con las tres medidas de prevención: media elástica, ejercicio y estar en el peso.