«No es recomendable hacer un trasplante capilar antes de los 25 años»

El diagnóstico y el posoperatorio son procesos clave en el tratamiento de la alopecia, y en Policlínica Gipuzkoa cuentan con una unidad multidisciplinar de vanguardia enfocada en ellos. La doctora Ana González-Elósegui, de la Unidad de Trasplante Capilar de Policlínica Gipuzkoa, explica la forma en la que trabajan y pone en valor el tipo de atención que ofrece su equipo.

La alopecia es la pérdida de densidad de pelo en el cuero cabelludo. Puede ocurrir también en otras partes del cuerpo.

Hay muchos tipos. La más importante y la que se puede mejorar con el trasplante capilar es la alopecia androgenética, que afecta tanto a hombres como a mujeres. Pero luego hay otro tipo de alopecias que no se pueden tratar con trasplante, como es una alopecia frontal fibrosante, que es un tipo de alopecia generada por alguna alteración de la inmunidad y que hace que ese pelo se destruya por el propio cuerpo. Del mismo modo, también puede llegar a destruir el pelo trasplantado. Lo cierto es que hay muchísimas alopecias, pero la que más se beneficia del trasplante capilar es la alopecia androgénica.

La alopecia es algo que ocurre genéticamente. Suele ser más evidente en los hombres, pero también ocurre en las mujeres. Así, claro que es frecuente en nuestra sociedad, hay muchísimas consultas por la pérdida de densidad del cuero cabelludo.

Hay de todo. Desde chicos de 18 años que han empezado a notar la pérdida, y que genéticamente en su familia ocurre lo mismo, pero también tenemos hombres de 70 años que quieren mantener esa densidad. También muchísimas mujeres, que normalmente son de avanzada edad. En las mujeres se insiste mucho en el tratamiento médico tópico, eso sí.

No se aconseja hacer un trasplante antes de los 25 años. Siempre hay excepciones, pero primero hay que estabilizar esa pérdida de cuero cabelludo y descubrir por qué esa pérdida de densidad en el tiempo va avanzando.

No. Como ya hemos dicho, a veces la alopecia sucede porque la propia inmunidad está destruyendo ese folículo, por lo que también puede destruir el trasplantado. El trasplante se realiza porque las unidades foliculares de la zona donante, que es occipital o la de atrás en el cuero cabelludo, ese pelo no se va a caer nunca de ahí. En muchos hombres y mujeres se ve que no tienen nada de pelo en la parte de arriba, pero que sí mantienen el de atrás y laterales. Esa propiedad que tiene ese pelo al trasplantarlo a la zona frontal o a la que queramos, mantiene esa propiedad de no caerse.

Nosotros intentamos que sea lo menos dolorosa posible. No tiene sentido hacer una anestesia general para este procedimiento, pero se realiza una anestesia local y el dolor suelen provocarlo los pinchazos que se producen durante 5 minutos en una operación de 6 horas. No es casi nada. Además, se puede atenuar. La verdad es que no es el principal problema de los pacientes cuando vienen a hacerse el trasplante. Es más una molestia que un dolor.

Nosotros, previamente, y esto es lo más importante, solemos hacer un correcto diagnóstico. Nosotros tenemos una unidad multidisciplinar: hay dermatólogos, tricólogos (especialistas en pelo que deciden qué alopecia se puede trasplantar y cuál no), especialistas en trasplante, técnicos especialistas… Todo ese equipo es el que provoca que el trasplante sea un éxito. En total, hay tres aspectos importantes. El primero, es el diagnóstico. El segundo, que esa alopecia dure y esté controlada en el tiempo para que nuestro trasplante, que es el tercer aspecto, dure. Para eso es fundamental la medicación. El paciente normalmente suele tener toda la información del proceso y después de la operación se suele ir muy contento. La profesionalidad de nuestro equipo es indudable. Eso sí, una vez realizado el trasplante el paciente debe cuidarse, especialmente durante la primera semana, de manera muy meticulosa. El resultado se verá reflejado al cabo de unos meses. En ese sentido, nuestro equipo también juega un papel importante porque hasta que se ve el resultado final existe una gran incertidumbre. Hay que conseguir que el paciente no se angustie porque todavía no le haya crecido el pelo. El pelo siempre crece, pero tarda un tiempo.

Efectivamente. Desde que se realiza el trasplante por técnicos especialistas, la Sociedad Internacional de Trasplante Capilar insiste mucho en que los que hagan la operación tienen que ser profesionales bien formados y de unidades reconocidas. Cualquiera puede empezar a hacer manualidades, pero no se trata de eso. Se trata de conocer bien la técnica y de saber qué alopecias se pueden trasplantar y cuáles no. Un ejemplo muy claro es que se pueden plantar lechugas en el desierto, aunque lo más seguro es que no crezcan. Esto es lo mismo. Si la zona receptora o ese cuero cabelludo no está sano, puedes implantar, pero no vas a conseguir mucho. Ese es el problema. Hay pacientes a los que no les importa tener pelo solo dos años, y eso es una situación muy excepcional, pero el paciente casi siempre sabe qué va a ocurrir. Nuestro objetivo es que los trasplantes duren en el tiempo y que el paciente sepa lo que hay, para eso se hace.

Sí. Desde que esto se empezó a hacer, al principio se empezó a realizar en el cuero cabelludo. Sin embargo, a lo largo del tiempo se ha avanzado muchísimo en la técnica y se puede trasplantar pelo en las cejas, en la barba, en el cuerpo, de unas zonas del cuerpo a otras… pero siempre hay que tener en cuenta la calidad de la zona donante de cada pelo para saber dónde se puede trasplantar. La segunda zona donante para el cuero cabelludo es la barba, y si es un paciente que pone la técnica al límite, incluso del tórax se puede implantar. Lo que hay que tener en cuenta es que la calidad del pelo es muy diferente. El pelo del torso suele ser más rizado y el de la cabeza muchas veces más liso. Hay que estudiarlo todo bien.

Es muy importante saberlo. Una vez que implantamos las unidades foliculares, lo que se pega es la raíz. El pelo se cae y a partir de esa raíz que se ha cicatrizado vuelve a salir el pelo. Al cabo de un mes otra vez se cae el pelo y suele ser a partir del tercer o cuarto mes cuando empieza a salir el pelo nuevo. Por eso he insistido antes en el acompañamiento. Esto es lo que nos diferencia a nosotros de viajar lejos, que allí nadie te va a mirar la cabeza. Y hay muchas dudas que surgen. Tener a alguien que de un día para otro te pueda atender, a mí me parece que es importante. Tener un profesional que sepa resolver cualquier problema es lo que marca la diferencia.

Pues es importante que sepan que las consultas informativas no cuestan nada, por eso los animamos a venir. Hacer un buen estudio inicial es lo que va a marcar el resultado final. Lo que nos diferencia a nosotros del resto es que contamos con esa unidad multidisciplinar que no hay en otras unidades. La profesionalidad es muy importante. Que confíen en nosotros.