Preocupación por los casos de personas que rechazan la vacuna por irse de vacaciones

No son la mayoría, pero tampoco «ni uno ni dos casos», reflejan desde varios centros de vacunación en Gipuzkoa, que trasladan su preocupación porque además las personas que abandonan están ya citadas, y eso significa que cuentan con una vacuna dispuesta para ellos a la que se debe buscar un sustituto en el mismo día para no desperdiciar la dosis. Y preocupa porque hablamos de una pandemia mundial, que ha desencadenado una crisis sanitaria y económica, y a la que se le empieza a ganar la batalla gracias al trabajo titánico para dar con una vacuna y la posterior campaña contra el Covid-19, que no está siendo tampoco sencilla de organizar.

Los problemas de agenda vacacional no están contemplados como causa de fuerza mayor par cambiar de marca, y ésta no se conoce hasta que no se coge la cita tras recibir el mensaje de Osakidetza. Al entenderse que se rechaza la dosis de manera voluntaria, estas personas vuelven a engrosar las listas de espera de vacunación y serán citadas para otra fecha, cuando los equipos de vacunación repasan los listados de personas pendientes de dosis del grupo de edad correspondiente. Quienes están al frente de los pinchazos recuerdan que la vacunación no es obligatoria y no están encargados de convencer a nadie de su inoculación.

La programación de las vacaciones debe hacerse en función de la fecha de la segunda dosis, y no al revés. Esa fecha solo se conoce una vez se pone la primera dosis. Y no se puede modificar ya que la vacuna tiene su correspondiente pauta que hay que seguir.

Otra cosa distinta es que una persona esté de vacaciones y se le llame para vacunar de la primera dosis. Entonces sí hay margen para que desde el centro de salud recoloque la cita para después del regreso. Con todo, si por la razón que fuera tras el aviso por SMS no se hubiera cogido cita, periódicamente el servicio de Salud hace un barrido para comprobar qué personas se han quedado pendientes de vacunar.

Salud intenta ofrecer varias posibilidades, pero no se puede hacer una vacunación a la carta, porque sería inviable para la organización de la campaña, con miles de personas citadas cada día, ahora que se ha entrado en una fase clave para acelerar la inmunización.

De hecho, la campaña en Euskadi entra hoy en una nueva fase con las primeras dosis para el grupo de entre 40 y 49 años. Las personas nacidas en 1972 han empezado a recibir esta semana los SMS para ser citados para el pinchazo. Entre este grupo de edad, ya hay un 14,4% que ha recibido la primera dosis y el 7,2%, la pauta completa. Se trata de los trabajadores de colectivos esenciales que han sido vacunados previamente con AstraZeneca. Salud tiene además previsto completar los próximos días la primera inyección para el grupo de 50-59 años y también para los trabajadores de colectivos esenciales vacunados con AstraZeneca que están ahora recibiendo la segunda dosis -bien con Pfizer bien con el fármaco anglosajón-. Ese acelerón se ha dejado sentir este fin de semana en el vacunódromo de Illunbe, que tiene previsto pinchar hasta 12.500 dosis diarias a partir de hoy. Lo hace en un contexto de esperanza, después de que la semana pasada Euskadi recibiera cerca de 220.000 vacunas, remesa récord que las autoridades confían en que se convierta en habitual a partir de ahora. Con los próximos envíos masivos y la apertura del coso, Illunbe está listo para pisar el acelerador. Ayer ya demostró que las instalaciones tienen capacidad suficiente para llevar una campaña masiva.

El inicio de la vacunación en trabajadores esenciales menores de 60 años que han optado por repetir con AstraZeneca hizo que la puerta 13, la del coso, estuviera llena de profesores, trabajadoras de comedor, de centros de día... Todos entrando y saliendo cada quince minutos. Lo más parecido a un evento masivo desde que se prohibió la asistencia de público a los partidos del GBC en Illunbe. Con la apertura del coso y doce nuevos puestos para vacunar, Illunbe acelera el ritmo. No solo seguirá con la inoculación de AstraZeneca como segunda dosis. También continuará la campaña con los trabajadores esenciales que opten por Pfizer y los mayores de 50. También avanzará con los de 45 y 49 años. El coso cuenta con un total de 260 sillas donde los recién vacunados deben esperar los 15-20 minutos de rigor para comprobar que la dosis recibida no les ha generado reacción. Quienes hayan terminado la pauta y deseen solicitar el certificado de vacunación deberán acudir a la caseta colocada frente a la puerta 3.