Salud

Oleada de jubilaciones de médicos en los últimos tres años en Gipuzkoa

La principal novedad es que la consejería que encabeza Gotzone Sagardui ha incluido el listado de especialidades que considera «deficitarias o de difícil cobertura». Salud admite que en 52 ramas médicas, prácticamente en la totalidad de ellas, tiene problemas de personal. Pero esta carencia no es exclusiva de los galenos. Se extiende también a la enfermería. Con el anuncio publicado en el BOPV asume que necesita más sanitarios de esta categoría en tres de las seis especialidades de enfermería reconocidas por el Ministerio de Sanidad: Matronas, Salud Mental y Salud Laboral. Entre medicina y enfermería el número de especialidades en las que Osakidetza está buscando profesionales en el extranjero asciende a las 55.

El dato es significativo porque hasta ahora el Gobierno Vasco, tanto en boca del lehendakari como de la propia consejera de Salud, tan solo había admitido la carencia de personal en algunas especialidades, principalmente en Atención Primaria, donde el Servicio Vasco de Salud tiene 186 plazas estructurales de médicos de familia y pediatras que no logra cubrir, a las que hay que sumar otras 33 de pediatras hospitalarios. También se había reconocido la escasez de profesionales en algunos servicios de Urgencias y de Anestesia y Reanimación. Ahora se ha confirmado que el problema es más acuciante y que afecta a la mayoría de las ramas sanitarias.

Las razones por las que estos puestos han sido declarados «deficitarios» son las siguientes: por «el desfase entre la plantilla aprobada» para una OSI y «los efectivos reales que se encuentran» en la prestación de ese servicio, «las circunstancias demográficas y poblacionales» de las OSI «en relación con los ratios de pacientes por profesionales», los requerimientos o necesidades adicionales de profesionales «por incorporación de nuevos medios o tecnologías» y por «la falta de cobertura de estos puestos por los diferentes sistemas de provisión y selección, tanto por personal fijo como temporal, que cumpla el requisito de nacionalidad».

Osakidetza reconoce que existe «una necesidad objetiva y de urgente cobertura» de estas especialidades, por lo que, al amparo de la ley de Salud Pública y «por razones de interés general», exime del requisito de la nacionalidad a las personas que participen en los procesos de contratación para estos puestos. Eso sí, matiza que se trata de una medida «temporal» y que se revisará «al menos anualmente», priorizando la contratación de personal nacional. En la disposición publicada ayer indica que, «para mayor garantía», se exigirá que antes de contratar personal médico y de enfermería no europeo, «se constate la inexistencia de personal disponible que cumpla el requisito de nacionalidad» en las listas de contratación temporal.

Según datos del colegio oficial de médicos de Gipuzkoa, en el territorio hay 166 facultativos extracomunitarios colegiados. Muy pocos de ellos tienen homologada su especialidad, por lo que solo pueden ejercer en clínicas privadas, no en el Servicio Vasco de Salud. Con esta modificación legal, Euskadi se equipara a otras comunidades que ya habían aprobado esta herramienta para poder contratar a sanitarios extranjeros. Es el caso de Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Galicia, Extremadura o Madrid. La nueva normativa puede dar además oxígeno a Osakidetza a la hora de intentar cubrir las plazas que quedan vacantes durante los periodos vacacionales o las bajas de larga duración. También podrá ser una herramienta a la que poder agarrarse para reducir la sangría que provocarán las jubilaciones.

En 2022 colgaron la bata un total de 62 facultativos en el territorio y se espera que el número de jubilaciones ronde el medio millar, concretamente 420, en tres años en Gipuzkoa -incluyendo 2023-, según una información que la propia consejera de Salud envió al Parlamento Vasco hace ahora justo un año. Junto a los galenos que dejarán de estar en activo en los próximos ejercicios, más de 200 profesionales de enfermería llegarán a la edad de jubilación en tres años. En 2023 la dirección de recursos humanos del Servicio Vasco de Salud tenía previsto que dejaran de trabajar un total de 48 profesionales en el territorio. En el conjunto de la red la cifra asciende a 2.300 sanitarios.