Las nuevas restricciones en Euskadi se concretan mañana en el consejo interinstitucional

El Gobierno Vasco ya cuenta con el respaldo legal para aplicar las nuevas restricciones con las que se pretende poner coto al «tsunami» de contagios de scoronavirus del que alertó el sábado la consejera de Salud, Nekane Murga, después de que este lunes haya entrado en vigor la emergencia sanitaria en Euskadi.

Descartado un confinamiento total, se prevé la aprobación de un paquete de medidas que quedarán concretadas en la reunión que celebrará mañana el consejo asesor LABI, un órgano interinstitucional que preside el lehendakari y en el que participan diputaciones, municipios y delegado del Gobierno central. Las iniciativas irán encaminadas a:

Confinamientos quirúrgicos. Descartado aplicar un encierro domiciliario como el de marzo y abril, si la situación epidemiológica empeora y las medidas que se anunciarán mañana no logran contener los contagios, el Gobierno Vasco recurriría a confinamientos quirúrgicos, localizados y puntuales, en zonas especialmente afectadas como un municipio o, a menor escala, un barrio.

Limitación de la movilidad. La restricción de la libre circulación de personas tampoco está sobre la mesa, pero no queda descartado si el panorama empeora.

La figura del toque de queda. Los ciudadanos no podrían salir a la calle hasta una hora determinada de la mañana y deberían regresar a casa a una determinada de la noche. El lehendakari sugirió esta posibilidad la semana pasada, aunque legalmente es cuestionable sin un estado de alarma activado, que solo puede hacerlo el Gobierno central. La Ley de Gestión de Emergencias, en vigor desde 2016, autoriza al Ejecutivo vasco a aplicar medidas de carácter excepcional, aunque la figura del toque de queda no aparece reflejada.

Restricciones al ocio y la hostelería. Desde finales de julio, ante el incremento de los casos, el Gobierno Vasco ya obligaba al sector hostelero a bajar la persiana a la 1.30 horas. Además, no se podía consumir en la calle a partir de medianoche. El acuerdo del Gobierno central con las autonomías establece que a partir de ahora estos establecimientos hosteleros cierren a la una y que no puedan recibir clientes desde una hora antes. La emergencia sanitaria asegura al Gobierno Vasco que los decretos no puedan ser revocados por la justicia.

Actividades prohibidas. El acuerdo con el Gobierno central establece también la prohibición de abrir discotecas y bares de copas, así como de hacer botellones. La orden que en julio emitió Murga ya prohibía «toda actividad en lonjas juveniles y cualquier local de características similares».

Recortes en el transporte público. La consejera Arantxa Tapia avanzó el sábado que habrá novedades en el transporte público de la CAV. Sugirió que se recortarán horarios nocturnos ante el cierre de la hostelería. No habló de reducir el aforo.

Uso de servicios públicos o privados. Con la emergencia sanitaria, el lehendakari tiene la potestad de ordenar, entre otras cosas, que la sanidad privada quede en manos del Gobierno Vasco. Tal y como ocurrió en marzo y abril, los hospitales y clínicas privadas ceden sus espacios y recursos para reforzar el sistema público. En próximos días, la previsión es que los ingresos continúen aumentando, aunque este crecimiento, según los datos de Salud, está siendo «lento».

Evacuación de personas. En caso de que la situación epidemiológica empeore en otras comunidades, se podrá ordenar que los residentes en el País Vasco regresen a sus domicilios, tanto si se encuentran en segundas residencias como de turismo.