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El Pacto de Salud ha entrado este miércoles en su tercera y última fase, la relativa a las estrategias que deben establecer las bases para ... mejorar el sistema sanitario vasco, después de que la treintena de participantes en la mesa hayan aprobado un documento «de consenso» acerca de los principios y valores que deben de regir en la futura Osakidetza. Este paso permite a los participantes coger el bisturí para entrar al detalle de los cambios que necesita el Servicio Vasco de Salud, que se llevará a cabo a través de unos grupos de trabajo con el objetivo de «dinamizar y agilizar el proceso», cuya próxima cita se ha establecido para el próximo 26 de febrero.
La cita ha contado con la inasistencia del sindicato LAB, que la víspera declinó participar en la reunión de este miércoles, y el rechazo de Sumar, formación que asegura no compartir el texto que se ha debatido. EH Bildu, crítico en las anteriores mesas, ha asegurado que «hay bases» para seguir adelante, aunque todavía quedan «algunas cosas por clarificar».
En el texto aprobado este miércoles, la treintena de agentes -partidos políticos, sindicatos, colegios médicos, universidades o asociaciones de pacientes- han detallado las principales patologías a analizar y algunos tratamientos a aplicar que pivotarán en torno a la universalidad, solidaridad, equidad y autonomía de Osakidetza.
Para empezar, Euskadi apostará por un modelo de salud «predictivo, preventivo y anticipativo», en contraposición a uno «meramente reactivo» ante las enfermedades. Es por ello que el Pacto de Salud aboga por promocionar la «cultura participativa y la corresponsabilidad» de los pacientes.
En cuanto al modelo asistencial, la «calidad» será la piedra sobre la que pivoten los cambios a aplicar, la incorporación de innovaciones y la investigación. Calidad que también se aplicará a la seguridad de los tratamientos e intervenciones, a la efectividad de la atención, a la asistencia al paciente, a «minimizar las esperas» tanto de los usuarios como de los profesionales y a la eficiencia para «reducir el desperdicio de recursos, tiempo» o equipos «para optimizar el funcionamiento del sistema».
Además se incidirá en realizar una «remodelación del modelo asistencial» que ponga fin a la «división histórica» entre niveles asistenciales e integre y «conecte» la atención hospitalaria con la primaria, la comunitaria y los servicios sociales para «garantizar una atención más humana y eficaz».
El documento aprobado este miércoles también tiene un apartado dedicado a la atención especializada. En este sentido mantiene la apuesta de centralizar servicios complejos en puntos estratégicos, de forma que se garantice la «excelencia y sostenibilidad» y se «eviten duplicidades innecesarias».
En el apartado de los recursos humanos, Osakidetza optimizará «las competencias legalmente establecidas para cada categoría profesional» en la búsqueda de un sistema sanitario público «eficiente y flexible». Para ello, el eje central pivotará sobre el «reconocimiento» de los profesionales y trabajadores del ente «como piedra angular en el desarrollo de sus estrategias».
El bloque de principios aprobado este miércoles es el paso previo a comenzar a definir las estrategias. De hecho los principios son las bases que guíen las acciones concretas que permitan mejorar Osakidetza y adaptarla para dar respuesta a la sociedad vasca a medio y largo plazo.
Para ello, la mesa creará una serie de grupos de trabajo simultáneos durante la primera quincena de febrero para las diferentes estrategias y líneas de actuación, englobados todos ellos en seis grandes ámbitos de reflexión. El objetivo de estos grupos es agilizar los procesos de cada a la próxima reunión, establecida para el próximo 26 de febrero.
El Pacto de Salud ha establecido 17 líneas estratégicas que a su vez se agrupan en torno a siete bloques. Van desde temas tan tangentes como el fortalecimiento de la Atención Primaria o la atención a enfermedades oncológicas y cardiovasculares, a temas como la cronicidad en una población cada vez más envejecida o la promoción de la salud en la ciudadanía. También se abordarán la innovación, el desarrollo de los profesionales de Osakidetza o la participación ciudadana.
La previsión del Departamento de Salud es que durante el primer semestre del presente año pueda estar ya plenamente operativo el Pacto Vasco de Salud, que echó a andar a comienzos de septiembre con la primera reunión.
La quinta reunión de la mesa, que se ha desarrollado durante cuatro horas en el recinto Ficoba de Irun, ha contado con una ausencia destacada, la del sindicato LAB, que el martes decidió desmarcarse por rechazar la totalidad del documento de la fase llamada 'Visión, Valores y Principios', aunque sí ha confirmado que tomará parte en la tercera y última fase, la de 'Estrategias' para intentar «cambiar la posición del Gobierno».
Preguntado por esta inasistencia, el consejero ha señalado antes de la reunión que la central «ha reconocido que algunas aportaciones que nos ha enviado están recogidas», y ha vuelto a reiterar que el documento a debate de este miércoles es un texto «abierto, que hoy tenía la ocasión de defender qué es lo que no hay o qué es lo que hay que le puede apetecer más o apetecer menos». En ese sentido, Martínez ha añadido que LAB «tendrá que decidir si el documento de principios, acordado por más de 30 agentes, le permite seguir o no en el pacto».
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