«Ómicron es el punto de inflexión que puede hacer que el virus sea endémico»
El especialista considera que esta última variante puede hacer que el Covid-19 «conviva con nosotros ocasionando cuadros leves»
El doctor José Luis del Pozo, director del Servicio de Microbiología y del Servicio de Enfermedades Infecciosas de la Clínica Universidad de Navarra, daba hace ... unos días mediante su cuenta de Twitter la visión más alentadora sobre Ómicron y la evolución de la pandemia que se haya escrito hasta la fecha. Del Pozo coincidía con su homólogo Javier Zulueta al compartir la visión positiva de la situación. «Esto se acaba», señalaba pese al impacto que está dejando.
– ¿La variante Ómicron va a terminar con la pandemia?
– No sé si será esta o una posterior, pero la tendencia natural de todos los virus respiratorios y de los coronavirus en general es que se seleccionen poco a poco variantes que se transmitan muy bien entre humanos y que ocasionen patologías poco graves. Habitualmente tardan un tiempo hasta llegar a esta situación de equilibrio, pero con el punto de inflexión que está representando esto ahora mismo es muy posible que estemos ante un punto en el que no digo que se vaya a acabar la pandemia mañana o el mes que viene, pero lo más probable es que esta situación suponga un punto de inflexión. Podamos atrevernos a plantear entonces no acabar con el virus, que eso ya sabíamos desde el principio que era imposible, sino a llegar una situación en la que el virus se haga endémico; es decir, que conviva con nosotros ocasionando cuadros leves y en algunos casos algún ingreso.
«Es una variante totalmente diferente a las otras: hay un brutal aumento de casos sin que impacte en los ingresos»
– ¿Qué tiene de particular esta última variante?
– Esta es una ola totalmente diferente a las anteriores por varios motivos. Uno, porque ahora mismo la transmisión comunitaria está descontrolada. Hay una transmisión comunitaria muy potente a todos los niveles en España y el virus se está transmitiendo muchísimo. Lo segundo es que parece, por los datos que tenemos preliminares hasta la fecha, que por primera vez en toda la pandemia está habiendo un desacompasamiento entre el número de casos y el número de ingresos y muertes. Es decir, hasta ahora cuando aumentaban el número de casos, aumentaban los ingresos y las muertes. Ahora no, hay un brutal aumento de casos sin que eso impacte demasiado en los ingresos y las muertes. Luego hay otro factor muy importante que es distinto y es que la mayor parte de la población está vacunada. Es decir, hay una inmunidad frente al coronavirus y sus variantes.
– ¿Es habitual que aparezcan variantes de manera tan rápida o hay algo que estamos haciendo mal?
– La aparición de la variante nosotros lo conocemos porque somos capaces de detectarla. Esto ocurre ahora, es la primera vez en la Historia en la que podemos vivir una pandemia a nivel molecular a tiempo real. Estamos aprendiendo y conociendo mucho sobre el coronavirus estudiando este SARS-CoV-2. Si hay una variante que adquiere una serie de ventajas selectivas que le permiten transmitirse mejor, la transmisión o aparición de una variante nueva puede ser algo tan explosivo como lo que ha ocurrido ahora.
– Por tanto seguirán apareciendo más
– Seguro. Los virus, y en concreto el coronavirus, están constantemente mutando y cambiando su genoma. Con lo cual, lo razonable y lógico es que vayan apareciendo variantes todo el tiempo y, sobre todo, mientras haya una transmisión comunitaria tan grande. Lo que va a cambiar seguramente sea el escenario en el que nos encontremos, pero no va a acabar el coronavirus en este sexta ola.
– ¿Cuándo alcanzaremos el pico de esta sexta?
– Esa es una pregunta muy difícil. Lo que ha ocurrido en otros países donde ha habido picos explosivos de la variante Ómicron la disminución en los casos ha sido también muy rápida. Lo razonable es pensar que el ascenso va a ser muy rápido, como está siéndolo, y que probablemente el descenso lo sea también igual de rápido. ¿Tiempo? Es imposible predecirlo porque depende de un montón de factores. Las fiestas navideñas están haciendo que la expansión sea muchísimo más rápida y puede que el impacto en la duración también sea un poco mayor.
«Las fiestas están haciendo que la expansión sea muchísimo más rápida y eso hace que la duración pueda ser mayor también»
– Aludía en redes sociales que «las vacunas son la clave, pero no la solución». Explíquese.
– La vacuna es clave porque es lo que evita muertes y hospitalizaciones, pero no evita contagios. Ese extra que necesitamos de más sobre la vacuna son las variantes, lo que mute el virus para hacerse más transmisible y menos agresivo. Más luego el resto de medidas que seamos capaces de poner en marcha nosotros para que esa explosión de contagios no sea demasiado rápida. Si la vacuna fuese esterilizante habríamos conseguido acabar con la pandemia, pero no lo es y aunque transmite mucho menos que un no vacunado, una persona inmunizada también contagia.
– Al comienzo de la campaña se decía que con la inmunidad de rebaño cuanto menos la pandemia iba a desaparecer. ¿Nos mintieron entonces?
– Si esta vacuna evitase que el vacunado se infectase, podríamos hablar de inmunidad de rebaño perfectamente. Este tema es algo que en su momento no sé de dónde partió, pero desde luego era una idea que vendía mucho porque parecía que ponía un objetivo, que cuando llegásemos a un 70% lo habríamos conseguido, lo cual ya sabemos y sabíamos que con vacunas no esterilizantes no dependía de la inmunidad de rebaño. Lo que sí nos ha servido es para prevenir hospitalizaciones y muertes, pero para nada más.
«Es crítica para proporcionar un grado mayor de inmunidad ante Ómicron, pero seguro que no será la última vacuna»
– Vamos ya por la tercera dosis, ¿cuántas van a ser necesarias?
– La tercera dosis es crítica porque proporciona un grado de inmunidad mucho mayor frente a variantes nuevas como esta. Pero más importante es poder vacunar a todos los países, que haya una equidad en el reparto de vacunas, lo cual no está ocurriendo. ¿La última? Seguro que no. Va a hacer falta ponerse vacunas nuevas, específicas de las nuevas variantes. La duración de los anticuerpos ahora mismo no es demasiado larga, tres o seis meses, pero no sabemos si las siguientes vacunas van a aumentar la duración de esos anticuerpos. Lo que está claro ahora mismo es que el año que viene nos tendremos que revacunar, seguro.
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