El Gobierno Vasco no se plantea endurecer las restricciones y espera que la cuarta ola toque techo en siete días

Fernández no ha expresado una total convicción en torno a esa predicción, pero ha expresado que el LABI ha calculado esa posibilidad teniendo en cuenta lo que duró la expansión del virus en anteriores olas. Así, entre octubre y noviembre fueron 40 días de crecimiento de la incidencia hasta alcanzar los 810 casos; en enero, fueron 35 días de ascenso hasta situar la tasa en los 650 casos. Ahora, llevamos desde el 10 de marzo en continua subida, esto es, hoy se cumpliría el día 30 de un ascenso más suave que en las anteriores olas. Por ello, en el mejor escenario confían en doblar la curva la próxima semana.

«El lehendakari está esperando a que pasen esos días para analizar la situación. Si vemos que tocamos techo estaremos en un escenario y, si no lo hacemos, estaremos en otro», ha aclarado el responsable del LABI técnico. Sea como fuere, que no se toque techo no supondría, en principio, un endurecimiento de las medidas.

El Gobierno Vasco no considera adoptar nuevas medidas restrictivas ya que considera que las aplicadas en Semana Santa «hemos visto que son las acertadas», y pone como ejemplo la situación de Álava, que el lunes entró en zona roja, pero ayer su incidencia volvió a descender a zona naranja. «Revisamos nuestros objetivos y bajamos la zona roja hasta los 400 casos por cada 100.000 habitantes ya que queremos que la incidencia total en esta subida no alcance los 500 o los 450 casos por cada 100.000 habitantes», ha apuntado Fernández.

Fernández ha razonado la decisión de Salud de situar todavía a Euskadi bajo los efectos de la segunda ola de la pandemia. «Nunca hemos bajado de los 60 casos desde octubre, por eso creemos que la segunda ola nunca nos ha dejado de impactar y consideramos que las posteriores son ondas de esa misma ola», ha explicado.

Jonan Fernández ha confirmado que tras el anuncio por parte de Pedro Sánchez de no extender más allá del próximo 9 de mayo el estado de alarma vigente en el Estado, Euskadi ya comienza a prepara los escenarios para aplicar medidas sin contar con esa herramienta limitadora en apenas un mes. «Hemos empezado a analizar qué pasará si acaba el estado de alarma. Tendremos dificultades en restringir la movilidad nocturna, los límites de circulación y las reuniones en grupos. Y son tres factores que han sido decisivos en el control de la pandemia», ha advertido.

Contando con que la Ley Antipandemia en Euskadi no se aprobará en el escaso plazo que queda hasta el final de estado de alarma, el LABI comienza analizar ya las herramientas «jurídicas» o no jurídicas posibles para sustentar las restricciones. «Todavía no tenemos toda la información sobre lo que va a hacer el Gobierno español a partir de esa fecha», ha añadido Fernández.

Sobre la posibilidad de que la situación mejore para la llegada del verano, Fernández ha insistido en que buena parte de las opciones de que eso así sea se encuentra en la evolución de la vacunación contra el coronavirus. «Hay perspectiva de que la situación mejore, pero todavía es difícil de concretar».