Euskadi reitera su idea de mantener la mascarilla y Sanidad aplaza el debate

La consejera vasca de Salud recordó que, en cualquier caso, la resolución definitiva sobre este tema que por momentos se está convirtiendo poco menos que en una cuestión de Estado, está en manos del Ejecutivo español. Porque es este quien debería introducir «la modificación de una ley estatal para que esa decisión se lleve a cabo». Tras el silencio ayer de la Comisión de Salud Pública -en la que están representadas todas las autonomías y el Ministerio de Sanidad-, la expectación sobre el futuro de los cubrebocas a corto-medio plazo ilumina ahora al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), que se reúne esta tarde. Entre los temas que quedaron pendientes en su última sesión está precisamente el del empleo de la mascarilla y la vacunación de turistas en comunidades distintas a la de origen.

Hasta la propia Sagardui reconoció ayer que todos estamos «ansiosos de escuchar» una decisión al respecto que «todavía» no se ha dado, aseguró a la conclusión del consejo de Gobierno. La consejera compareció junto al portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, quien el pasado fin de semana, preguntado por este tema, priorizó que es «muy importante que este verano vaya bien» para que Euskadi viva el otoño y el invierno «de otra manera». Y en esta misma onda contenida se pronunció ayer Sagardui. Valoró la mejoría de la situación epidemiológica en Euskadi pero no alimentó la esperanza sobre la mascarilla: «Vamos por el buen camino, pero ciertamente aún tenemos que mantener la prudencia y eso incluye, de forma inmediata al menos, la utilización de la mascarilla».

No opinan lo mismo un grupo cada vez más amplio de regiones como Galicia, Castilla y León, Murcia, Aragón, Castilla-La Mancha -su presidente, Emiliano García-Page, reveló ayer que pretende ya «abrir el ocio nocturno hasta las 3 de la madrugada y la hostelería general hasta las dos»-, Aragón, Comunidad Valenciana, Catalunya o incluso Navarra, cuya presidenta, María Chivite, propone «apostar» por que en julio caigan las mascarillas en exteriores.

En realidad, la controversia sobre el uso de la mascarilla la encendió el portavoz del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, quien el 17 de mayo apuntó que «en no muchos días, se puede reducir» su uso. Y cifró en 150 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días la referencia que podría dictar la relajación de esta medida, aunque «lo ideal sería estar muy por debajo». Prácticamente un mes después de aquellas afirmaciones, La Rioja (180,99) es la única comunidad por encima de esa frontera que ayer logró franquear Euskadi.

Ayer mismo, algunas comunidades partidarias de liberar una prenda especialmente incómoda cuando aprieta el calor, como Baleares y Murcia, coincidieron en que la fecha para ello debería ser consensuada con todas las comunidades «a una, como una decisión de país», dijo el presidente murciano, Fernando López Miras.

Junto a Euskadi, Andalucía y Madrid son las defensoras a ultranza de estos protectores. El consejero de Salud andaluz, Jesús Aguirre, los considera el «arma esencial» que «más nos impide un posible contagio» aparte de la vacunación, «que es lo más efectivo». Y su colega madrileño, Enrique Ruiz Escudero, afeó que «la decisión se tome por votación» y pidió un «consenso de los expertos».