Euskadi pedirá coordinar nuevas restricciones en la cumbre de presidentes

Mientras tanto, y visto que la Nochebuena y Navidad ya están encima, el Gobierno Vasco ha lanzado una serie de recomendaciones para que se reduzcan al máximo los contactos y para que se extremen las medidas de autoprotección. Cenas o comidas con diez comensales como máximo, evitar los saludos con besos y abrazos o volver al consumo en hostelería sentados en mesas de hasta seis personas son algunos de esos consejos con los que se pretende contener y rebajar la curva de transmisión, que ayer empezó a dar algún síntoma positivo al bajar de 1 el índice que refleja a qué velocidad se expande el virus.

El principal mensaje, no obstante, sigue siendo el de la autoprotección, dada la virulencia de una ola que sigue «disparada» y que la propia consejera de Salud, Gotzone Sagardui, no cree que «vaya a cambiar» en fechas próximas. La «gran preocupación» expresada ayer por los responsables del Ejecutivo vasco, se ha extendido también al resto de comunidades. Ya que aunque Navarra y la CAV han liderado, y aún lo hacen, los niveles de contagios en las últimas semanas, el resto de regiones ven ahora también descontrolada la transmisión comunitaria. Por eso, además de Urkullu, otros cinco presidentes autonómicos han avanzado ya que también reclamarán en la conferencia que Pedro Sánchez ha convocado para mañana por la tarde por vía telemática la implantación de la mascarilla obligatoria en exteriores. Son Andalucía, que también aboga por una ley antipandemia estatal; Galicia, que plantea además acelerar las terceras dosis de la vacuna; Castilla-La Mancha, que no cree necesario volver a un estado de alarma; o la Comunidad Valenciana, que como otros mandatarios reclama también «un espíritu común» para adoptar medidas conjuntas como por ejemplo extender el pasaporte covid de la misma manera en todas las autonomías.

«No es positiva la disparidad de respuestas y decisiones» en las diferentes comunidades, defendió el lehendakari en el foro de Expectativas Económicas organizado por El Correo que tuvo lugar ayer y donde además de economía habló de la crisis sanitaria. Urkullu aseguró que la situación de emergencia sanitaria actual es distinta de lo vivido en las olas anteriores, desde la primera cuando el «desconocimiento» sobre el virus llevó a decretar un confinamiento domiciliario, o la de las pasadas navidades cuando las «limitaciones y restricciones a la interacción social» fueron la respuesta para contener la transmisión cuando aún no había vacunas o era pequeño el porcentaje de población con la pauta completa administrada.

Ahora, aseveró Urkullu, en el tercer periodo de emergencia sanitaria decretado en Euskadi, la diferencia la marca que el 91% de la ciudadanía tiene un grado de inmunidad frente al virus, aunque ahora esa protección esté disminuyendo tras el paso de los meses, la respuesta a las diferentes vacunas y la capacidad de infección de la variante Ómicron, que se ha revelado más contagiosa y ya está detrás de un tercio de los contagios.

Urkullu aseguró por eso que aunque «la vacunación es necesaria, no es suficiente» para contener esta sexta ola, que tiene «dos caras», dijo. La de la vacunación a la mayor parte de la población, niños incluidos, y la de la «amenaza» de este linaje que ha vuelto a poner contra las cuerdas a media Europa, y en Euskadi ha provocado que la incidencia sea «la más alta de toda la pandemia» y vuelva a ser «creciente» la presión hospitalaria y en Atención Primaria. Por eso, incidió en la necesidad de una respuesta coordinada en todo el Estado, bajo una normativa «eficaz» que permita a todas las comunidades tomar medidas similares.

Euskadi, afirmó Urkullu, lleva tiempo incidiendo en el consejo Interterritorial de Sanidad que se celebra cada semana con los responsables autonómicos y el Ministerio que encabeza Carolina Darias sobre la conveniencia de «armonizar medidas preventivas» con una «cobertura judicial eficaz», y esgrimió a modo de reproche que «una y otra vez, se ha respondido que las comunidades autónomas ya disponen de herramientas». Pero «la realidad», opinó, ha evidenciado «la inefectividad de esta expresión». Y ejemplo de ello, indicó, es la «disparidad de resoluciones judiciales» en uno y otro tribunal superior ante planteamientos similares. El último sobre el pasaporte covid, que el TSJPV tumbó en primera instancia, con voto particular de uno de los tres jueces, pero el Supremo avaló poco después. «La evolución pandémica demanda herramientas adicionales y con seguridad jurídica», insistió el lehendakari, que confía en que en la conferencia de presidentes de mañana se «comparta un diagnóstico y se analicen» dichas medidas extra.

Mientras, incidió en que es «fundamental aplicar un criterio de rigor preventivo: mascarilla, distancia, higiene de manos, ventilación y evitar aglomeraciones. Corresponsabilidad» para «superar», como ocurrió con las cinco anteriores, esta «sexta ola».