La tasa acumulada de Gipuzkoa se eleva un 120% desde el inicio de la Semana Santa

Hace tiempo que no se veían cifras tan altas de contagios en Euskadi, que sigue sin poder frenar la expansión de un virus que se propaga sin control. La situción de Gipuzkoa es especialmente preocupante, donde los principales indicadores dibujan una empinada curva al alza desde el 26 de marzo, cuando arrancaron las vacaciones de Semana Santa y se decretaron las restricciones actualmente en vigor en Euskadi.

La tasa acumulada a 14 días da buena cuenta del agravamiento de la evolución epidemiológica de Gipuzkoa, donde en este periodo de poco más de dos semanas la incidencia se ha disparado de los 243 casos del 26 de marzo a los 534 de ayer, lo que supone un crecimiento del 120%. Poco más del doble. Araba tiene en la actualidad una tasa de 428 casos y Bizkaia, de 371.

En el País Vasco se notificaron ayer 1.003 positivos, de los cuales casi la mitad, 456, se detectaron en Gipuzkoa, la cifra más alta desde el 18 de noviembre, en plena segunda ola. Solo en Donostia ayer se reportaron 103 nuevos casos.

A lo largo del martes se hicieron 11.274 test diagnósticos, de los que el 8,9% fueron positivos. Tras Gipuzkoa, Bizkaia concentra el mayor número de nuevos casos, con 419 infecciones, seguido de Araba, con 123.

Con semejante incremento de contagios, la tasa de incidencia acumulada a los 14 días sufre un crecimiento de casi 17 puntos en apenas 24 horas. La de Euskadi alcanza los 437 casos por cada 100.000 habitantes, frente a los 243 casos del pasado 26 de marzo, cuando arrancaron las vacaciones de Semana Santa. «La pandemia crece cada vez a un ritmo mayor. Se está en una fase ascendente del virus», ha alertado la consejera de Salud, Gotzone Sagardui, en el Parlamento Vasco, donde ha analizado la situación actual, que ha calificado de «muy preocupante».

El número reproductivo básico empeora y se sitúa en el 1,18, aunque en Gipuzkoa alcanza el 1,23. El hecho de que sea superior al 1, del que no ha logrado bajar desde el 11 de marzo, anticipa un empeoramiento de la situación epidemiológica, ya que significa que una persona infectada, de promedio, va a contagiar a más de otra persona.

La presión asisntecial en el hospitales también se agrava. Ayer ingresaron otras 90 personas con coronavirus en planta, donde en la actualidad hay 433 enfermos ingresados, la cifra más alta en los últimos dos meses. En las UCIs están siendo atendidos 133 pacientes críticos con Covid, 43 más que hace dos semanas.

Así, la presión asistencial sigue en máximos. No hay que olvidar que la situación hospitalaria era peor en el inicio de esta cuarta ola que en las anteriores. Así lo ha subrayado la consejera de Salu al recordar que en octubre había 45 camas ocupadas en la UCIs vascas por enfermos Covid, mientras que cuando arrancó la tercera ola de enero había ya 71. Esta cuarta ola ha llegado sin poder vaciar las unidades de críticos, donde en marzo había 80 pacientes críticos.

Sobre las UCIs, Sagardui ha recordado que hay planteados 5 escenarios y que en la actualidad se está en el 3, con 331 camas, que se pueden duplicar hasta 600. «Tenemos el plan de contingencia», pero ha recordado que se trata de «hacerlo adecuadamente, y para eso tenemos una red de hospitales en la que se contempla ese incremento». En estos momentos «aún podemos mantener la actividad asistencial y estamos dando la atención adecuada», ha explicado, aunque si el número de ingresos sigue aumentando, habría que priorizar y reorganizar la atención sanitaria, manteniendo la atención a todo lo urgente«, ha explicado explica.

El boletín actualiza la cifra de fallecidos víctima del Covid en Euskadi. La semana pasada murieron 26 personas por culpa del coronavirus en Euskadi, la misma cifra que la anterior.

Todos estos datos estarán sobre la mesa en la reunión que mantendrá mañana el comité técnico del LABI, el grupo de expertos que analiza la evolución epidemiológica de Euskadi. Este comité se reunió el martes presidido, por primera vez, por el lehendakari Iñigo Urkullu, que quiso escuchar de primera mano el análisis de los expertos. Aunque Urkullu decidió no convocar, de momento, el comité institucional o el LABI político en el que se modulan las restricciones, desde el Gobierno Vasco recuerdan que se está monitorizando la situación constantemente y las limitaciones actuales son suficientes para frenar los contagios «si se cumplen con rigor».