«Recuerdo a un chico con VIH que hizo caso a un negacionista y murió»
Para animar a la vacunación contra el Covid, Zulaika suele relatar la historia de un joven con VIH que dejó el tratamiento tras contactar con ... un negacionista. «El día que me vacunaron fue muy importante», dice.
- ¿Qué le impactó más en la época del sida?
- La primera paciente. Fue el 28 de febrero de 1985 y estaba de guardia en urgencias del Hospital Donostia. Eran las siete de la tarde cuando ingresó una chica de 23 años, Merche, de Elgoibar. Era encantadora y muy dulce. Falleció en mayo. En aquella época la supervivencia media de los chicos y chicas que diagnosticábamos de sida era de 72 días.
- ¿Había negacionistas?
- En los 90 había negacionistas que aseguraban que el sida no existía o que se había creado en un laboratorio. Habitualmente estas afirmaciones no tienen trascendencia, pero en ocasiones sí. Recuerdo un chico que tenía sida y tuberculosis y recibía tratamiento. Iba muy bien. Pero tuvo la mala suerte de encontrarse con un negacionista que le dijo, entre otras cosas, que los medicamentos que tomaba eran tóxicos y que los abandonase. Le hizo caso y murió. Si hubiera seguido con el tratamiento hoy viviría. Suelo contar esta historia cuando alguien me dice que no se va a vacunar porque le han dicho que son peligrosas o que el coronavirus no existe. .
- ¿Qué hemos aprendido, qué se podría haber hecho mejor?
- A posteriori todos 'sabíamos' lo que se debería haber hecho. Sin embargo, cuando surgen estas pandemias existen una serie de factores que condicionan las decisiones. En primer lugar, suele faltar una información real sobre lo que está pasando. En el sida desconocíamos algo tan básico como su causa. Luego, en ocasiones, te puedes encontrar con falta de material, como mascarillas o EPIs en el covid. Y aun sabiendo lo que hay que hacer y tener las herramientas, puede haber otras dificultades.
- ¿Como por ejemplo?
- En el sida los consumidores de drogas no tenían acceso a jeringuillas nuevas, pero no porque no hubiera, sino porque la sociedad no entendía que había que dárselas. También había preservativos, pero su disponibilidad para los jóvenes dejaba mucho que desear porque una parte no pequeña de la sociedad consideraba que fomentaban las relaciones sexuales.
- ¿Se puede establecer algún paralelismo con el covid?
- Salvando las diferencias, de alguna forma ocurre algo similar. Frenar la pandemia conlleva la restricción de la vida social, el cierre de servicios, etc. Son medidas con consecuencias muy duras: la soledad de los mayores, dificultades económicas, no poder reunirte con los tuyos, no ver a los nietos, el que los chicos y chicas no puedan relacionarse... Todo ello genera una cierta resistencia en la sociedad y buscamos resquicios. Y no me refiero a los de las fiestas sin mascarillas, que no tienen justificación. Hablo de la gran mayoría de la población que cumple con las normas, cuya aplicación continuada genera cansancio.
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