Cuenta atrás para el fin de las mascarillas en exterior tras un gasto de 800 euros por familia en un año

Más allá de la recobrada sensación de libertad que supondrá volver a inhalar sin barreras el aire fresco, la decisión conllevará para los hogares un desahogo moderado en términos monetarios. Apenas unos 10 euros mensuales para una familia compuesta por cuatro personas: dos adultos y dos niños. Una cuantía que queda muy lejos de los 115 euros al mes que se calculaba costaría de media el uso de estos protectores cuando entró en vigor su obligatoriedad de forma generalizada hace un año, el 21 de mayo de 2020.

Dos son los motivos principales que explican semejante disparidad de cifras. El primero, y fundamental, el desplome del precio de las mascarillas. Hace un año, en plena escasez de oferta, y cuando era muy complicado encontrar unidades a la venta, el precio de las quirúrgicas rondaba el euro por unidad. Los excesos llevaron al Gobierno a establecer un precio máximo de 0,96 euros por mascarilla quirúrgica.

Un año después se pueden encontrar hasta a 10 céntimos, casi diez veces menos. Ahora bien, sin tener en cuenta ofertas y considerando que las infantiles son algo más caras, se puede establecer un precio medio de 0,15 céntimos por unidad.

Algo similar ha ocurrido con las FFP2, que han pasado de una media de 2 euros por unidad el verano pasado, a unos 40 céntimos en la actualidad, cinco veces menos.

Según un informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) datado en noviembre, una de cada cuatro personas dice usar preferentemente mascarillas FFP2. Trasladando ese porcentaje a la familia tipo, el resultado es que tres de sus miembros usan una mascarilla higiénica o quirúrgica, y el cuarto una FFP2.

El segundo factor que reduce la inversión real en mascarillas respecto a las previsiones iniciales es que gran parte de la población no sigue escrupulosamente las recomendaciones de tiempo de uso de los protectores y extiende su utilización más allá de lo establecido, por lo que a fin de mes utiliza menos de las que debería.

En la misma encuesta de la OCU, la amplia mayoría de la población admite que excede las 4 horas recomendadas en las quirúrgicas desechables. El uso medio reconocido es de 9 horas, con un 11% que las lleva más de 16. Quiere esto decir que, como norma, cada persona utiliza una mascarilla al día. En el caso de las FFP2, el tiempo medio de uso son 15 horas. Esto es, una cada dos días o 15 al mes.

Así las cosas, si tres miembros de la familia utilizan 30 mascarillas quirúrgicas al mes, su gasto actual es de 13,5 euros (0,15x30x3). El cuarto integrante destina por su parte 6 euros mensuales a utilizar una FFP2 cada dos días (0,40x15). En total, 19,5 euros mensuales de presupuesto familiar. Aceptando que al dejar de utilizar las mascarillas en espacios exteriores pero no en los espacios cerrados el consumo será la mitad, el ahorro será el 50% del presupuesto actual, unos 10 euros al mes.

Pero para llegar hasta el momento actual en el que se venden mascarillas en establecimientos de todo tipo y a precios asequibles, las familias han tenido que atravesar una odisea de varios meses. Primero, en el inicio de la pandemia y hasta bien entrado el verano pasado, para hacerse con protectores y, en caso de lograrlo, a precios desorbitados. En una segunda etapa, a partir de septiembre, ya era más fácil encontrar unidades y, con ello, las tarifas se relajaron.

De hecho, esa rebaja hizo que el Gobierno redujera en noviembre el precio máximo de venta de las quirúrgicas a 0,72 euros. A los pocos días, aprobó también un recorte del IVA de estos productos del 21% al 4%, que redujo la tarifa máxima a 0,62 euros. Para entonces, el precio medio ya se situaba en el mercado por debajo de los 0,60 euros.

Desde entonces, y gracias a que la oferta ya no es un problema, los costes de adquisición de las mascarillas de todo tipo han seguido reduciéndose hasta los baremos actuales. Pero los 20 euros mensuales actuales no han hecho olvidar que en 2020 el dinero destinado a mascarillas fue mucho mayor. Entre 70 y 115 euros por familia, según la OCU.

Otro estudio, realizado por ODS Maps, una herramienta de medición en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) desarrollada por AIS Group, Esri España y el Observatorio de la Sostenibilidad, estima que en 2020 cada familia destinó cerca de 700 euros a comprar mascarillas. Sumando a esa cantidad los 100 euros dedicados en lo que va de 2021 (20€ x5 meses), se concluye que desde el inicio de la pandemia, la necesidad de portar mascarilla para reducir las posibilidades de contagio han supuesto un sobrecoste de 800 euros por hogar.