La falta de AstraZeneca preocupa a los 176.000 sexagenarios pendientes de la segunda dosis
Salud descartar adelantar de 12 a 11 semanas el pinchazo para garantizar la protección de este grupo contra la variante india, como ha hecho Madrid
Apenas queda una semana para empezar a pinchar la segunda dosis a todos los sexagenarios que recibieron la primera y Osakidetza vuelve a ... enfrentarse a la que probablemente haya sido su mayor pesadilla durante toda la campaña. A la vacuna de la controversia. La falta de dosis de AstraZeneca preocupa en Euskadi, sobre todo a los cerca de 176.000 vascos de entre 60 y 69 años que ya recibieron este suero hace casi tres meses, las 12 semanas marcadas, y que ahora cuentan los días para terminar la pauta y estar inmunizados. Aguardan con ganas este momento, el día de lograr la protección más alta contra el Covid-19 y poder retomar la normalidad de forma paulatina. Para ello, sin embargo, el departamento de Salud necesita cerca de 100.000 unidadesmás de AstraZeneca que las que tiene en estos momentos, que son unas 77.000.
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A la espera de conocer próximos envíos -por ahora esta semana han llegado 18.700 unidades-, Osakidetza se prepara para poner la segunda dosis a estos vascos de entre 60 y 69 años. Los primeros sexagenarios en recibir este fármaco en Euskadi fueron trabajadores esenciales entre 60 y 65 años, allá por finales de marzo, cuando la 'crisis AstraZeneca'. La espera se está haciendo larga para muchas de estas personas, que ahora forman el colectivo más vulnerable ante el coronavirus después de que la casi la totalidad de mayores de 70 años ya hayan completado la pauta.
Precisamente por eso, y ante la amenaza de la variante Delta, o lo que es lo mismo, la india, la oposición pidió ayer en el Parlamento Vasco adelantar la segunda dosis de este colectivo una semana, de 12 a 11 semanas, como ya ha hecho la Comunidad de Madrid. No obstante, la consejera vasca, Gotzone Sagardui, descartó la propuesta alegando que «supondría no atender a lo que nos han dicho los expertos, que hay que continuar con la pauta que está establecida por la Comisión de Salud Pública y el Consejo Vasco de Vacunación y adelantar los plazos no adelanta el proceso ni garantiza menores efectos adversos». La segunda dosis de AstraZeneca, según la consejera, está garantizada si llegan las remesas previstas.
La realidad, en cualquier caso, es que mientras llega el día de las personas de 60 a 69 años, los trabajadores esenciales menores de 60 siguen terminando su proceso de inmunización, muchos con AstraZeneca. Hasta ahora 42.137 de las casi 81.000 personas que forman este colectivo han recibido la segunda dosis. Pese a que, según Sagardui, la mayoría han optado por la pauta combinada con Pfizer (27.216), un total de 14.921 han rechazado mezclar fármacos y han firmado el consentimiento para que se les suministre AstraZeneca. Esta cifra seguirá en aumento en los próximos días, hasta terminar con todo el grupo. Teniendo en cuenta que aún queda la mitad por ponerse la segunda inyección, si la proporción se mantiene, el número de vacunas de AstraZeneca utilizadas con este colectivo se doblaría. Es decir, otras casi 15.000 de las 77.000 dosis disponibles se usarían en los menores de 60, por lo que en vez de 100.000 unidades más Euskadi necesitaría 115.000 sueros extra para completar las pautas. Además, ayer Osakidetza comenzó a citar a los 252 adolescentes dependientes o con patologías de riesgo para vacunarles cuanto antes, como recoge la actualización de la última estrategia vacunal.
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En el mes clave para el avance hacia la ansiada inmunidad de grupo, Euskadi afronta el final de la vacunación de los sexagenarios con una falta de las dosis prometidas, lo que obligaría a las autoridades a utilizar la misma vía que con los menores. Hace semanas Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, ya dejó caer que se podría adoptar la mezcla de dosis también entre los mayores, si bien Sagardui insistió ayer en que si el plan de envíos se cumple no habrá problema.
Ahora bien, estas remesas, que en las últimas semanas han sido irregulares y escasas, no están garantizadas. La falta de AstraZeneca amenaza el calendario vacunal, que desde ayer incluye a los grupos de 12-19 años, 20-29 y 30-39, pero la anglosueca no es la única firma que ha reducido sus envíos otra vez. Las 14.400 dosis de Moderna esperadas para el viernes llegaron el lunes y ha habido una nueva reducción del 12% sobre las vacunas previstas de Pfizer, con lo que se han recibido 112.320.
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Contratiempo con Janssen
Por si esto fuera poco, la farmacéutica Johnson & Johnson, que con su vacuna monodosis Janssen estaba llamada a ser la que revolucionaría la campaña, no cumplirá su objetivo de suministro a la Unión Europea durante el segundo trimestre del año, según explicó ayer un portavoz de la Comisión, después de que las autoridades sanitarias de Estados Unidos desecharan la semana pasada millones de dosis producidas en una fábrica de Baltimore por «contaminación» con otros compuestos. Según explicó la Agencia Europea del Medicamento (EMA) a la agencia Reuters, 17 millones de dosis que debían llegar a los 27 no podrán ser utilizadas. Euskadi todavía espera recibir las 6.100 dosis previstas antes del domingo.
«Mi amiga vacunada y yo sigo sin cita»
«Mi quinta está vacunada y yo sigo sin cita». «A mi amiga, que también es del 77, ya le ha llegado el SMS. Yo llamo a Osakidetza y me dicen que todavía no me corresponde la vacuna». Son conversaciones que corresponden a los últimos días, protagonizadas por quienes están en guardia para recibir el ansiado mensaje para la vacunación. Con la campaña ya avanzada en Euskadi -dos de cada tres vascos de más de 50 años ya tienen la pauta completa-, la expectativa por recibir el pinchazo crece. Pero los ritmos no son en todas las comarcas exactamente iguales. La estrategia avanza a buena velocidad: «vacuna que llega vacuna que se pone», incide Salud. Pero la realidad es que cada comarca inocula a su ritmo y la población quiere recibir su dosis cuanto antes para pode recuperar esa antigua normalidad. Pese a los intentos de igualar las dosis suministradas en cada OSI, existe un desajuste «puntual» por zonas, asumen fuentes consultadas, si bien insisten en que es mínimo y a final de cada semana se reportan las dosis inoculadas a Osakidetza, donde tras realizar el recuento, la siguiente semana equipara las entregas para asemejar los ritmos.
En cualquier caso, en la calle, las personas que están en edad de ser citadas se muestran preocupadas cuando ven a sus colegas con cita y ellos sin. En Lazkao, por ejemplo, parece que el ritmo es algo superior al de Donostia. Las personas nacidas en 1977, es decir, que tienen 44 años, ya han empezado a ser citadas e incluso vacunadas, aunque no sin problemas para encontrar hueco libre en el calendario. En el Bidasoa también parece ir todo fluido, con convocados también del 78.
En cambio, personas de esa quinta en Donostia ni han recibido el mensaje ni les dan opción de coger hora si llaman al ambulatorio. «Es imposible», se lamentan algunos nacidos en el 77 que han intentado buscar un hueco: «No hemos recibido el SMS ni tenemos activada la opción en la web. Si llamas por teléfono te dicen que todavía 'no corresponde a tu segmento'». Un desajuste, no obstante, que apenas se alarga unos días.
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