El miedo a una sexta ola lleva a Euskadi a pedir a los jueces permiso para exigir el pasaporte Covid

La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, fue la encargada ayer de dar a conocer las nuevas «directrices» para tratar de frenar este inesperado repunte de la epidemia, bautizado ya en varios países europeos como 'la ola de los no vacunados', al ser más intensa en aquellas zonas con menores tasas de inmunización.

La principal novedad es la repentina apuesta del Ejecutivo de Iñigo Urkullu por el pasaporte Covid (documento que certifica si una persona está vacunada, ha superado la enfermedad o tiene una prueba negativa reciente) como salvoconducto para poder entrar en determinados lugares. Tras haber rechazado esta posibilidad durante la pandemia, ahora la idea es, según explicó la responsable sanitaria, que el pase sanitario sea requisito indispensable para que cualquier mayor de 12 años pueda acceder a establecimientos de ocio nocturno, restaurantes con aforo superior a 50 personas, y lugares donde se desarrollen actividades musicales y de baile, como conciertos.

Ahora bien, ante las dudas legales y competenciales que suscita la medida, y dados los antecedentes con los diversos reveses que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha infligido a otras decisiones del Gobierno Vasco durante la crisis sanitaria, antes de implementar esta obligatoriedad el Ejecutivo autonómico solicitará autorización a los jueces para llevarla a cabo.

Si recibe el plácet, Euskadi se sumaría a otras comunidades donde ya se exige el certificado para entrar en bares y/o discotecas, como Galicia y Cataluña, y que piensan ampliarlo a otros ámbitos, como los hospitales en el caso gallego. Otras comunidades, como Navarra, Castilla y León o la Comunidad Valenciana también tienen en mente recurrir a esta medida .

A diferencia de buena parte de los países europeos, donde se ha generalizado la exigencia del documento para acceder a recintos cerrados, en España no ha ocurrido lo mismo por la ausencia de una legislación al respecto y por la confianza de las autoridades en que la elevada tasa de vacunación, más del 90% de los mayores de 12 años, lo haría innecesario.

Pero el repunte de la pandemia, que está ocasionando récords de contagios en varios países del centro y este de Europa y está barriendo el continente de este a oeste, ha metido el miedo en el cuerpo al Gobierno Vasco.

Ya el lunes el lehendakari mostró públicamente el cambio de criterio, al defender por primera vez esta medida y pedir al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, una decisión «uniforme» en todo el país sobre este asunto y la vacuna obligatoria. Ayer Sagardui ratificó que ahora el Gobierno Vasco sí quiere obligar a presentar el pasaporte Covid en los ámbitos señalados. La consejera mostró su confianza en que el TSJPV avalará la medida. A favor juega el fallo del Tribunal Supremo que en septiembre respaldó el pasaporte Covid en la hostelería de Galicia. Una medida que había sido rechazada por el tribunal autonómico gallego pero que el Supremo enmendó al considerarla «idónea, necesaria y proporcionada».

Una vez que el Gobierno Vasco presente un escrito con medidas cautelarísimas o cautelares, el TSJPV debería resolver en «3 o 4 días», según fuentes jurídicas, que consideran que tras la decisión del Supremo, es factible que esta vez el tribunal acepte la idea del Ejecutivo de Iñigo Urkullu.

La segunda medida propuesta por el Gobierno Vasco es la suspensión, a partir de hoy mismo, en los municipios cuyas tasas de incidencia acumulada superen los 150 casos, de todas aquellas actividades con alta afluencia de público en las que se prevea que no se podrá garantizar el cumplimiento de las medidas de prevención. En especial las de aquellas que lleven vinculada la ingesta de comida y bebida, lo que facilita el no uso de la mascarilla.

En este caso, el Ejecutivo deja la decisión en manos de los ayuntamientos. En Gipuzkoa, ayer superaban los 150 casos de incidencia 65 de los 88 municipios del territorio, entre ellos los 29 con más habitantes, como Donostia, Irun o Eibar. Entre los que tienen más de 5.000 habitantes solo se libran Oiartzun, Deba, Lezo, Zumaia y Urnieta. En total la población guipuzcoana afectada supera el 75%.

Así, están en el aire eventos como la Fiesta de la Alubia de Tolosa de este sábado, las ferias de Santo Tomás en varias localidades, o la Azoka de Durango, entre otras. Para más adelante, habrá que ver cómo evoluciona la pandemia para determinar si se celebrarán las carreras de San Silvestre o las cabalgatas de Navidad, por ejemplo.

En el caso de que el ayuntamiento en cuestión decida seguir adelante con el evento, habrá de reforzar las medidas preventivas aumentando el espacio destinado al público en aquellos lugares donde se prevean concentraciones, estableciendo pasillos de tránsito para facilitar el flujo ordenado de personas, delimitando los espacios destinados a la venta y consumo de alimentos y bebidas y, cuando sea posible, organizando las actividades en el exterior.

Para facilitar la labor de los gobiernos locales y concienciar a la población, Salud publicará el boletín epidemiológico dos veces por semana, los lunes y los jueves.