La mitad de las consultas en Atención Primaria ya son presenciales ante la evolución del Covid
Osakidetza recupera de forma progresiva la presencialidad en las citas de los centros de salud del territorio
PATRICIA RODRÍGUEZ
San Sebastián
Lunes, 24 de mayo 2021, 06:37
Los centros de salud recuperan de forma progresiva la atención presencial en las consultas gracias a la bajada de contagios de Covid. Aunque ... todavía las citas telefónicas tienen un peso importante, «en estos momentos la indicación desde la dirección de Osakidetza es que en la media de lo posible se tienda hacia un aumento de consultas presenciales y en algunas OSI ya estamos en un 50-50», explica el presidente de la Sociedad Vasca de medicina de familia y comunitaria Osatzen y médico de familia en el centro de salud Miribilla en Bilbao, Gorka Maiz. Aunque puntualiza que existe una gran variabilidad entre centros en este tipo de atención. «El ritmo y las indicaciones han sido diferentes en cada OSI y cada ambulatorio porque depende de si es grande o pequeño, urbano o rural… En función de esos aspectos se han ido configurando las agendas en las que en torno a la mitad de las consultas son presenciales», explica.
En la OSI de Debagoiena, por ejemplo, desde hace dos meses la agenda ya contempla 10 consultas presenciales al día, de un total de 25-30 citas diarias, lo que representa en torno al 35-40%. Para hacerse una idea, antes de la pandemia, en una agenda básica podía haber sobre 20-25 citas presenciales y 6 telefónicas. En la OSI de Debabarrena, también recibieron la indicación del Departamento vasco de Salud para aumentar el número de consultas presenciales a 10, que se suman a la veintena de telefónicas que se atienden a diario.
«No estamos ni formados ni entrenados para funcionar así; sí para hacerlo de forma puntual»
Gorka Maiz Presidente de de Osatzen
«Por teléfono se escapan cosas aunque para ciertas consultas es una herramienta muy útil»
María Jesús Arzuaga | Médica de familia
Para acceder a esas citas presenciales -actualmente están desactivadas en la web por el coronavirus- hay que pasar un 'checklist' telefónico. Según explica María Jesús Arzuaga, médica del centro de salud de Elgoibar y delegada sindical del Sindicato Médico de Euskadi (SME), «cuando el paciente llama, el personal administrativo realiza una serie de preguntas en cuanto a los síntomas, tiene fiebre, etcétera, para descartar que sea patología Covid» y una vez realizado ese cribado y después de valorarlo por parte de un profesional sanitario, «si el paciente quiere venir a la consulta, por supuesto que se le da cita», afirma la doctora, que observa cómo la ciudadanía «ha ido perdiendo un poco el miedo» a acudir al centro de salud. «Luego están los casos de personas a quienes por miedo, de tanto aguantar, han derivado en patologías más graves», porque hay consultas que necesitan ser presenciales, «como un dolor abdominal o articular, síntomas cutáneos, una masa…», detalla Arzuaga.
En Atención Primaria, el coronavirus ha originado 270.000 consultas presenciales y 221.000 telefónicas con un volumen aproximado de 160.000 positivos, según datos del balance del primer aniversario de la pandemia en Euskadi aportado por la directora general de Osakidetza, Rosa Pérez, el pasado 3 de marzo. El Covid-19 obligó hace un año a reorganizar toda la actividad asistencial en Euskadi, que quedó en suspenso el 15 de marzo de 2020. A partir de ese día se cancelaron las consultas presenciales en los ambulatorios y hospitales y también toda la cirugía programada -salvo la oncológica, la urgente y la de valoración indemorable-, decisiones que llegaron para atender los casos de coronavirus.
Riesgo de contagio
Las consultas pasaron a ser por vía telefónica para evitar que la ciudadanía acudiera en la medida de lo posible a los ambulatorios. El objetivo era evitar los riesgos de contagio. Los centros sanitarios se reconvirtieron a contra reloj durante lo más crudo de la primera ola para poder atender la avalancha de enfermos Covid. No había manos ni espacio suficiente para mantener consultas, operaciones, pruebas...
A partir del 2 de mayo de 2020, la desescalada permitió a Osakidetza comenzar de manera paulatina la vuelta a la actividad asistencial y a las consultas presenciales, hasta ahora relegadas a un segundo lugar, si bien el presidente de Osatzen aclara que «consultas presenciales ha habido durante todos estos meses, es cierto que durante una época a cuenta gotas, pero a todo aquel que ha sido necesario verle porque necesitaba una exploración física se le ha visto, siempre después de haberlo valorado el médico. Y las atenciones a domicilio no se han dejado de hacer en ningún momento cuando ha sido preciso». Con todo, considera necesario «recuperar la presencialidad e intentar que sea cuanto antes, sobre todo en Atención Primaria donde, por su esencia, la consulta presencial seguirá siendo la predominante y la fundamental» y calcula que será un proceso que irá a la par que el resto de medidas que se tomen a nivel social. En la misma línea se pronuncia María Jesús Arzuaga. «Nos gusta ver al paciente, explorarle... porque por teléfono se nos escapan cosas».
Para determinados colectivos, como «personas mayores o con dificultad para comunicarse por el tema del idioma», descolgar el teléfono e intentar explicar el motivo de su llamada no ha sido un camino de rosas y, a juicio de Maiz, el hecho de que «esta forma de trabajo haya predominado tantos meses ha supuesto una barrera en la accesibilidad sobre todo para las personas que más lo necesitan, pero también para el profesional sanitario. Porque accesibilidad no es inmediatez, sino atender las necesidades de la población en el tiempo y la forma adecuada». Y se explica.
Las claves
-
Reorganización El 15 de marzo de 2020 se suspendieron las citas presenciales y las operaciones no urgentes
-
En Atención Primaria El Covid ha originado más de 270.000 consultas presenciales y 221.000 telefónicas en un año
-
Criba A día de hoy no se permite coger cita presencial por la web; hace falta pasar un 'checklist' telefónico
«Nosotros no estamos formados ni entrenados para funcionar así; sí para hacerlo de forma puntual, como hacíamos antes de la pandemia, pero no para resolver la mayoría de las consultas. Nos supone un esfuerzo mayor, el comunicarnos, el obtener información y el lenguaje verbal te lo pierdes, no ves cómo entra ese paciente a la consulta, si cojea o no y para consultas que tienen que ver con lo emocional, como trastornos de ansiedad o depresión, muchas veces es necesario estar en vivo y poder mirar a los ojos, estar cerca. Además, en la mayoría de las ocasiones supone duplicar o triplicar el trabajo porque muchas consultas que en principio son telefónicas, acaban en una cita presencial».
No obstante, aunque la balanza se inclina hacia las atenciones en consulta, ambos sanitarios aclaran que «es una herramienta más que tiene su utilidad y por teléfono se pueden resolver muchas cuestiones, como resultados de pruebas, recaídas que necesitan la indicación de un ajuste, o recomendación de hacer alguna prueba, sin la necesidad de desplazamientos». «Y es más -añade Maiz-, hay cosas que enfermería o el propio personal administrativo pueden resolver de forma mucho más eficiente que un médico».
El presidente de Osatzen aclara que «no se trata de demonizar una consulta u otra sino de contar con cuantos más recursos mejor y que convivan todas estas fórmulas: videollamadas, mensajes de texto, emails... claro que todo esto necesita de recursos tecnológicos». De hecho, Osakidetza se planteó realizar de forma piloto consultas telemáticas a través de Zoom, según expuso el pasado marzo su directora general, Rosa Pérez.
«La función y formación de los administrativos es clave»
La Atención Primaria ha sido la primera barrera de contención para evitar saturación en los hospitales y su papel, fundamental en la detección precoz y control de la epidemia. «Además hacemos el seguimiento de los casos, entre enfermería y medicina de AP en los centros de salud y la mayoría no necesita pasar a otro nivel de atención», señala Gorka Maiz, al tiempo que destaca que «se tiende a poner el foco en los ingresados en planta o UCI pero el indicador que mejor predice lo que va a suceder es viendo cómo está a la AP. En cuanto empieza a rebosar lo siguiente es el hospital». Arzuaga añade que «cuando hay brote se nota. La gente llama más, se hacen PCR, hay que gestionar bajas... Estamos cansados. Por favor, que la gente se cuide», reclama.
Sobre cuándo se logrará una presencialidad del 100%, Maiz comenta que «a día de hoy no estamos en condiciones de abrir a una cita presencial libre a demanda». En este sentido considera «clave» la función y formación del área de administración, que son quienes realizan ese primer filtro y «el hecho de que no sean administrativos puros y duros sino de salud, sería un paso clave para funcionar mucho mejor».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión