«En la clase de mi hijo hay 5 positivos pero al resto de niños no se consideran contacto estrecho»
El nuevo protocolo reduce al máximo el cierre de aulas: en diciembre había 460 'gelas' clausuradas y este lunes casi ninguna
A finales de diciembre, justo antes de la vacaciones de Navidad, había 460 aulas cerradas en los centros educativos vascos, la inmensa mayoría de ellas de Educación Infantil y Primaria. Este lunes, casi el 100% han permanecido abiertas. Aunque en el Departamento de Educación consideran que la primera semana tras el parón navideño «no es muy referencial», esta semana ha arrancado «con muy pocas aulas cerradas, casi ninguna».
El nuevo protocolo sanitario en los colegios está reduciendo al máximo el cierre de aulas, lo que está provocando cierto desconcierto en más de una familia por el cambio de criterio en menos de un mes. Así, se ha pasado de enviar a casa a clases enteras por un positivo en la 'gela' a limitar los confinamientos preventivos de los escolares sin pauta de vacunación completa cuando hay contagios en las aulas. No obstante, estos menores sí han de guardar cuarentena si son contactos estrechos de casos positivos en el ámbito familiar o social, por lo que deben quedarse en casa 7 días desde el último contacto con la persona infectada.
Como últimamente en muchos hogares guipuzcoanos, en el de Laura Lobo también han recibido la visita de ómicron. «Ayer mi hijo de 3 años empezó con algunas décimas. Le hicimos un test casero y dio positivo», explica esta donostiarra que estaba sobre aviso «porque otros cuatro compañeros de 'gel'a habían dado previamente positivo el fin de semana. La semana anterior hubo otro caso en la misma clase'».
Con el paso de las horas, en casa han ido «cayendo uno tras otro. Primero mi hijo pequeño, que aún no tiene un año pero afortunadamente es asintomático, luego yo, que estoy con muy mal cuerpo, y al final mi marido también ha dado positivo». Una realidad en la que se verán identificadas bastantes familias guipuzcoanas.
Laura permanece en contacto con el resto de los padres de la clase de su hijo, que han estado en vilo todo el fin de semana. Y la sorpresa ha sido generalizada entre las familias cuando el centro escolar les ha remitido una nota de Osakidetza señalando que el resto de los alumnos pueden ir a clase. «Con 5 positivos a los demás compañeros de 'gela' no les consideran contacto estrecho. Ahora la responsabilidad se delega en los padres para que extremen la vigilancia los próximos 10 días por si apareciesen síntomas».
Esta madre tiene la sensación de que se ha pasado «del blanco al negro» en apenas un mes. «Recuerdo que en diciembre con un positivo en el aula nos dijeron que el niño tenía que quedarse en casa hasta que Osakidetza les hiciese un cribado«, explica. Era tal el colapso del rastreo que en la práctica la espera para la prueba diagnóstico se convirtió en un confinamiento de casi 10 días. «Ahora, los compañeros de clase de cinco niños infectados no son considerados contacto estrecho. En casa están todos haciéndose test. Algunos padres han decidido no llevar a sus hijos a clase y otros sí lo han hecho», señala.
Con el nuevo protocolo ya no se cierran las aulas de forma sistemática, y en caso de brote la red de vigilancia y rastreo «valora la realización de intervenciones adicionales». El Ministerio de Sanidad propuso que se tomara como referencia 5 o más positivos para considerar que hay un brote, «pero en el caso de la 'gela' de mi hijo, por ejemplo, no la han cerrado», comenta Lobo.
El consejero de Educación ha reiterado esta mañana en el Parlamento Vasco que la prioridad del Departamento que dirige es «garantizar la educación presencial». Bildarratz ha valorado que se haya logrado iniciar las clases con todas las aulas abiertas en un contexto tan adverso que ha llevado a que la tasa de incidencia acumulada haya crecido hasta los 6.900 casos de covid por cada 100.000 habitantes, frente a los 1.495 casos en los que se situaba este indicador antes de las vacaciones de navidades.
El consejero ha subrayado que ante el tsunami que ha supuesto la sexta ola se han reforzado la medidas preventivas para garantizar que las aulas sigan siendo entornos seguros. «Se han tomado tres medidas principales: el uso de la mascarilla también en el patio, volver a las aulas burbuja y también mantener las burbujas en las actividades extraescolares», ha subrayado.
Bildarratz ha recordado que un alumno ha de quedarse en casa si da positivo en coronovirus, si tiene síntomas compatibles con a infección por Covid-19 o si es contacto estrecho de un familiar que ha dado positivo o en el ámbito social. Este último punto también ha provocado cierto desconcierto en algunas familias, porque si un escolar no vacunado con la pauta completa es contacto estrecho de un positivo de un compañero de clase puede continuar yendo al colegio con normalidad salvo que presente síntomas, pero si es contacto estrecho porque su madre, padre o hermanos por ejemplo, o porque alguien con el que ha estado en una fiesta de cumpleaños o en una actividad extraescolar ha dado positivo, «entonces sí tiene que quedarse en casa y guardar aislamiento». Es decir, quedarse en casa 7 días desde el último contacto que tuvo con la persona infectada.
Bildarratz ha reconocido que los sucesivos cambios introducidos en los protocolos para adecuar las medidas a la evolución de la pandemia pueden generar «confusión», si bien ha recordado que con estas modificaciones se tratar de dar respuesta a «una situación muy especial y muy compleja».
Críticas de la oposición
En la comisión de Salud del Parlamento Vasco, Rebeka Ubera, de EH Bildu, ha denunciado la «confusión» generada por la sucesión de protocolos y las «contradicciones» del Gobierno Vasco a la hora de abordar la crisis sanitaria. Ubera ha criticado que el Ejecutivo se encuentra «totalmente superado», y ha considerado que las medidas adoptadas para dejar de notificar y recabar ciertos positivos es «especialmente preocupante».
Por parte de Elkarrekin Podemos-IU, Jon Hernández ha criticado las «serias carencias» y la «mala gestión» del Gobierno Vasco para combatir la pandemia en el sistema educativo. Además, ha censurado la «falta de previsión» a la hora de diseñar el reinicio del curso escolar, recoge Europa Press.
La parlamentaria de PP+Cs Laura Garrido ha afirmado que los padres y los centros de enseñanza están teniendo que «asumir responsabilidades que no les corresponden» ante la «inacción» del Departamento de Educación.
Por parte del Grupo Mixto-Vox, Amaia Martínez ha criticado que el Gobierno autonómico se limite a «hacer cosas para aparentar que se hace algo»
