Biogipuzkoa busca a 150 personas para monitorizar su exposición a diversos compuestos químicos
Se analizarán los niveles de metales, pesticidas o sustancias sintéticas que presentan estos sujetos a través de su ingesta alimentaria
Investigadores del Instituto de Investigación Sanitaria Biogipuzkoa y de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) buscan a 150 personas para analizar los niveles de ... un grupo de sustancias químicas prioritarias para la salud pública, identificar cuáles son las fuentes de exposición y evaluar el riesgo en salud así como evaluar en un futuro la efectividad de las políticas de reducción de contaminantes. El estudio se engloba dentro del proyecto PARC (Partenariado Europeo para la Evaluación de Riesgos de Sustancias Químicas, por sus siglas en inglés) en el que por primera vez se ha embarcado Euskadi, con la ayuda de la dirección asistencial de Osakidetza y el Departamento de Salud, gracias a la colaboración en múltiples niveles institucionales para alcanzar los mejores resultados posibles de política pública en salud.
Los biomarcadores son indicadores medibles de cambios en los sistemas biológicos, con diferentes niveles de complejidad biológica, tanto en lo que se refiere a la exposición a un compuesto como a sus efectos sobre el organismo o la población. Estados Unidos y Canadá llevan más de tres décadas con el sistema de vigilancia de su población. En Europa, en cambio, son pocos los países que lo tienen (Alemania, Bélgica y Francia son los ejemplos más claros). En España, en cambio, se han realizado muestreos puntuales en la población pero no de manera continua. Gracias al proyecto PARC, se ha creado por primera vez una red de laboratorios para dar respuesta a la biomonitorización humana en el viejo continente. 200 organizaciones de países europeos, entre los que se incluye el País Vasco, toman parte en este proyecto.
Los datos
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¿Qué es la HBM? Un sistema de monitorización ambiental a través de muestras biológicas.
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Objetivos. Conocer los niveles de sustancias químicas, identificar fuentes de exposición y evaluar la efectividad de las políticas de reducción de contaminación.
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¿A quién se busca?. 150 personas de 19 a 39 años que residan en Euskadi. Hombres y mujeres.
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¿Qué supone participar? Entregar una muestra de orina en el centro de salud, donde se realizará una extracción de sangre y el sujeto deberá responder a un cuestionario.
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¿Cómo participar? Llamar o enviar un mensaje al 681 914 403, o bien enviar un correo electrónico a la dirección parceuskadi.fme@ehu.eus.
El estudio persigue un triple objetivo, explica Aitana Lertxundi, investigadora del grupo de investigación de Epidemiología Ambiental y Desarrollo Infantil de Biogipuzkoa. Por un lado, «saber los valores de referencia que tenemos en nuestra población»; por otro, «crear una red de laboratorios europeos» donde se utilicen «los mismos criterios de calidad» y, por último, crear una metodología compleja relacionada con la evaluación de riesgos.
Para ello, Biogipuzkoa busca a 150 personas de entre 19 y 39 años que residan en Euskadi para biomonitorizar su exposición a diferentes compuestos químicos. ¿Cuáles? «Aquellos que la Unión Europea piensa que son prioritarios para la salud». Lertxundi habla de «metales, PFAS, sustancias que son repelentes al agua o al aceite como el teflón, el Gore-Tex... Es un contaminante que tiene alta persistencia, se encuentra también en las aguas, y sobre la que hay gran exposición a ella porque no se degrada fácilmente».
«Lo que interesa es ver cómo responde el cuerpo ante más de un contaminante a la vez para, en un futuro, poder tomar medidas»
Aitana Lertxundi
Investigadora en Salud Pública de las UPV/EHU y Biogopuzkoa
También se analizará la exposición a pesticidas no persistentes. «Lo que interesa es ver cómo responde el cuerpo ante más de un contaminante a la vez para, en un futuro, poder tomar medidas a nivel político», matiza. «Lo que nosotros nos esperamos es que los valores no sean elevados», vaticina la investigadora. «Lo que nos interesa», añade, «es, a poca dosis, el efecto que puedan producir en la población a largo plazo».
Es lo que se denomina biomonitorización humana (HBM) que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es un método para determinar la exposición humana a compuestos químicos o a sus efectos. Se trata de la base para identificar los factores relacionados con los niveles de contaminantes de la población, que permiten analizar la relación causa-efecto entre los contaminantes y la salud a lo largo del tiempo, identificar los grupos de población más vulnerables, identificar posibles fuentes de exposición y comprobar la eficacia de las políticas adoptadas para reducir o eliminar la exposición.
Muestras de orina y sangre
Los investigadores se encuentran en este momento en la fase de reclutamiento de los sujetos, un total de 150 personas. «Lo que se va a hacer es citarles en un ambulatorio cercano, donde tendrán que entregar una muestra de orina de la mañana y rellenar un breve cuestionario de 24 horas, porque muchos contaminantes se liberan en ese tiempo. Lo que nos importa es saber qué han comido y a lo que han estado expuestos para poder identificar bien la fuente de exposición», detalla Lertxundi. En el centro de salud también les realizarán una extracción de sangre.
Más adelante, se volverá a contactar con estas personas «para hacer otro cuestionario vía online, un poco más largo, para conocer sus hábitos de dieta, hábitos fuera de casa, etc.».
El muestreo se realizará entre octubre de este año y agosto de 2025, y los interesados pueden participar llamando o enviando un mensaje de WhatsApp al teléfono 681 914 403 o bien a través de la dirección de correo electrónico parceuskadi.fme@ehu.eus. «Necesitamos 37 sujetos por cada estación del año más o menos», explica. ¿La razón? La exposición a compuestos químicos varía durante el año. «Cambia totalmente, por supuesto. Sabiendo que la mayoría vienen a través de la dieta, depende mucho de lo que estemos comiendo en esa época del año. Es decir, ahora comeré más fresas, pero luego en invierno no».
Los primeros resultados del proyecto no saldrán a la luz hasta dentro de un par de años, como muy pronto. «Nosotros siempre decimos que con paciencia», dice entre risas la investigadora del departamento de Epidemiología Ambiental y Desarrollo Infantil de Biogipuzkoa. «Finales de 2026 o principios de 2027», admite.
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