Prohibida la pesca y venta de ostras de Arcachon tras varios casos de intoxicación en Navidad

Así, quienes tengan la costumbre de cruzar la frontera para hacerse con moluscos de esta zona deberán cambiar de planes hasta que no se levante la prohibición, que se producirá «tan pronto como la calidad sanitaria de los mariscos vuelva a ser plenamente satisfactoria», manifestó el prefecto Étienne Guyot en un comunicado. Este nuevo parón supone otro golpe más al sector que ya venía tocado por los daños producidos por las tormentas hace dos meses.

La prohibición de pescar y comercializar comenzó el pasado miércoles tarde tras constatarse «varios casos de infecciones tóxicas alimentarias colectivas», cuyos síntomas son similares a los de una gastroenteritis aguda. Después de conocer «las conclusiones unánimes de los miembros del departamento de Salud departamental», y hablar con representantes del sector, el prefecto decidió paralizar temporalmente «las actividades de pesca, recolección y comercialización destinadas al consumo humano de mariscos de la cuenta de Arcachon, incluido el Banco de Arguin». Un veto que se extiende a la pesca recreativa.

Los servicios estatales, según informa el Sudouest, «están realizando investigaciones de trazabilidad, pero varios informes indican que se trata de ostras de la cuenca de Arcachon». Y añaden que «los análisis realizados en ostras cultivadas en la cuenca de Arcachon confirman la presencia de norovirus».

Además han solicitado la retirada de los lotes que hay de este apreciado marisco. «Los lotes de mariscos recolectados o pescados en estas zonas deben retirarse de la venta», explican desde la prefectura. Y piden a los consumidores que posean «mariscos de estas zonas» que no los consuman y los devuelvan al punto de venta.

El Comité regional de Marisquería (TVBA) subraya que «la salud y la seguridad de sus consumidores siguen siendo la prioridad absoluta de la profesión». Por su parte, los ostricultores de la cuenca de Arcachon dan prioridad a la seguridad de los consumidores. «Evitar que las ostras contaminadas acaben en el plato es una prioridad para los profesionales», dicen, aunque lamentan las consecuencias «muy graves» que esta paralización tendrá para el sector tras las tormentas producidas hace dos meses.

A este lado de la muga no hay constancia de ningún caso, según fuentes de Salud Pública del Gobierno Vasco, que afirman que «se mantienen atentos». En cuanto a los comercios especializados en la venta de ostras se muestran «tranquilos», dice Joaquín Solbes, con respecto a la venta de cara a Nochevieja. «Nosotros vendemos ostras de alta calidad de la zona norte, de Bretaña y Oleron, y no hay ningún problema. Además los controles para este tipo de moluscos son muy estrictos», asegura el gerente de Solbes en Donostia.