El trazado de la 'Y' vasca estará terminado en 2025 tras diecinueve años de obras
El Gobierno central pone fecha al final de las labores y, a falta de colocar vías y catenaria, allana el camino hacia la inauguración
Octavio Igea
Miércoles, 31 de enero 2024, 15:16
La primera piedra de la 'Y' vasca se puso en el entorno de Vitoria en septiembre de 2006. Y si las previsiones que maneja el ... Gobierno central se cumplen, el trazado quedará rematado durante «el primer semestre» del año que viene. Por primera vez desde que arrancaran las tortuosas obras de la alta velocidad en Euskadi, este miércoles se marcó una fecha para el final de la ejecución de la plataforma que utilizará el TAV. El encargado de anunciar que el proyecto ha entrado en una «larga recta final» fue el secretario de Estado de Transportes, José Antonio Santano, durante un acto en Bilbao.
La culminación del trazado es un hito muy considerable, pero en ningún caso es el final de las obras de la 'Y' vasca. Aún queda tajo para rato. Vayamos por partes: una vez quede culminado el recorrido, tocará instalar la llamada superestructura: vías, catenaria, señalética, sistemas de seguridad... convertir el hormigón en una línea ferroviaria con capacidad para que los trenes pasen a una velocidad máxima de 250 kilómetros por hora. Será después de eso, y de que se realicen los viajes de prueba y de formación de maquinistas, cuando el TAV podría ser inaugurado, aproximadamente dentro de aproximadamente dos años. Es la estimación con la que trabajan las instituciones.
La llamada nueva red ferroviaria vasca tiene una longitud de 175 kilómetros, 94 corresponden al ramal Bilbao-Vitoria y los otros 81 al que surca Gipuzkoa. Más de la mitad del trazado discurrirá en túnel y en la parte que queda a cielo abierto se han ejecutado 44 viaductos. La inversión necesaria para desarrollar la obra superará los 4.000 millones, según adelantó el propio Santano. La escarpada orografía de la comunidad autónoma hace que el trazado que utilizará el TAV esté considerada la obra «más compleja» de cuantas se han hecho en España durante los últimos 30 años para desarrollar la red de alta velocidad.
Durante los primeros años los trenes atravesarán la 'Y' vasca sin que estén listos los accesos a Bilbao y Vitoria ni el soterramiento de sus correspondientes estaciones. Estos son proyectos cuya ejecución se va a prolongar durante la próxima década, sin que exista un plazo concreto porque, sencillamente, aún no hay ni proyectos definidos.
Cuando se dé la inauguración, la terminal de la capital alavesa estará empezando a remodelarse, aunque no dejará de recibir trenes. El caso vizcaíno es diferente: la complejidad que supone la ejecución del túnel que llevará el TAV hasta Abando y la reforma de la estación van a obligar a ejecutar un apeadero provisional en Basauri. Estará en funcionamiento durante al menos un lustro.
La del TAV es una historia de retrasos y de fechas de inauguración incumplidas –una decena se han fijado desde que el proyecto empezó a diseñarse–. A las dificultades técnicas que ha venido presentando la obra 'per se', deben añadirse el boicot de la izquierda abertzale y la amenaza de ETA, el impacto de dos crisis económicas, la pandemia y los numerosos cambios de Gobierno registrados en Madrid, incluidos los periodos de transición. En un intento por blindar las obras y acelerarlas en la medida de lo posible, el Ejecutivo autonómico consiguió años atrás que el central le permitiese desarrollar el ramal guipuzcoano. Este periódico anunció el pasado octubre, que esta parte del trazado quedará culminada enseguida, a finales de febrero.
Primero, Gipuzkoa
El plazo fue confirmado este miércoles por el consejero vasco de Transportes. Iñaki Arriola ofreció una conferencia en el Foro Nueva Economía en el que contó con la presencia de Santano. Ahí aprovechó el secretario de Estado para anunciar que el trazado de Bizkaia y Álava, el que ejecuta directamente el Ejecutivo central, también está a punto de quedar culminado. Hace apenas unos días, el ministro de Transportes, Óscar Puente, ya avanzó que de los 16 tramos en los que se dividió el recorrido quedaban 4 por rematar.
Los más retrasados son los del nudo de Bergara. Se trata del eje que unirá todo el recorrido, una compleja obra en la que deben superponerse viaductos y túneles a diferentes niveles para dar paso a los trenes que vayan hacia Bilbao, Vitoria y San Sebastián. Fuentes conocedoras del proyecto confirman que las obras avanzan y que aunque «habrá que correr» es factible tenerlos terminados para el primer semestre del 2025.
Tanto Santano como Arriola coincidieron este miércoles en celebrar que la inauguración del TAV supondrá un «avance» muy significativo para la conectividad del País Vasco. Eso, pese a que por la 'Y' vasca empezarán a pasar los trenes sin que exista enlace de alta velocidad hacia Francia y Madrid. En el primer caso, el Gobierno galo no pretende ejecutarlo hasta 2040. En el segundo, la previsión es que las obras de la conexión Vitoria-Burgos, arranquen en 2026 como muy pronto.
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