David Rodrigo, detective.

Un detective recuerda el caso de una madre que buscaba determinar la paternidad de su hijo: «Al final era del tercero»

David Rodrigo, detective de la agencia DRC, explica los casos que tratan en su profesión con más frecuencia

J. F.

Viernes, 1 de agosto 2025, 13:02

La imagen hollywoodense del detective privado, inmerso principalmente en casos de infidelidad, dista mucho de la realidad operativa de estos profesionales en España. David Rodrigo, detective criminólogo y fundador de la agencia DRC Detectives, ha ofrecido su perspectiva sobre este trabajo en una entrevista con David Jiménez, desvelando que las investigaciones de infidelidad no son, «ni de lejos», el grueso de sus encargos, un tema de vigente actualidad tras la 'kisscam' de Coldplay que reveló la relación de una pareja. Además detalla en este programa de 'El director', la complejidad y las implicaciones de las pruebas de paternidad, de las que también se encargan las agencias de detectives.

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Infidelidades, cada vez menos investigadas

En contra de la creencia popular, David Rodrigo asegura que «el 80% de nuestros clientes son empresas». Las investigaciones de infidelidad, según este detective «han descendido bastante a nivel general». Antiguamente, era común que algunos despachos publicitaban este tipo de servicios, pero esa tendencia ha cambiado drásticamente en los últimos años.

Rodrigo atribuye esta disminución a una razón fundamental: la falta de «rendimiento económico». A diferencia de una investigación laboral donde se busca evitar una indemnización considerable por un despido procedente, en un caso de infidelidad «realmente simplemente lo que buscas es información pero no generas un rendimiento económico». Además, en muchas ocasiones, los afectados «prefieren no saberlo». El detective prefiere trabajar con empresas, aunque si alguien cercano con un problema familiar solicita el servicio, lo realizan, aunque reconoce que son «temas de fondo emocional» que generan una «responsabilidad extra».

La época con más infidelidades

Un dato curioso que comparte Rodrigo es el «pico importante de contrataciones por infidelidades» que se produce durante las Navidades, especialmente por las cenas de empresa, donde surgen sospechas sobre el comportamiento de la pareja con compañeros de trabajo. A pesar de la carga emocional, el hecho de que alguien sea fiel o infiel «no tiene repercusión jurídica ni económica en un divorcio en cuanto al reparto de bienes». No obstante, la inversión en información sí tiene un valor emocional significativo, y según explica, a menudo se contrata a un detective para «demostrarle a sus hijos que quien ha roto una relación de 30 años de casados no soy yo, sino tu papá».

Especialistas en pruebas de paternidad

Dentro de la diversidad de servicios que ofrece un detective privado, la recogida de desechos biológicos y muestras forenses es una especialización particular de la agencia de David Rodrigo, influenciada por su formación en criminología y criminalística. Este tipo de trabajo, que puede incluir la recolección de una colilla o una muestra de orina en un callejón para detectar sustancias estupefacientes, también se aplica a las pruebas de paternidad, según detalla.

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Rodrigo afirma que los casos de paternidad dudosa son «comunes». Una de las principales razones detrás de estas dudas es la sospecha de «infidelidad de que en el momento de que ha nacido tu hijo, tu pareja en ese momento ha estado con varios hombres». En estos casos, el objetivo de la prueba de ADN no es solo obtener una respuesta, sino «generar una duda razonable en el juez para que luego obligue al investigado a que se haga una prueba de paternidad de oficio ya solicitada por el juzgado».

El caso con tres posibles padres

En un caso que ilustra la complejidad de las dinámicas familiares, David Rodrigo recuerda el caso de una madre que acudió a su despacho con serias dudas sobre la paternidad de su hijo. Esta clienta barajaba la posibilidad de «tres posibles padres». Aunque la estrategia inicial de la agencia fue investigar al candidato con más probabilidades, según la mujer, el desenlace resultó inesperado: «al final era el del tercero», es decir, aquel a quien se le atribuían «menos posibilidades de ser el padre de su hijo».

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La agencia de Rodrigo incluso ofrece un servicio más directo en el padre puede acudir a su despacho con el niño, y «directamente le hacemos una prueba rápida de saliva de cada uno y lo mandamos al laboratorio». La comunicación de los resultados, especialmente si son negativos, «no es fácil» y genera mucha ansiedad en los clientes, explica el detective. La fiabilidad del laboratorio es total, pero el detective subraya que «la clave de todo esto es la cadena de custodia que puede provocar, si no se hace bien, un defecto de forma que tira la prueba».

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