Baiona reprocha que se echaran farolillos al cielo y limitará su venta el próximo sábado

El espectáculo de los farolillos navideños de Baiona fue noticia ayer. El acto había levantado mucha expectación de por sí, porque se trata del último año que se va a celebrar por motivos ambientales y también de seguridad. El ayuntamiento retrasó en principio la actividad de siete y media a ocho de la tarde debido a las condiciones meteorológicas, sobre todo por el fuerte viento sur.

Pero cuando llegó la hora, y pese a que se advirtió desde la megafonía que no se echaran los farolillos, muchos visitantes no pudieron resistirse a la tentación. Y los farolillos empezaron a volar...

Este primer acto de las linternas ha coincidido con el Puente de la Constitución, festivo a este lado de la muga, por lo que muchas familias optaron por desplazarse hasta Baiona para disfrutar del espectáculo, muy vistoso y multitudinario.

Allí había muchos guipuzcoanos pero también vizcaínos y, lógicamente, franceses. Sobre las ocho de la tarde hacía viento y también llovía, según han relatado a este medio varios testigos situados junto al río Nive, pero muchas personas optaron por lanzar las linternas. Poco a poco, el cielo se fue llenando de esas luces.

Este domingo el alcalde de la ciudad labortana, Jean-René Etchegaray, en declaraciones a la radio pública vasca, ha reprochado la actitud a aquellos visitantes que ayer hicieron caso omiso a las advertencias por megáfono de las instituciones y decidieron lanzar los farolillos al aire. Además, de cara al próximo sábado, que será el último para presenciar en directo este espectáculo, ha anunciado que el ayuntamiento «fijará un límite para la venta de las linternas».