Óscar, junto a Paula, disfruta de la baja por paternidad tras la llegada de su segundo hijo. USOZ

«es un gran avance para el cambio de hábitos dentro de la pareja»

Las familias de Gipuzkoa reciben con optimismo el futuro permiso paterno

Estrella Vallejo

San Sebastián

Jueves, 22 de marzo 2018, 06:34

Los parques infantiles del Gipuzkoa fueron ayer por la tarde un hervidero de reacciones sobre la medida propuesta por el Gobierno Vasco de sumar 12 semanas a las cuatro actuales de baja por paternidad, no solo a los trabajadores de organismos públicos, sino también a los que trabajan por cuenta ajena.

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Claro que cada situación personal es un mundo y mientras que aquellos que acaban de estrenarse en la paternidad o que han incluido un nuevo miembro a sus familias se lamentan de no poder acogerse a esta medida «por los pelos», las parejas que ahora se encuentran en pleno periodo de gestación cruzan los dedos para que el procedimiento administrativo sea fluido y pueda coincidir con el nacimiento de la criatura en tiempo y forma.

A Oscar, por ejemplo, no le quedará más remedio que ver el toro desde la barrera. Hace una semana que ha nacido su segundo hijo, Markel, por lo que se encuentra en sus primeros días de baja por paternidad de las cuatro semanas que le corresponden. «Aunque no me vaya a tocar disfrutar de esa medida me parece muy positiva», asegura el donostiarra mientras se queda pensativo echando cuentas en el parque de la plaza Cataluña de Donostia. «Así que eso significa que se podría retrasar hasta los 8 meses la guardería de los niños, ¿no? La verdad que eso facilitaría las cosas a muchos padres».

Recuerda cuando nació su hija mayor que, como muchas parejas, tuvieron que recurrir a los abuelos y otros familiares. Ahora, con el segundo, «mi mujer se va a coger excedencia porque con dos el escenario se complica y de esta forma va a poder pasar tiempo con ellos», indica.

Es, precisamente, en ese aspecto en el que considera que la propuesta permitirá seguir avanzando en el «cambio de hábitos», porque no solo será el padre el que se quede a cargo del cuidado del bebé alrededor de dos meses –ya que las cuatro semanas restantes sí se le permite coincidir con la baja por maternidad–, sino que además propiciará que muchas mujeres puedan compatibilizar sus trabajos con la maternidad.

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Igualar a los funcionarios

Una visión similar tiene David. Mientras su hija Martina de 3 años se tira por el tobogán una y otra vez, él destaca como aspecto primordial de la nueva medida que se pueda retrasar la entrada en la guardería de los pequeños hasta los ocho meses.

Pero si los dos protagonistas anteriores miran cómo pasará de largo esta opción ante ellos sin poder aferrarse a ella, en el caso de Aitor, «ni siquiera me la planteo», indica. La propuesta le parece una «maravilla», pero rápidamente se apresura a aclarar que él es autónomo, por lo que ni se plantea llegar a acceder a nada similar. Mientras sigue los pasos de su hijo Jukka con el rabillo del ojo, indica que cuando nació el crío hace dos años tuvo que destinar su mes de vacaciones a su cuidado. Y con una mezcla de enfado y hartazgo denuncia que en el mundo de los trabajadores por cuenta propia «habría otras cuestiones más prioritarias si cabe, como las bajas por enfermedad, pero si no trabajo no cobro, y de momento para eso no hay solución».

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David vigila a su hija Martina. USOZ

Junto a los columpios, se encuentran Nagore, Claudia y Enara, balanceando a Lucía, de 8 meses, hija de la tercera de ellas. En el caso de Enara echaron cuentas «y las opciones eran pagar una guardería a 320 euros al mes o pagar la cuota de autónomos. Y nos salía más rentable que me cogiera una excedencia», indica la joven. En cualquier caso, apuntan sus amigas que ven favorable que se igualen las condiciones, «al menos en esta cuestión», a la del resto de funcionarios.

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