Las emisiones de gases de efecto invernadero se reducirán este año en Euskadi entre un 5 y un 10%

El consejero de de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda, Iñaki Arriola, ha adelantado en la presentaciòn de los resultados del Inventario de Gases de Efecto Invernadero de 2018 que ha tenido lugar esta mañana que durante los meses de marzo y abril también la atmósfera ha podido tomarse un respiro, ya que en Euskadi se han reducido de forma muy sustancial las emisiones de gases de efecto invernadero: un 20% en marzo y hasta un 40% en abril, si las mediciones realizadas se comparan con las de los mismos meses de 2019.

Dado que a medida que se vuelva a la normalidad las emisiones también se irán incrementando, prevén que finalmente el impacto positivo del Covid-19 en el medio ambiente en el conjunto del año se traducirá en una reducción de emisiones de entre el 5 y el 10%.

Y, tanto en la reducción como en el incremento de las emisiones el principal agente será el transporte, sobre todo el vehículo de uso privado, que se revela como el punto negro en el esfuerzo de la CAV por alcanzar los objetivos en esta materia. A nivel comunitario esos objetivos marcan una reducción de las emisiones del 40% para 2030 y la neutralidad climática para 2050; es decir, que todo lo que se emita sea compensado con una absorción equivalente.

Antes de entrar a desgranar los datos correspondientes a 2018, y apoyándose en los relativos al comportamiento ese año del sector industrial, que compatibilizó la reducción de emisiones con el incremento de la actividad, Iñaki Arriola ha destacado que, para paliar los desastrosos efectos económicos y sociales de la pandemia, «es necesario ponerse en marcha, pero es fundamental hacerlo en clave sostenible, avanzando en la descarbonización de la economía, algo que ya están planteando iniciativas a nivel europeo que propugnan una recuperación verde».

Además de facilitar los datos relativos al impacto medioambiental de la situación de emergencia que ha provocado el Covid-19, Iñaki Arriola, que ha comparecido acompañado por la viceconsejera de Medio Ambiente, Elena Moreno, ha destacado que, después de los malos resultados de 2017, el inventario de emisiones de gases de efecto invernadero de 2018 «vuelve a estar en la senda de alcanzar los objetivos establecidos».

Así, si el cálculo se realiza en base a las emisiones por unidad del PIB los datos de 2018 reflejaron un descenso del 26% con respecto a 2005, que es cuando se adoptó el plan para ir reduciendo progresivamente la emisión de estos gases directamente vinculados al calentamiento del planeta, y del 52% respecto a 1990. Si la comparación se realiza con respecto al año precedente, el 2017, la reducción fue del 4%, situándose, en valores absolutos, en 18,9 millones de toneladas.

La viceconsejera Moreno ha apuntado un dato preocupante relacionado con esa cantidad de emisiones, así como con la necesidad de ir avanzando hacia la neutralidad, ya que en 2018 solo se absorieron 1,9 de toneladas. Moreno ha destacado que la superficie de Euskadi es demasiado pequeña como para confiar en el efecto de las plantaciones de árboles como medio para ir acortando esa distancia, por lo que es seguir reduciendo emisiones es la apuesta más segura. En cualquier caso, por pequeña que sea la cantidad, la absorción ha sido posible gracias al cambio de usos de la tierra y la silvicultura.

A la hora de valorar los datos de 2018, Arriola ha destacado el hecho de que esa reducción se produjo en un período de crecimiento de la actividad económica, con un incremento del PIB del 3%, «lo que demuestra que el desarrollo económico y la reducción de emisiones no son incompatibles». .

Las emisiones de Gases de Efecto Invernadero descendieron en 2018 de forma generalizada en casi todos los sectores. Los sectores residencial y servicios fueron los únicos que registraron un incremento. No son dos sectores con demasiado peso en el conjunto, ya que emiten el 7% de los gases de efecto invernadero, llegando al 17% si se toman en consideración las emisiones asociadas a la electricidad que consume (emisiones indirectas) este porcentaje aumentaría hasta el 17%.

Los sectores con mayor contribución al inventario de emisiones de GEI, son el sector energético, transporte e industrial. Suman entre los tres el 85% de las emisiones. El comportamiento de los distintos sectores económicos ha sido sin embargo desigual: los que más han reducido sus emisiones son el sector industrial y el energético.

En el sector energético, que representa el 34% de las emisiones, descendieron un 5%, debido fundamentalmente a la menor emisión en el sector eléctrico. El consumo final de electricidad se ha incrementado en un 2%, especialmente debido a la industria. Respecto al año 2005 las emisiones en este sector se han visto reducidas en un 40%.

El sector transporte supone también el 34% de las emisiones, siendo la segunda mayor fuente de emisiones en la CAV. Aproximadamente el 96% de las emisiones de este sector están asociadas al transporte por carretera. Las emisiones del sector transporte han disminuido un 1% en 2018. Sin embargo, respecto al año 2005, han aumentado un 15%, siendo principalmente los turismos los responsables de este aumento.

El sector industrial representa el 18% de las emisiones del Euskadi, aunque si se consideran las asociadas a la electricidad que consume este porcentaje aumentaría hasta el 31%. Las emisiones directas en 2018 se han visto reducidas en un 9% con respecto al año anterior. Desde el año 2005 las emisiones han descendido en un 38%, y respecto al año 1990 un 53%, «lo que es una muestra de la transformación que se ha producido en este sector», según han destacado.