La universidad se enfrenta al reto de dar relevo a los docentes y lograr más recursos para I+D
Educación ha eleborado un detallado diagnóstico de los trece campus vascos para elaborar un plan que regirá el sistema hasta 2022 y al que se destina 1.411 millones
Teresa Flaño
Lunes, 24 de junio 2019, 06:22
El Sistema Vasco Universitario (SUV) es un conjunto que incluye a la Universidad del País Vasco, Universidad de Deusto y Mondragon Unibertsitatea. El Gobierno ... Vasco ha aprobado recientemente un plan para que durante cuatro años sirva como «marco de referencia para el desarrollo y la transformación de la sociedad vasca a través de la formación superior, la investigación de excelencia y la transferencia de conocimiento». Previamente, para conocer en profundidad este ecosistema, se ha elaborado un studio para detectar sus carencias y sus virtudes. Entre las primeras destaca el envejecimiento de sus docentes, el incremento de las tasas de abandono y la oferta limitada de titulaciones dobles. En los puntos fuertes sobresale la alta formación de la comunidad universitaria.
El objetivo final de este plan es propiciar un nuevo marco de actuación y financiación, que promueva la estructuración del Sistema Universitario Vasco a través de una transformación que potencie y resalte la singularidad de cada una de las universidades que lo componen, respetando las particularidades y la autonomía de cada una de ellas. En total se invertirán para su desarrollo 1.411 millones de euros, 124 más en el plan anterior.
La Ley del Sistema Universitario Vasco, que data de 2004, recoge que necesariamente tiene que haber un elemento de planificación. Empezaron siendo acciones concertadas, con el Gobierno Vasco aportando unas cantidades y las universidades proponiendo acciones sin una estrategia de futuro. La evolución de esos planes ha llevado a diseñar una política estratégica de inversión de recursos públicos en línea con las necesidades de un sistema universitario vasco desde una perspectiva global.
El SUV está formado por tres universidades, 13 campus repartidos en tres territorios históricos y 34 facultades, escuelas y centros adscritos. Moviliza una comunidad de casi 56.000 estudiantes y más de 9.000 profesionales repartidos entre unos 6.800 de Personal Docente e Investigador (PDI) y más de 2.500 de Personal de Administración y Servicios, según los datos con los que se ha trabajado para realizar el informe y que corresponden al año 2017.
Elementos de valor
De entrada se constata que la comunidad universitaria vasca cuenta con cuatro «elementos de valor» especialmente significativos y que le dotan de unos sólidos cimientos. Uno de ellos es la denominada 'formación de capital humano' que «posibilita que Euskadi lidere a nivel europeo los rankings de población con estudios superiores» con el 53,8% de la población entre 25 y 64 años de edad, con más de 640 doctores. Otro de esos pilares es la producción científica, con la generación de 3.679 publicaciones anuales en Scopus en el años 2017 y una participación del 61% en la producción científica del país.
La investigación y desarrollo es otro de los ingredientes de la fórmula, con una ejecución de I+D equivalente al 0,27% del PIB. También se encuentra la transferencia, con más de 2.450 investigadores participando en proyectos con empresas y otras organizaciones y generando 30 empresas de base tecnológica en 2017.
Los datos
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El Sistema Vasco Universitario está formado por 3 universidades, 13 campus repartidos en los tres territorios históricos y 34 facultades, escuelas y centros adscritos
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El 53,8% de la población con edades comprendidas entre los 25 y los 64 años tiene estudios superiores.
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El 75,3% de los créditos ofrecidos por las universidades vascas se puede estudiar en euskera
Además, hay otro impacto clave que le diferencia de otros sistemas universitarios, el impulso del euskera en todos los ciclos formativos superiores, con una oferta de créditos en lengua vasca que alcanza el 75,3% del total de créditos ofrecidos en las titulaciones de grado en las que en 2017 se encontraban matriculados el 46,5% de los estudiantes.
El análisis realizado para la elaboración del Plan del Sistema Universitario 2019-2022 ha detectado una serie de debilidades en el ámbito de la formación: oferta limitada de titulaciones dobles y conjuntas; incremento de las tasas de abandono, tanto en estudiantes de grado (del 15% al 16,2%), como de máster (del 4,9 al 5,1), porcentaje limitado de créditos ofrecidos en idiomas no oficiales y porcentaje limitado de alumnos internacionales en los estudios de máster.
Respecto a la investigación, los puntos negros del SUV se encuentran en el retroceso de la captación de recursos estatales destinados a la I+D, la baja proyección internacional de la investigación realizada en determinadas áreas y el envejecimiento del Personal Docente e Investigador con las consiguientes dificultades para afrontar el relevo generacional.
Asimismo se destacan las limitadas conexiones con agentes locales, estatales e internacionales, la también limitada presencia y visibilidad internacional y la ausencia de los agentes del SUV en puestos de liderazgo en los rankings.
Por el contrario, sus fortalezas en el aspecto formativo son el alto nivel educativo de la población, la amplia oferta formativa en idiomas oficiales, y sostenible en el tiempo, que cubre la mayor parte de la demanda, la experiencia contratada en la oferta de formación en los dos idiomas oficiales, el alto nivel de empleo de los egresados y las altas tasas de rendimiento, éxito y evaluación en estudios de grado y máster.
Los aspectos positivos del SUV en la investigación que se recogen en el informe son dos: la alta capacidad de generación de doctores y el número elevado de grupos de excelencia.
En cuanto a su estructura, el sistema destaca positivamente por su variada composición con universidades de distinta naturaleza y especialización; el alto presupuesto y gasto por cada alumno, las infraestructuras e instalaciones competitivas; el alto porcentaje de PDI y PAS con perfiles lingüísticos acreditados; el incremento del porcentaje del PDI acreditado en idiomas no oficiales y la mejora de la formación del alumnado en idiomas no oficiales.
El reto demográfico
En el futuro del sistema universitario del País Vasco hay una serie de nubarrones que pueden complicarlo. Uno de ellos es intrínseco a la deriva de la sociedad actual: la evolución demográfica conllevará una menor demanda de estudios universitarios. Pero también hay otros como la falta de planificación para un adecuado relevo generacional, la falta de vocaciones científicas y tecnológicas, especialmente para el colectivo femenino; una política de personal constreñida por un estricto marco legal y financiero y el aumento de las desigualdades por razones económicas, sociales y de género.
Las amenazas en la formación se centran en la deslocalización de estudiantes hacia otros sistemas universitarios, el incremento de la demanda de aprendizaje no formal, la ausencia de estrategias institucionales sobre nuevas tendencias, universidades estatales e internacionales con oferta de grado y posgrado en modalidad on line y en inglés y de formación continua.
La investigación también se enfrenta a obstáculos como la reducción de recursos a nivel estatal, la insuficiente colaboración con otros agentes para afrontar proyectos de gran envergadura o las barreras estructurales que dificultan la participación en el mundo científico.
Esta situación también plantea una serie de oportunidades para que el Sistema Universitario Vasco y la sociedad en general se desarrollen. Una de las alternativas que se plantean es aumentar las relaciones de las facultades con otras instituciones relacionadas con la Formación Profesional. El aspecto formativo pasa por un aumento de la demanda de idiomas no oficiales y el impulso a las titulaciones con orientación internacional y, por una de las apuestas de los últimos años por parte del Gobierno Vasco, la consolidación de la formación dual.
El informe también aboga por aprovechar la presencia de las empresas innovadoras en el territorio para aumentar las relaciones entre la la universidad y el tejido empresarial. Uno de los vehículos para acercarlos pueden ser los exalumnos.
El Plan del Sistema Universitario vasco fija que al término de este año el porcentaje de la población entre 24 y 64 años con educación terciaria debe ser del 55% y alcanzar el 56,2% en 2022. También establece la necesidad de que las mujeres ganen terreno en la comunidad universitaria, de forma que ocupen el 52% de las plazas de Profesorado Docente Investigador, lo mismo que sucede con el número de alumnas dentro del total de estudiantes que se fija en un 52%.
Las mujeres que estudian carreras enmarcadas en la STEAM suponían en 2016 un 32,5% del alumnado. El Plan establece que para el final del su vigencia debe alcanzar el 52%.
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