El conflicto en la concertada apunta a la mediación tras una propuesta «final» que los sindicatos creen inaceptable
Los sindicatos mantienen las seis huelgas convocadas hasta fin de curso al considerar insuficiente la propuesta
El conflicto en la escuela concertada de iniciativa social sigue enquistado y sin resquicios que vislumbren un acuerdo en la mesa de ... negociación. No al menos antes de que la próxima semana los alumnos, más de 90.000 en toda Euskadi, vuelvan a quedarse cuatro días sin clase, o por lo menos sufran alteraciones en su rutina escolar, ante la convocatoria de huelga que todos los sindicatos mantienen de forma unánime. Las expectativas puestas Este lunes sobre la nueva reunión que Kristau Eskola, la patronal, ha mantenido con la parte social desde enero, y sobre la propuesta «definitiva» que les trasladó, han decaído tras dos horas de encuentro. «Decepcionante», han coincidido las cinco centrales reunidas, que sitúan en la pretensión de vincular el salario de los profesores a la financiación pública de la educación concertada una línea roja que no van a traspasar. Vistas las posiciones, que Kristau Eskola ve «del todo inviable» mejorar, la situación apunta cada vez con más fuerza a la necesidad de una mediación externa por parte del Gobierno, «herramienta» a la que algunos sindicatos ya han aludido –ELA, mayoritaria, siempre se ha mostrado en contra–, los padres han apelado y la propia patronal ha abierto la puerta: «Nunca nos hemos negado a una mediación», ha aseverado el director general de Kristau Eskola, Mikel Ormazabal.
La patronal hizo pública la «propuesta definitiva» que planteó a los sindicatos. Un documento, refrendado por «la junta directiva y ratificado en asamblea ordinaria», y sobre el que dio a entender, es el último cartucho. «Es del todo inviable sumar ninguna mejora más a la propuesta definitiva que hoy presentamos», advirtió Ormazabal. Pero para los sindicatos, esa propuesta «final» apenas contempla «modificaciones» respecto a la última planteada en navidades, y se «enroca» en ligar los salarios a la financiación pública que la red concertada recibe del Gobierno Vasco. Una cuestión innegociable para los representantes de los trabajadores, que no están dispuestos a renunciar «a que los sueldos –congelados desde hace una década– se fijen en la negociación colectiva».
La patronal ve «inviable mejorar» su última oferta mientras pide desconvocar los paros
Además, para las centrales ELA, LAB, Steilas, CC OO y UGT también hay «un bache importante» en la vigencia del convenio que pretende Kristau Eskola, de cuatro años, hasta 2023, en lugar de dos años. Un aro por el que tampoco quieren pasar los sindicatos. Además, aseguran que otro de los asuntos clave, la recolocación de los trabajadores que pierden su puesto por el cierre de aulas debido al descenso de la natalidad también «está muy verde, no se concreta nada», aseguran fuentes sindicales consultadas.
Voluntad de acuerdo
Para las centrales, «la posición de Kristau Eskola es completamente intransigente», pese a los «sucesivos maquillajes» con los que, a juicio de las fuentes consultadas, intenta trasladar su voluntad de negociación y de acuerdo. Para los sindicatos ayer quedó «patente» que no existe dicha «voluntad». «Hemos intentado delimitar puntos para avanzar y su única respuesta es 'esta es la propuesta'», reprochan.
Esa propuesta, defiende Kristau Eskola, es «fruto de un arduo e intenso trabajo de negociación», que en el último año –concretó– les ha llevado a reunirse 22 veces con el Departamento de Educación, 23 con los sindicatos y 2 con las familias, que asisten con estupor y preocupación la evolución del conflicto. La patronal justifica que «la última década ha sido especialmente complicada para el sistema concertado» por la «aminoración del módulo de salarios y la congelación del presupuesto para la totalidad del resto de gastos», y por eso advierte de que «en este escenario es del todo inviable sumar ninguna mejora más a la propuesta definitiva que hoy presentamos». En ella, defienden un convenio 2019-2023, establecen su «compromiso» para «llegar a un acuerdo real y recolocar al 100%» del personal excedente por el cierre de aulas y para abordar la reducción de la jornada lectiva a mayores de 58 años, y actualizan tablas salariales, complementos o reivindicaciones respecto a las cargas de trabajo, horas lectivas y/o vacaciones, mejoras para los colectivos más precarizados, entre otros puntos sujetos a negociación.
Ls claves
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Financiación pública: Los sindicatos ven una línea roja infranqueable que se intente vincular los salarios a la financiación pública, para no fijarlos en negociación colectiva.
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Tablas: Kristau Eskola actualiza tablas y complementos.
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Hasta 2023: Los sindicatos rechazan que el convenio se plantee para cuatro años en lugar de para dos.
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Compromiso para recolocar al 100% de trabajadores por el cierre de aulas. Los sindicatos reclaman medidas concretas.
Kristau Eskola defiende, ante las familias, su voluntad negociadora: «Nos sumamos a vuestra preocupación por las consecuencias de la huelga, que tendría una merma de la calidad educativa y la conciliación. Por eso estamos haciendo todo lo posible por volver a la senda de la negociación». Y en esa línea, apela a los sindicatos a desconvocar la nueva tanda de paros previstos del 1 al 4 de abril, y dos días de mayo. Seis días que se suman a los 21 del último año.
El Gobierno Vasco podría expresar este martes su posición ante un conflicto que sigue enquistado.
Desconcierto en las familias, que temen que se «pierda» el curso por tanto paro
Mientras los sindicatos y la patronal vuelven a darse la espalda y la parte social constata lo «difícil» y aún lejano que ven el acuerdo en la concertada, las familias asisten desconcertadas y preocupadas ante una nueva convocatoria de huelga, cuatro días esta vez, que en abril se sumarán al parón de Semana Santa. Un mes, por tanto, casi inhábil en lo lectivo, en la recta final ya de un curso que se acerca a la consideración de «perdido».
Fuentes de las asociaciones de padres de los 90.000 alumnos que la red concertada de iniciativa social tiene en Euskadi dicen no llegar a entender las posiciones enconadas que impiden el acuerdo, un año después de que comenzaran las movilizaciones. Ellos han apelado más de una vez a la mediación del Gobierno Vasco, una herramienta que «debe ser aceptada por todas las partes» –y que Kristau Eskola ahora contempla–. Y en las últimas jornadas de paro ven con cierto alivio la menor incidencia de las huelgas en las clases, porque «los alumnos no pueden ser los rehenes de esta situación», advierten preocupados sobre todo por los cursos de Bachiller, cuyos estudiantes se enfrentan antes de verano a Selectividad. Las horas perdidas por las huelgas sumadas a las suspendidas por bajas casi se acercan a lo que la ley marca para declarar un curso como perdido, advierten.
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