«Puedes llevar 39 años trabajando pero, ¿dónde pone que eres pintor?»

Tiene 58 años y asegura que «este avance no es para nosotros sino para los que vengan. Había que regularizar el sector de alguna manera. Si queremos exigir un nivel de acreditación a quienes contratamos, tenemos que dar ejemplo antes. En la agrupación animamos a nuestros trabajadores a que lograran ese certificado. Algunos lo hemos hecho en la remesa de julio y otros empiezan en septiembre el proceso». Además, reconoce Josu que «las instituciones, por fin, nos han ayudado y teníamos que responder de manera positiva. Antes era diferente. Para lograr un certificado, tenías que hacer un curso de dos años –en horario laboral– y además pagar».

Ahora es más fácil y asequible. «Hemos tenido que rellenar una solicitud con la vida laboral y luego, mantener una entrevista de una hora. En la misma nos iban pasando un cuestionario sobre nuestro trabajo. Algunos tenían miedo. Somos oficios artesanos –las agrupaciones Arotzgi, Instagi y Eraiki de carpinteros, electricistas y albañiles también se han sumado al proceso– y no estamos acostumbrados a que nos evalúen, pero no ha sido para tanto. Un docente nos iba haciendo preguntas básicas sobre cosas de nuestro oficio. Nadie debe tener miedo a suspender».

Asume que el documento oficial que por fin le cataloga como profesional de la pintura no es una garantía absoluta de pericia y capacidad. «Como en cualquier otro trabajo, es el inicio de algo. Supongo que el que termina Derecho tampoco está capacitado al día siguiente para llevar un juicio. Pero es una puerta por donde entrar. Tampoco es lo mismo alguien que ha aprendido de los maestros de antes, como es mi caso, de mi padre, que se formó en Iparralde, que otro que lleva treinta años trabajando en obra nueva. No tiene que ver con las reformas a particulares. Pero esta certificación es la primera piedra. De entrada, equivale a una FP básica y si quieres grados superiores, te ofrecen formación».

Josu subraya para terminar que «los pintores necesitábamos algún tipo de certificado porque no existe como tal un grado de FP. ¿A quién contratábamos? Al que conocíamos, a ser posible de 50 años y con ganas. Pero ya no quedan de esos».