El profesorado podrá volver a decidir cuándo acaban sus reducciones de jornada
Educación revoca la norma que aprobó para evitar malas praxis de los docentes como cogerse la jornada completa solo en periodo de vacaciones
Hace un año, el departamento vasco de Educación quiso poner fin al «desorden» de solicitudes de reducción de jornada entre el profesorado. Unas peticiones que ... dificultaban la planificación de plantillas y la organización de los centros escolares afectados, y que en más de un caso incurrían en mala praxis, como cogerse la jornada completa solo en periodo de vacaciones. Para poner coto a esta situación, Educación aprobó una instrucción en la que se ponían dos fechas únicas para justificar el fin de los permisos: 31 de enero y 31 de agosto. Un año después, ha sido el propio departamento el que ha dejado sin efecto esta instrucción, tal como venían reclamando los sindicatos con presencia en la mesa negociadora del personal docente y laboral dependiente de Educación, y también recomendó el Ararteko tras recibir las quejas de personas que denunciaban la dificultad que suponía para conciliar la vida familiar y laboral.
Con la disposición de dos fechas únicas para justificar el fin de los diversos permisos, Educación pretendía «facilitar la planificación del curso escolar y la estabilidad de la plantilla en los centros escolares», así como «reducir los abusos» poniendo coto a la picaresca. A saber: personal que solicitaba reducción de jornada para los meses de octubre a junio pero que para el periodo estival de julio, agosto y septiembre solicitaba volver a su jornada habitual, o incluso casos más extremos en los que algunos docentes volvían a su jornada completa en periodos vacacionales como Navidad y Semana Santa mientras que el resto del curso mantenían una reducida.
La anulación de la norma la venían reclamando los sindicatos en la mesa negociadora y también la recomendó el Ararteko
Sin embargo, la falta de flexibilidad de la medida, que únicamente daba como opción para poder activar o desactivar los permisos el último día de los meses de enero y agosto, ha tenido daños colaterales y en muchos casos han pagado justos por pecadores. «Ha sido un desastre», opina Irati Tobar, responsable del área de educación del sindicato LAB, que lamenta que se haya «esperado hasta acabar el curso cuando se podía haber decidido el pasado enero». A su entender, la «reducción de un derecho garantizado» en otros ámbitos profesionales, «ha perjudicado sobre todo a muchos profesores que son padres y madres. Ha habido muchas quejas, y desde LAB, hemos presentado muchos recursos de alzada en los que, uno tras otro, se ha ido dando la razón a las personas trabajadoras». También los profesores sustitutos se veían perjudicados, ya que si el poseedor de la plaza recobraba su jornada durante 15 días, el sustituto «perdía el trabajo».
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Tobar entiende que Educación pretendiera poner coto a los «abusos» que se dan por una parte del profesorado, y aboga por «establecer unos criterios y no solo dos fechas» para justificar el fin de los permisos. «Es algo que los últimos meses hemos debatido en la mesa negociadora, porque muchas personas pueden precisar una reducción de jornada por ser padres o madres, y les bastaría con hacerlo en septiembre y junio, que es cuando las haurreskolas y los colegios pueden tener jornada continua o tiempo de adaptación. Otro criterio podría ser un cambio en la situación socioeconómica de la familia».
Por su parte y a través de una nota, el Ararteko mostró su satisfacción por que Educación se haga eco de la recomendación de anular la norma que formuló tras recibir la reclamación de una persona, a la que «siguieron» más quejas que incidían en la dificultad para conciliar la vida familiar y laboral a consecuencia de la decisión del Gobierno Vasco.
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