Padres de la concertada cargan contra patronal, sindicatos y Gobierno

El llamativo e inesperado minuto de silencio que guardaron padres y alumnos de la red de la enseñanza concertada al término de la manifestación calibró el «enfado, indignación y preocupación» de las ampas por el conflicto laboral «orquestado con muy malas artes» por los sindicatos y la falta de respuestas ofrecidas tanto por la patronal como por el Gobierno Vasco. «Son unos irresponsables y estamos hastiados de su inmovilismo e incapacidad para llegar a una solución»

Unas 5.000 personas participaron este sábado en una concentración donde los afectados volvieron a exteriorizar su «hartazgo» por los diez días de más que las centrales sumaron recientemente una huelga que ha provocado una fractura de «incalculables consecuencias» entre el alumnado y obligado a miles de familias a hacer encaje de bolillos para encontrar a quien cuide de sus hijos.

Los manifestantes exigieron que las partes implicadas entren en razón. «Pero que lo hagan ya, porque esto no puede seguir así», argumentaron. Una pequeña leyó un breve pero contundente comunicado para dar un tirón de orejas a los a sindicatos sobre el alcance de decisiones: «Nos gustaría pediros que reflexionemos sobre todas las horas de clase desaprovechadas, sobre todos los conocimientos perdidos, sobre vosotros, padres y madres, que no habéis podido ir a trabajar porque teníais que atendernos, y sobre nuestros aitonas que tienen que hacer de canguros», subrayó.

La menor también reparó en los compañeros más afectados -«los alumnos de 2º de Bachillerato se enfrentarán a la Selectividad sin recibir la formación necesaria jugándose su futuro»- para rogar a las centrales que «renuncien a algunas de sus reivindicaciones».

Los padres de alumnos elevaron el tono de sus protestas. Recordaron que es la segunda manifestación que organizan en poco más de un mes y denunciaron que la pérdida de 24 días lectivos es «inadmisible» en «ningún país que se preocupe por su futuro». Advirtieron, además, que no van a quedarse de brazos cruzados.

Mostraron su preocupación al advertir el «incumplimiento» de los servicios mínimos y se preguntaron si habrá que esperar «a que ocurra una desgracia en nuestros centros para que los responsables impongan unas condiciones que, sin menoscabo del derecho a la huelga, garanticen la seguridad» de sus hijos, especialmente en las etapas de infantil y primaria.

Portavoces de las ampas pidieron al Gobierno Vasco que deje de «eludir» sus responsabilidades y pasar el conflicto de una consejería a otra.