Peru Uriarte tiene baja visión y gracias a un ordenador conectado a un pizarra digital y una pantalla grande sigue las clases con normalidad. LOBO ALTUNA

«Ni te imaginas lo que me facilita todo tener una pantalla grande»

Peru Uriarte, alumno de 3º de la ESO en Antigua- Luberri de Donostia, sigue las clases con un ordenador conectado a una pizarra digital. «Veo solo un 10%», explica

Domingo, 7 de enero 2024, 01:00

Es el delegado de clase elegido por unanimidad. Peru Uriarte es uno de esos estudiantes que se ganan la popularidad por su buen carácter. ... Sus compañeros no tuvieron dudas para su elección. «Votaron todos», dice con un toque de humildad mezclado con orgullo. «No sé por qué, pero me eligieron todos». Se sienta en primera fila, y no le molesta. «Siempre me ha tocado estar ahí. Así tengo la pizarra más cerca, y también los enchufes», comenta con una sonrisa. Su tutora apunta, además, que «también es bastante charlatán». Es fácil saber cuál es su pupitre. «Tengo la pantalla más grande de ordenador de clase. En esto tengo una ventaja con respecto a mis compañeros».

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Desde pequeño Peru tiene baja visión, albinismo ocular. «Veo solo un 10%, desde pequeño», explica. «No veo casi nada desde lejos, y de cerca también tengo problemas». Eso no le impide ir en bicicleta al instituto Antiguo-Luberri en el barrio del Antiguo de Donostia. «Tengo una bici que recuperé de un punto limpio», presume. «Me gusta encontrar cosas antiguas». Así que de lunes a viernes a las 07.30 horas queda con sus amigos para llegar a tiempo a sus clases de 3º de la ESO.

La pantalla de su ordenador le permite ampliar el tamaño de todo lo que se imparte en clase. Además, la pizarra electrónica permite que cualquier cosa que apunten sus profesores en ella aparezca en su puesto de estudio. «Está en todo momento conectado», señala María González, su tutora. Cuando comienza el curso los profesores reciben una formación para que tengan en cuenta las necesidades de Peru. «Tuvimos una reunión con los del CRI (Centro de Recursos para la Inclusión educativa), y otra formación interna para aspectos relacionados con la digitalización. Poco más», indica González. «Los profesores tenemos que tener tan solo en cuenta pequeños detalles que a él le facilitan el seguimiento de las clases como que, si repartimos una fotocopia, a él hay que entregársela en un cuerpo de letra más grande. Para todos en cuerpo 12 y para Peru en cuerpo 16 y con doble interlineado. Tienes que tener un chip de alerta».

«He aprendido a pedir ayuda; me empeñaba en hacer como los demás y me di cuenta de que como me dicen es mejor»

Por otra parte, en el centro educativo el único cambio que notaron hace tres años fue que las columnas del patio las pintaron de azul y rojo. «Nos dijeron que para Peru sería más fácil. No creo que ni él sepa que por eso están pintadas», dice el director del instituto, Alain Urizar. Y efectivamente, Peru se sorprende cuando se entera. «Pensaba que era para que estuviera más chulo», se ríe.

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Reconoce que hace tres años ,cuando cambió de centro, se puso «algo nervioso». «Me dijeron que iba a utilizar todo el tiempo el ordenador, no quería que se notase que había algo diferente porque no conocía a los compañeros. Me agobié. Así que me dieron tiempo y fuimos poco a poco». Ahora no se quiere separar de ese ordenador y su gran pantalla. «Ni te imaginas lo que me facilita el día». También ha aprendido a pedir ayuda. «A veces me pongo algo cabezón porque quiero hacerlo todo como los demás. Luego me doy cuenta de que, como me dicen para hacerlo, me resulta más sencillo, de que es mejor para mí. Estoy mejorando en pedir ayuda, en que no me cueste hacerlo». Entre esas cosas están los comandos que le han puesto para seguir las clases de matemáticas. «Al principio no los quería. ¡Ahora que no me los toquen!».

Semanalmente acude una profesora de apoyo tres horas «para cosas puntuales. No voy a ninguna clase especial de diversidad. Eso me da tranquilidad», comenta aliviado. Además, en clase tiene un talismán. «Kai, mi compañero de mesa, está siempre pendiente de mí. Y luego está Eritz, mi mejor amigo. Me ha apoyado siempre, desde 2º de Primaria».

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De mayor quiere ser profesor de gimnasia. «Haré Bachillerato y luego iré a la Universidad. Veo a mi profesora y quiero hacer lo mismo». De momento, en deportes le apasiona el kayak-surf. «¿Sabes lo que es? Con una piragua con quilla voy cogiendo olas». Suena el timbre del recreo. «Toca bocata, que no perdono y tenemos balón».

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