Las ikastolas reconocen el descenso «del conocimiento y la calidad del euskera» y piden «un modelo de inmersión»

Y reflexionó también sobre los posibles motivos. «Podría ser que ya no son válidos los instrumentos y las estrategias que hemos utilizado hasta ahora; podría ser que el compromiso y la militancia hacia nuestra lengua también han disminuido; podría ser que no hemos acertado en la adaptación a este nuevo mundo de cambio acelerado; podría ser que hemos dejado todo en manos de las ikastolas y de las escuelas y que la sociedad se ha relajado, sin darse cuenta, que el euskera sigue siendo una lengua minorizada, que la situación diglósica sigue estando ahí. Pero es muy importante acertar con el diagnóstico y que coincidamos todos en él, porque partiendo de él sabremos qué hacer y cómo, dónde y cómo influir. Es un gran reto, pero lo que ahora vemos como una amenaza o un riesgo, podemos convertirlo en una oportunidad».

Para «asegurar la euskaldunización de todo el alumnado», las ikastolas abogan por «un modelo de inmersión lingüística, sabiendo que él solo no garantiza que se resuelva la situación actual, pero sin él sí que no se resolverá». Es una petición que han expresado en Mungia, donde se ha celebrado el acto de inicio del curso 2021-22 de las ikastolas y dond se ha dado la bienvenida a la ikastola Xarnegu de Bardoze (Lapurdi), la 112 de la feredación, que ha abierto sus puertas este curso. «En una comarca donde no se habla euskera, hemos empezado a dibujar el futuro», defendió Tellitu.

En el acto participaron también el consejero de Educación, Jokin Bildarratz y la diputada foral Lorea Bilbao. Bildarratz agradeció su trabajo «a los profesores» en un año y medio complicado en que «han tenido que sumar a la enorme responsabilidad de educar a 25 alumnos, la responsabilidad de su salud». «Percibo buen ambiente con los agentes del sector, con familias y sindicatos», aseguró, antes de agradecer su «generosidad». Se remontó a la ley vasca de educación de 1988 y recalcó «lo que supuso para la sociedad». «Ahora tenemos una ocasión inmejorable para llevar a cabo una transformación real de la educación en el siglo XXI y de hacerlo juntos». «Hay que hacer frente a ese reto con discreción y transparencia», reclamó.

«Estos días la educación está en boca de todos y es algo que me gusta, que esté presente. Queremos que sea un referente y tenemos buenas oportuniaddes para ello. Hay voces en contra del modelo D. Tenemos que ser inteligentes. Es el momento de que los agentes educativos hagan su reflexión. En el pleno de Política General, el lehendakari adelantó un año la fecha de aprobación de la ley, para 2023, tras un debate sosegado y sereno». «Tenemos que hablar entre todos». También recordó «éxitos» del sistema como que para 2036, según el Eustat, la mitad de la población vasca hablará euskera.

Por su parte, la diputada foral de Euskera, Lorea Bilbao,aseguró que «son tiempos de cambio también en la educación y hay elementos que tener en cuenta para ese cambio. Saber hacia dónde vamos, el destino, concretar el objetivo, y mantener el rumbo con liderazgo. Para eso tenemos que saber dónde estamos y quiénes somos. Debemos hacerlo de forma siempre compartida y acordada en una sociedad cohesionada y avanzada».