Las ikastolas se rebelan y no enviarán a otros colegios a los alumnos que hayan solicitado sus centros

Esta es una de las medidas acordadas este miércoles por Ikastolen Elkartea en la reunión mantenida durante cerca de tres horas, y en la que estuvieron todos los directores de centros educativos del País Vasco para analizar la situación creada por la nueva normativa de matriculación que ha desatado las quejas de familias y centros.

Con el fin de evitar la segregación del alumnado, el departamento vasco de Educación ha puesto en marcha nuevos criterios en la matriculación y adjudicación de plazas en la incorporación de escolares a la vida colegial, aulas de dos años. Así, los centros financiados con fondos públicos deben reservar plazas para alumnado vulnerable, el número viene marcado por el llamado índice de vulnerabilidad que se aplica en cada área de influencia.

Las ikastolas exigen que todos los centros que forman parte del Sistema Educativo Vasco para la matriculación tengan las mismas condiciones, algo que en su opinión no se ha producido. Y anuncian que tanto las propias ikastolas y las familias presentarán recursos en los casos que vean necesarios. Además solicitan la publicación pública de los criterios utilizado para valorar los cuestionarios cumplimentados por las familias en el proceso de prematriculación. Las ikastolas de Arrasate, Oñati y Zarautz han organizado este jueves concentraciones.

«Las plazas que han quedado libres en nuestros centros los completaremos con las familias que previamente solicitaron la inscripción. Es decir, si los estudiantes pertenecientes a una escuela (sean vulnerables o no) no vienen, el número de inscripciones como resultado de la preinscripción y calificación los llenaremos con las familias que han quedado fuera, sin referirlos a otras escuelas», aseguran en un comunicado.

Consideran que el departamento vasco de Educación no está cumpliendo los «criterios básicos» establecidos para la admisión del alumnado en la última orden de matriculación que se aplicará a partir del curso que viene, ya que, en su opinión, «se están estableciendo a cada centro educativo unas reglas de juego diferente».

Por eso, reclaman mayor transparencia en los criterios utilizados en cuanto a la aplicación del índice de vulnerabilidad y su consecución.