El Gobierno se abre a permisos pagados y bajas para los padres de alumnos confinados

La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, señaló ayer que se está estudiando algún tipo de apoyo para los padres que se queden en casa para cuidar a hijos con covid. «Estamos negociando con el Ministerio de Trabajo algún tipo de ayudas» anunció en una entrevista radiofónica. De momento no hay nada concreto y las fórmulas que se están evaluando son un permiso retribuido o una baja laboral por cuidar a un niño en cuarentena, «porque se debe apoyar a los responsables parentales que deben acompañar a los menores».

A pesar de que las fechas de inicio de curso se echan encima, para Celaá sí hay tiempo para ponerlas en marcha porque «ya están ensayadas». En el caso del permiso retribuido fue una medida excepcional que aplicó durante el confinamiento y fue aprobada por el Gobierno para hacer frente a la emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus que obligó a los trabajadores que se dedicaban a actividades no esenciales a permanecer confinados en sus casas. El empleado no deja de percibir su salario, pero luego debe recuperar las horas de trabajo no prestadas. En el caso de la baja laboral por enfermedad de una persona a su cuidado, será el médico de cabecera el que deberá firmarla.

La posibilidad de que las familias puedan acogerse a estas medidas fue bien recibida distintos agentes educativos, entre ellos Ehige, la federación de asociaciones de madres y padres de la Escuela Pública Vasca. Lurdes Imaz, su directora, comentó que «si no pueden ir a la escuela son necesarias alternativas para poder conciliar y todo lo que se apruebe en ese sentido, sin duda es una buena noticia».

Celaá presentará estas posibilidades en la conferencia sectorial que tendrá lugar hoy con la asistencia telemática de los consejeros autonómicos de Educación y posiblemente también hablará de ellas en su comparecencia en el Congreso del próximo lunes.

En su encuentro con los responsables de Educación de las comunidades, en el que también participará el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y los consejeros de Salud, se tratarán otros temas sobre los que hay que tomar una decisión inmediata ante la proximidad del curso. Presentará dos informes adaptados a la situación sanitaria actual, plateará el uso obligatorio de la mascarilla a partir de los 6 años fuera de los grupos burbuja y se analizará dónde se deberá tomar la temperatura a los niños -en la entrada del colegio o en el aula, además de que los padres deben hacerlo antes de salir de casa-, «Son las mismas reglas para todos los países de nuestro entorno: ventilación, limpieza de manos, distancia y grupos burbuja», señaló.

Otros temas que se tratarán en el encuentro, el séptimo desde que se declaró la pandemia, serán cómo se deben gestionar las sospechas de casos positivos que den en el colegio o cuándo se deben realizar las pruebas PCR, siempre con «las escuelas abiertas, no solo se tratar de cómo se abren en septiembre. Deben estar abiertas porque es un derecho y así permanecerán salvo que haya una decisión de Sanidad de rango superior de cerrar un centro».

La ministra percibe «un exceso de alarma sobre la vuelta al colegio, suscitado a veces con intención» porque «en todos los países europeos se está dando la misma incertidumbre». Y, como ya lo hizo ayer el lehendakari Urkullu, pone como ejemplo Alemania donde «el 3 de agosto comenzaron las clases en el primer länder (una entidad del Estado con similitudes a las comunidades autónomas españolas) mientras que en otros todavía no las han iniciado, y en Renania-Westfalia es obligatorio el uso de mascarilla y en otros länder no».