A prisión acusados de la muerte de su bebé de ocho meses por malos tratos en Hendaia

Un juez de instrucción de Baiona ha abierto diligencias, mientras que los hechos han sido calificados de «terribles» por Caroline Parizel, fiscal adjunta de la fiscalía de la localidad de Iparralde. La madre está acusada de los cargos de no asistencia a una persona en peligro y golpes mortales, y el padre de este último delito. Además, cuentan con el agravante de que los hechos fueron cometidos sobre una menor de 15 años y por ascendientes. Podrían ser condenados por un tribunal a una pena de 30 años de prisión.

El trágico suceso se remonta al martes, cuando los servicios sanitarios fueron alertados sobre las 17.00 horas para atender a un bebé en su domicilio de Hendaia. El pequeño se encontraba en estado crítico. Su cara presentaba moratones y los exámenes médicos también revelaron un hematoma subdural en el cráneo y un traumatismo craneal. Ante la gravedad de las lesiones, los médicos del Centro Hospitalario de Baiona decidieron rápidamente trasladar a la niña al Centro Hospitalario Universitario Pellegrin (CHU) de Burdeos. Desgraciadamente, falleció el miércoles por la noche.

Los progenitores fueron detenidos y puestos bajo custodia de la Policía Judicial de Burdeos, para ser trasladados posteriormente a Baiona. A las preguntas de los investigadores, los dos acusados negaron ​​en un principio ser los autores de las lesiones que presentaba su hija. A la vista de las fotos del cuerpo y de los reconocimientos médico el padre acabó reconociendo algunos hechos. Según ha señalado la fiscal Caroline Parizel, indicaron que las heridas se produjeron cuando jugaban con su hija, pero, a juicio de la representante del ministerio público, la autopsia deja poco lugar a dudas. Es incluso «abrumador», según una fuente cercana a la investigación. Concluye con «una muerte violenta con intervención de un tercero» tras un traumatismo craneoencefálico. «Estamos más allá del síndrome del bebé sacudido», describe Caroline Parizel. Avanza que en los próximos días, exámenes médicos adicionales, en particular un escáner, deberían permitir concretar aún más las circunstancias exactas de la muerte de la niña.

Los progenitores residen en una casa de Hendaia junto con la madre de la joven. La abuela de la niña aseguró a la Policía que no el día de los hechos, el miércoles, no detectó nada extraño en su domicilio. Los padres están en paro y consumen drogas. No tienen antecedentes policiales y tras más de un año de relación, el 16 de noviembre de 2022 nació la niña ahora fallecida.