Las diez noticias clave de la jornada
Michael Lamb, en el palacio de Miramar de San Sebastián F. De La Hera
Michael Lamb | Psicólogo de la Universidad de Cambridge

«Contar los abusos que se sufrieron de niño es una liberación»

«Quienes hace años creyeron que podían aprovecharse de menores de forma impune están ahora temblando por miedo a que lo cuenten», dice

Javier Guillenea

San Sebastián

Jueves, 27 de junio 2024, 00:05

El estadounidense Michael Lamb ha participado en el curso de verano de la UPV/EHU 'Memoria, trauma y reparación de niños, niñas y adolescentes víctimas ... de abuso'. El trabajo de Lamb ha servido para establecer pautas para entrevistar a menores que han sufrido una agresión sexual, de forma que sus testimonios puedan ser utilizados para juzgar a sus agresores.

Publicidad

- ¿Es fácil para un psicólogo escuchar a menores contando los abusos que han sufrido?

- No es fácil. A nivel personal es difícil no sentir una enorme empatía y no sentirse mal cuando uno escucha el relato de personas que han sufrido abusos. Cuando estamos escuchando esos testimonios es complicado gestionar nuestras emociones y garantizar que eso no interfiera con nuestra capacidad para desempeñar nuestro trabajo.

- ¿Ha sentido rabia alguna vez al escuchar a los menores contar lo que les ha pasado?

- Sí que la he sentido. Cuando escucho algo así trato de centrarme en el lado más optimista, en el hecho de que es una situación en la que al menos estamos haciendo algo y estamos protegiendo al niño, que ya se han tomado medidas para proteger al menor, para saber qué hacer con el agresor y ofrecer algún tipo de reparación a la víctima. Lo que me produce una enorme rabia es cuando me doy cuenta de que muchos de estos casos no salen a la luz. Y sobre todo, cuando son casos que han afectado a niños con necesidades muy especiales, especialmente renuentes a hablar de ello. Cuando me doy cuenta de que hay personas que han explotado a esos menores y van a continuar explotándolos con impunidad siento rabia.

- ¿Qué emociones sienten esos menores?

- La mayoría de los niños y niñas están en una situación muy negativa. Emocionalmente pueden estar enormemente abatidos, pero si les ofrecemos el tipo de intervención adecuada en las circunstancias adecuadas sabemos que pueden recuperarse y vivir una vida plena.

Publicidad

- ¿Son niños que quieren contar lo que les ha pasado pero no saben cómo hacerlo?

- Exactamente. Algunos de ellos puede que ni siquiera comprendan la experiencia que han vivido y pueden tener dificultades a la hora de hacerse comprender claramente. El desafío es que los adultos sepamos escuchar de la forma adecuada a estos menores. Que seamos capaces de reconocer su vocabulario, de reconocer qué es lo que están tratando de comunicar.

- Ahora que están surgiendo casos de abusos infantiles por parte de religiosos, habrá miles de adultos que dudan si contarlo o no.

- Lo que hace que estos casos sean particularmente problemáticos es que muchas de estas personas están hablando de sucesos que ocurrieron hace muchísimo tiempo y algunos de los detalles probablemente sí que estén muy claros en su mente, pero puede que otros estén menos claros. Son personas cuyas vidas han sido afectadas durante años, que en muchos casos no han hablado nunca a nadie de lo que pasó, que no han buscado terapia y ni siquiera se lo han contado a sus esposas, esposos, a sus hijos o a sus padres. También está el contexto en el que se produjeron los eventos, porque los acusados eran respetados en su comunidad y a menudo formaban parte de las vida de las víctimas. Ese sacerdote ha podido casar a tu hermana, ha podido enterrar a tu madre, tiene un prestigio y la confianza de la gente de alrededor. Esto es una situación complicada, de gran conflicto para las víctimas.

Publicidad

  • Sensación «Cuando me doy cuenta de que hay personas que han explotado a niños y lo van a seguir haciendo siento una enorme rabia»

  • Testimonio «Algunos menores puede que no comprendan la experiencia que han vivido y pueden tener dificultades para contarlo»

  • Silencio «Hay muchos casos de abusos que nunca son revelados. Las víctimas tienen demasiado miedo y optan por no hablar»

- ¿Para estas personas es una liberación contar lo que les pasó?

- En general sí es una liberación. Tiene un sentido catártico ser liberado por fin de ese secreto. Si vemos los casos individuales, a veces es problemático si otras personas no les creen. Es una fuente de estrés continuado, pero en general la respuesta sería que sí se produce un gran alivio, una liberación por poder hablar de ello aunque no haya posibilidad de perseguir al agresor. No hay castigo porque en numerosos casos los agresores ya están muertos.

- ¿Hay muchos agresores que en estos momentos están temblando por miedo a que sus víctimas se decidan hablar?

- Creo que sí están temblando. La sociedad está más abierta a oír esos relatos. Ahora nos hemos dado cuenta de que se produjeron muchísimos abusos en el pasado. Cuando yo empecé mis estudios pensábamos en los abusos sexuales como algo que era muy poco frecuente. En realidad no les prestábamos mucha atención porque parecían acontecimientos insignificantes y muy improbables, pero ahora nos hemos dado cuenta de que no es así, de que hay muchísimos niños y niñas que sufren abusos sexuales de formas muy diferentes, por personas muy diferentes, y es mucho más probable que creamos en las acusaciones. El resultado es que las personas que hace años creyeron que podían actuar de forma impune y se aprovecharon de los niños porque no tenían miedo de que les ocurriera nada, saben ahora que esos secretos se pueden revelar y tienen miedo. Quizás sea bueno que tiemblen, pero lo más importante es que las víctimas sean capaces de hablar, que sean creídas y que eso libere y alivie a todas las personas que antes no se atrevieron a hablar.

Publicidad

- ¿Hay muchos abusos recientes que no se cuentan, que se mantienen en silencio?

- Hay mucho que no se cuenta, que no se sabe. Ha habido muchos casos de abusos que nunca son revelados. Las víctimas tienen demasiado miedo, no hacen acusaciones o intentan revelarlo y la respuesta negativa que reciben les hace decidir que lo mejor es no decir nada. Ahora se abren muchos más casos que en el pasado, pero muchísimas otras situaciones se quedan silenciosas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad