Condenada por andar con tacones y tirar cosas al suelo de madrugada para molestar a su vecino en Barakaldo
La acusada, que llegó a provocarle problemas de salud al hombre por el ruido que hacía, deberá pagar unos 360 euros como responsable de un delito leve de coacciones
Laura González
Martes, 2 de mayo 2023, 21:37
La paciencia tiene un límite y que se lo digan sino al hombre que ha terminado por denunciar a su vecina de arriba en Barakaldo, por hacer ruidos deliberadamente durante el día y la noche para perturbarle el descanso en su vivienda. La mujer ha sido condenada por la Audiencia Provincial de Bizkaia, como responsable de un delito leve de coacciones, ratificando una decisión que ya había tomado el juzgado de la localidad fabril. Le imponía una pena de dos meses de multa, con una cuota diaria de seis euros (360 euros en total), y una responsabilidad personal subsidiaria que en caso de impago podrá cumplirse «mediante localización permanente».
Este proceso arrancó en julio de 2021 con la denuncia del hombre, que acusaba a su vecina de arriba de llevar a cabo actos y conductas en su domicilio con el único fin de molestarle, como andar con tacones por casa «incluso en horas nocturnas y de madrugada, abrir y cerrar grifos a cualquier hora y dejar caer alguna especie de objeto pesado y rodante contra el suelo permitiendo que éste continúe rebotando». También aseguraba que esta mujer se ponía a fumar en la ventana «redirigiendo el humo» para que se acabara colando en la vivienda de abajo, y solía llamarle a la puerta antes de irse corriendo.
Ambas partes terminaron llegando a un acuerdo, a través del servicio de Justicia Restaurativa, a finales de septiembre de 2021, pero la tranquilidad para el hombre tan solo duró unos días ya que la conducta de la mujer volvió a repetirse poco después, «incumpliendo los compromisos que había asumido en el acta de reparación, con pleno conocimiento y voluntad», según reza la sentencia. Y es que el vecino empezó a sufrir de nuevo golpes en su puerta y ruidos constantes, algunos «estridentes», fruto de haber «abierto y cerrado malintencionadamente las llaves de apertura y cierre de los manguitos de los grifos».
Problemas de salud
Por todo ello la vecina fue condenada a la pena de multa ya mencionada, «como autora criminalmente responsable de un delito leve de coacciones», sentencia que recurrió, siendo elevada a la Audiencia Provincial de Bizkaia, órgano judicial que no ha hecho más que ratificar la decisión que ya se había tomado sobre este caso. En la resolución se tilda además la respuesta de la mujer, que considera que esos hechos no son fundamentales, «de una mera apreciación subjetiva tendente a trivializar unas conductas que tienen indudable repercusión en la persona del denunciante».
En este punto la sentencia refleja que al hombre todo esto le ha provocado «una alteración de su salud», con la «privación forzosa y forzada» del legítimo ejercicio del derecho al uso pacífico y al normal desenvolvimiento de la vida en su propio domicilio. Es por ello que la Audiencia Provincial desestima el recurso de apelación y apunta que contra esta resolución no cabe recurso ordinario alguno, haciendo responsable a esta mujer de sus hechos y obligándole a correr con la multa ya impuesta.
