El cerebro no se va de vacaciones: los mejores consejos de los expertos para mantenerlo en forma durante el verano

Desde la hidratación hasta la estimulación cognitiva, los expertos ofrecen consejos preventivos para mantener el cerebro sano y protegerlo del calor durante la época estival

M. S.

Jueves, 14 de agosto 2025, 08:30

El cerebro es el órgano principal del sistema nervioso central y realiza actividades esenciales día y noche para el funcionamiento óptimo de nuestra mente y nuestro cuerpo. Por lo tanto, es importante mantenerlo sano incluso en verano, además de protegerlo del calor excesivo, el estrés, el aislamiento social y los malos hábitos alimenticios. Así lo recomienda la Sociedad Italiana de Neurología (SIN), que publicó recientemente una guía para ayudar a mantener el cerebro sano y en forma incluso durante las vacaciones.

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Desde la hidratación hasta la estimulación cognitiva, los expertos ofrecen los mejores consejos preventivos extraídos de la Estrategia Italiana para la Salud Cerebral (2024-2031). «Creemos que las enfermedades cerebrales merecen la misma protección y atención a lo largo de la vida, en cualquier contexto y época del año», enfatiza el profesor Alessandro Padovani, presidente del SIN.

«Porque la salud cerebral está conectada con la salud en su sentido más amplio y precisamente por eso debe protegerse durante las vacaciones. Incluso en los momentos de 'relax', es esencial proteger este órgano de factores de riesgo a menudo subestimados», destaca Padovani.

El calor, el enemigo de las neuronas durante el verano

Cuando las temperaturas superan los 34 grados durante el verano, el cuerpo activa una serie de procesos para adaptarse al cambio climático y activar los mecanismos de termorregulación. «El calor excesivo», según explica Padovani, «también es un factor de estrés para el cerebro. Es el órgano que más calor produce y utiliza aproximadamente 600 kilocalorías al día para funcionar. Cuando el cuerpo se calienta, la sudoración reduce los electrolitos, las arterias se dilatan, la presión arterial baja y la cantidad de sangre que llega al cerebro se reduce», advierte el experto.

«Las neuronas, que son como pequeños transistores, se sobrecalientan y sobrecargan, lo que afecta la función cognitiva y la irritabilidad, provocando confusión o delirio, especialmente en las personas más vulnerables: los ancianos y los niños», destaca. Por lo tanto, el primer consejo se centra en una hidratación adecuada y en una dieta neuroprotectora, rica en frutas, verduras, cereales integrales, pescado azul y grasas no saturadas como el aceite de oliva.

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«La hidratación», continúa Padovani, «es crucial para el metabolismo cerebral y la termorregulación, al igual que una dieta baja en azúcar y grasas animales reduce la neuroinflamación. Necesitamos reducir la exposición a las altas temperaturas, quizás echando una siesta durante las horas más calurosas, y respetando más nuestro cuerpo para evitar la sensación de agotamiento, la confusión mental y los dolores de cabeza».

Viajes, crucigramas y libros para un cerebro en forma

Bajo una sombrilla, en una cabaña, junto a un río o en el campo, pasar tiempo con otros y aprender cosas nuevas «es beneficioso para la salud cerebral», explica el neurólogo. El verano es la época ideal para explorar nuevos lugares o aprender algo nuevo, lo que «promueve la estimulación cognitiva y fortalece la plasticidad neuronal».

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Las relaciones sociales también son esenciales, según el experto. Conversar, jugar y compartir experiencias positivas con otras personas son «actividades que fortalecen la reserva cognitiva y protegen contra la depresión y el deterioro cognitivo», además de visitar un lugar por primera vez, ya que ofrece a nuestro cerebro la oportunidad de adquirir información y experimentar emociones que luego entran en nuestra memoria, donde se fijan y crean ese tesoro de recuerdos.

En cuanto a lo que deberíamos llevar de viaje durante estas vacaciones, el neurólogo recomienda incluir crucigramas para ejercitar la mente y libros que, a través del lenguaje escrito y su poder evocador, nutren nuestras mentes con imágenes y nos permiten adentrarnos en la historia, enriqueciéndonos con nuevos estímulos intelectuales y emocionales», finaliza.

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