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El féretro con los restos mortales del pequeño Mateo durante su funeral el año pasado EFE/ Ismael Herrero

Un año sin Mateo, el niño de 11 años asesinado por un joven en Mocejón

El proceso judicial sigue abierto para determinar hasta qué punto el asesino confeso, que sufre una discapacidad psíquica, era consciente de lo que hacía

J.M.L.

Toledo

Lunes, 18 de agosto 2025, 11:55

Se cumple un año de la brutal muerte a puñaladas de Mateo, un niño de 11 años que jugaba al fútbol junto a dos amigos en el polideportivo municipal de su pueblo, Mocejón, en Toledo. El autor confeso del crimen, que ahora tiene 21 años, sufre una discapacidad psíquica y actualmente se encuentra en la prisión de Segovia ya que este centro cuenta con un módulo especial para personas con problemas mentales.

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Un año después Mocejón, municipio de 5.000 habitantes, no olvida lo ocurrido y recordará a Mateo poniendo su nombre al campo de fútbol del polideportivo donde ocurrieron los hechos. Todo sucedió en la mañana del 18 de agosto de 2024. Mateo y unos amigos se habían levantado temprano para ir a jugar al fútbol. Cuando estaban sobre el césped un joven delgado y alto se abalanzó sobre ellos con un cuchillo. Sus amigos pudieron huir pero Mateo no y recibió una decena de cuchilladas que le causaron la muerte en el acto.

El suceso conmocionó a todo el país y las fuerzas de seguridad se afanaron para identificar y detener al autor. Un día más tarde, el 19 de agosto, era detenido en la vivienda de su padre gracias a las cámaras de seguridad de una vivienda cercana al polideportivo que habían grabado a un joven que salía corriendo de las instalaciones deportivas. Se trataba de Juan Francisco, un joven de 20 años que había ido a pasar unos días a casa de su padre, en Mocejón, separado de su pareja. Juan Francisco tiene una discapacidad psíquica que alcanza el 70 por ciento, según su padre, y sufre un retraso mental y autismo. Por eso se encuentra en la cárcel de Segovia después de haber pasado antes por la de Ocaña (Toledo).

Un año después de este crimen el proceso judicial sigue abierto por parte del Juzgado de Instrucción número 3 de Toledo. El juzgado trata de determinar si Juan Francisco era consciente de lo que estaba haciendo atacando a los niños. Para ello, se han encargado diversos informes psiquiátricos que serán fundamentales en la pena que recaiga sobre el detenido: desde la prisión permanente revisable hasta su internamiento en un centro psiquiátrico o su absolución si su abogado, Víctor Sánchez-Beato, un abogado de prestigio de Toledo, consigue demostrar que no sabía lo que estaba haciendo.

«Lo hizo mi otro yo»

Doce meses después del asesinato de Mateo -un niño alegre, simpático y buen estudiante, según los que lo conocían- ni su familia ni el padre de Juan quieren hablar. Sí lo hizo Juan Francisco al confesar el crimen: «Lo hizo mi otro yo», dijo entonces asegurando a los agentes que sintió que actuaba otra persona. En cuanto a la motivación del crimen, nada apunta a que sintiera animadversión hacia Mateo y sus amigos. Su padre, Fernando, afirmó poco después de su detención que Juan Francisco no había sufrido acoso en el pueblo pero que «no lo han tratado con amor sino como a un tonto loco».

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Homenaje

El polideportivo municipal donde Mateo fue apuñalado sigue conservando algunas pintadas de recuerdo hacia el niño. El Ayuntamiento de Mocejón, además, va a poner su nombre al campo de fútbol de esta instalación como homenaje permanente hacia el pequeño. Así se acordó hace meses por unanimidad en el pleno municipal. El acto se celebrará cuando la familia del niño lo decida. De momento, un año después de su pérdida guardan silencio porque sienten muy cercana su trágica muerte.

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