Un jugador de rugby, abandonado en un área de servicio
El autobús del Anglet Olympique Rugby Club se deja olvidado a uno de sus jugadores, que consigue regresar al grupo gracias a la colaboración de la Gendarmería
Una popular campaña de publicidad de 1989 contra el abandono de perros puso de moda el eslogan «No lo abandones, él nunca lo haría» que una voz grave entonaba mientras el can, depositado en medio de la carretera, veía alejarse el vehículo de su dueño sin entender nada de lo que allí estaba sucediendo. Algo parecido a aquello es lo que debió sentir el jugador del Anglet Olympique Rugby Club al que su equipo dejó 'olvidado' el pasado domingo en un área de servicio a su regreso de Nîmes, donde habían logrado una victoria trascendental (15-28) para acceder a los cuartos de final de la Liga Nacional 2.
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Los casi 600 kilómetros que separan ambas localidades se le debieron de hacer largos a la plantilla del Anglet Olympique que, en un momento del viaje, solicitó al conductor del autobús que realizara una parada de 'emergencia' en un área de servicio para ir al servicio.
Plantilla y chófer acordaron cinco minutos de parada que fueron respetados escrupulosamente por todos los miembros del equipo menos por uno que, bien por necesidad bien por despiste, tardó algo más en regresar. Cuando el autobús reemprendió la marcha, nadie del equipo del AORC reparó en la ausencia de uno de sus miembros que, como aquel perro del famoso anuncio de los 80, no debió entender nada cuando salió del baño y vio que sus compañeros se habían marchado sin esperarle.
Al rescate del jugador
La fortuna quiso entonces que apenas unos minutos después una patrulla de gendarmes se detuviera en la misma área de servicio para realizar una pausa y el jugador, cuya identidad no ha revelado el club, decidió ser práctico. Se acercó a los gendarmes, les contó lo que le había sucedido y estos, tras escucharle sorprendidos, decidieron echarle un cable y acercarle a la siguiente área de servicio donde el autobús del AORC se encontraba esperándole. Afortunadamente para él, había bajado del autocar con el móvil y pudo comunicar al grupo su ausencia.
Pocas horas después la expedición del Anglet Olympique Rugby Club llegaba a su destino con todos sus jugadores y una curiosa anécdota que no tardó demasiado en propagarse a través de las redes sociales.
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Dentro de unos días, el 27 de abril, el Anglet Olympique volverá a subirse al autobús para viajar hasta Rennes en busca de su billete para las semifinales de la Liga Nacional 2. Le esperan más de 650 kilómetros de viaje con su preceptiva parada.
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