El 'Aita Mari' se quedará una semana en el puerto de Nápoles antes de volver al Mediterráneo

A la necesidad de labores de mantenimiento se le suman también las condiciones meteorológicas adversas que se prevén para esta semana, lo que hará que el barco demore su próxima misión tras dejar en puerto a los 69 migrantes rescatados el jueves, «entre los que se encontraban seis mujeres y seis menores, uno de ellos de apenas 4 años», detalló el capitán, Simón Vidal.

El desembarco tuvo lugar hacia las 17.15 horas del sábado y fue «relativamente rápido y sin ningún incidente». Una vez finalizado el desembarco, al capitán lo llevaron «a comisaría durante unas cuatro horas, donde se realizó una investigación» y se le cogió «testimonio de todo lo ocurrido durante el rescate», explicó ayer Vidal. «Parece ser que estamos en libre práctica» y la tripulación se quedará en Nápoles «durante esta semana a realizar tareas de mantenimiento y a esperar que mejore la meteorología para volver a salir a navegar».

En su undécima misión, el 'Aita Mari' se ha encontrado con alguna persona «bastante desnutrida y con hipotermia», además de con un varón con «una clara cojera» fruto de una lesión en una pierna y otro con positivo en Covid. Todos fueron atendidos por el equipo sanitario del barco, mientras esperaban la asignación de un puerto cercano. Al principio, el jueves, Italia les asignó el desembarco en Génova, pero al ser «peligroso» por la tormenta que estaba prevista en esa zona, insistió a las autoridades para que les reasignaran otro puerto y finalmente pudieron amarrar el sábado en Nápoles.