Un refrescante soplo de tranquilidad

Unidos y decididos, los azulgranas respiraron una gran bocanada de tranquilidad que les permite poner tierra de por medio respecto al descenso gracias a un remate cruzado de Jorge Pascual que sacó brilló a una asistencia de oro de Bautista tras una gran acción de Cristian, y el inmediato cabezazo de Cubero a la salida de un córner botado por Matheus.

Pese a su alentador estreno en Ipurua ante el Racing de Santander, el técnico donostiarra afrontaba su primer encuentro a domicilio con la amenaza del descenso respirando en su cogote.

Urgido, por tanto, a corregir la pésima dinámica de un cuadro armero que solo había sumado nueve puntos en los 14 desplazamientos previos, mantuvo la misma idea de juego que se atisbó ante los cántabros, pero con tres retoques más además del obligado cambio que debía realizar para cubrir la ausencia del sancionado Nolaskoain.

Sin posibilidad de contar con el aún lesionado Javi Martínez, entregó el bastón de mando a Matheus en la medular, mientras que alteró por completo la banda izquierda colocando a Cristian en la plaza de Hodei y a Xeber Alkain, actuando a pierna cambiada en el puesto que concedió a Merquelanz a su llegada. Pero con todo, la principal novedad que introdujo en su dibujo fue la presencia de Arnau Comas, el central catalán que completó la lista de los cuatro refuerzos invernales, tras aterrizar el pasado 30 de enero cedido por el Basilea con opción de compra.

Y aunque fue el Cartagena el que inquietó primero lanzándose de inicio a la desesperada en busca de la portería de un imperturbable Magunagoitia, el Eibar aprovechó la debilidad defensiva del desahuciado colista para golpear con el martillo pilón que Bautista encontró con su doblete en Ipurua después de atravesar un páramo de cuatro partidos sin marcar.

Pero aunque en esta ocasión no disfrutó de la gloria de marcar, sí contribuyó de manera muy generosa con un toque sutil a que Jorge Pascual se llevara los honores de abrir el marcador tras culminar una gran triangulación fabricada por Cristian desde el flanco izquierdo.

El impulso moral que reportó el gol del almeriense fue tal, que según terminaron de celebrarlo ya estaban de nuevo levantando los brazos eufóricos para festejar el certero cabezazo con el que Sergio Cubero estrenó su cuenta como armero, dejando el choque prácticamente visto para sentencia antes incluso de cumplirse la primera media hora de juego.

Y es que si el Cartagena es colista no es por pura casualidad, sino porque además de recibir una lluvia de goles que ayer se elevó hasta los 52 tantos en contra, también carece de pegada alguna para marcarlos. Y no les faltaron ocasiones que Magunagoitia resolvió sin demasiados problemas, pero la última acción del choque en la que Kiko Olivas estrelló un remate en el palo vino a demostrar que a perro flaco todo son pulgas.

Aunque los dirigidos por San José quisieron recrearse al inicio de la reanudación con sendos disparos de Xeber que no encontraron su objetivo, lo importante es que caminaron firmes hacia una tercera victoria de la temporada lejos de casa que, a expensas de que se complete esta 29ª jornada, les allana el camino hacia posiciones más sosegadas.

Cita de altura en Ipurua

Un baño de autoestima vital de cara al choque de altura que afrontará el próximo viernes, a las 19.00 horas, ante el Almería, que ha pasado del liderato que ocupó hace varias semanas a verse fuera incluso de los puestos de playoff.