Todo Eibar grita «sí se puede»

Lamentablemente, los eibarreses llegarán a su penúltimo duelo a vida o muerte el domingo (18.30 h.) en El Molinón sin depender de sí mismo para alcanzar el premio gordo, después de que la esperanza de que el Alcorcón le devolviera ante el Valladolid parte de lo que le quitó hace dos años se diluyera tras el empate final (1-1) que campeó en Santo Domingo.

Por lo tanto, el Eibar necesitará que al menos uno de los oponentes que le preceden en la tabla con dos y un punto de renta, respectivamente, fallen más que los armeros en las dos jornadas que quedan para conocer el desenlace de la campaña más emocionante de la historia.

Pese a que Peru Nolaskoain volvió a la convocatoria tras tres jornadas ausente por unas molestias en el aductor izquierdo, la única variación que Joseba Etxeberria introdujo en su once tipo fue la esperada, esto es, que Sergio León ocupara la plaza que Bautista ha dejado vacante por una inoportuna lesión.

Y aunque al cordobés, que llevaba sin jugar desde que disputó apenas siete minutos frente al Alcorcón el pasado 21 de abril, se le apreciaron muchas ganas de aprovechar los nuevos minutos que dispuso, celebró como suyo el gol que Stoichkov anotó en la primera ocasión que se le presentó.

No faltó intriga para que el undécimo tanto del gaditano en este curso acabara subiendo al marcador, puesto que en un principio el colegiado anuló por un supuesto fuera de juego el remate que el de San Roque realizó tras un córner sacado en corto por Vencedor hacia Aketexe que Arbilla peinó hacia sus pies.

Pero al igual que había ocurrido una semana atrás en el Ciutat de Valencia, donde a instancias del VAR se le anuló un gol al Levante antes del empate a dos definitivo, los árbitros de la sala volvieron a echar un capote a los armeros, al insistirle a López Toca que el delantero azulgrana estaba en posición correcta cuando marcó, por lo que el cántabro concedió el gol sin ni siquiera comprobar la acción en el monitor.

Y como no podía ser de otra forma, Ipurua estalló de alegría al ver que su equipo encarrilaba desde los primeros minutos una victoria que resultaba imprescindible después de que los resultados producidos en la víspera le habían alejado a cinco puntos del Leganés, con el Rácing de Santander pisándole los talones con solo un punto menos.

Todos los allí presentes sabían que nada estaba hecho. Así que en los minutos posteriores al alentador gol de Stoichkov, el propio gaditano rozó el doblete tras recibir un gran pase filtrado de Tejero, y acto seguido dejó en bandeja a Sergio Léon un balón que el cordobés estrelló en el poste en una acción que fue invalidada por fuera de juego.

La inquietud aumentó muchos enteros tras el descanso, primero cuando Stoichkov se quedó en la caseta para dejar su puesto a Konrad, y sobre todo cuando Tejero tuvo que abandonar el campo lesionado.

Haciendo de tripas corazón, el equipo y la grada se dieron la mano para luchar por tres puntos trascendentales para que el Eibar mantenga sus opciones de alcanzar de nuevo la gloria de la que disfrutó hace ahora 11 temporadas cuando se consumó el histórico ascenso.