El gol del honor ante las culés como único consuelo

El tanto que la italiana Marguerita Monnecchi anotó al inicio de la reanudación es el primero frente a las blaugranas en la Liga F, aunque el honor de haber sido la primera y hasta ahora única jugadora azulgrana que había perforado la portería culé era Arola Aparicio, que firmó el tanto del honor en la primera visita de la historia al Johan Cruyff, donde las eibarresas sufrieron la que sigue siendo la mayor goleada sufrida, seguida de cerca por la padecida ayer en Ipurua.

Casi todos los planes frente a las catalanas están condenados al fracaso y el que propuso Yerai Martín no fue una excepción.

Condicionado por la baja de Amani por sanción, Yerai Martín lanzó una propuesta inédita para tratar de contener el chaparrón ofensivo al que presumiblemente le iba a someter el conjunto culé, pese a que se plantó en Ipurua sin Alexia Putellas ni Aitana Bonmatí en una convocatoria compuesta por solo 16 jugadores.

Con Patri Ojeda y Andrea Sierra de nuevo en la lista, pero físicamente limitadas tras sus prolongadas lesiones, el técnico entendió que este prestigioso duelo era el ideal para otorgar a la eibarresa Marta López de Guereñu el honor de estrenar titularidad en Ipurua, donde ya había debutado con anterioridad en el choque ante el Granada el pasado 25 de enero.

Y como también decidió reservar de inicio a una Arene renqueante en las últimas semanas, el andoaindarra adelantó a Carla Abad a la medular, escoltada por Van Deursen y Mariana Cerro, dando libertad de acción arriba a Monnecchi y Carmen Álvarez.

Lamentablemente, la remota esperanza no ya de ganar, sino de no perder ante las blaugranas se diluyó desde que la polaca Pajor cercenó las pretensiones locales cuando apenas habían transcurrido los primeros dos minutos de juego.

Este previsible golpe no fue el que tumbó al Eibar, que antes de que se cumpliera el minuto 20 llegó a perforar la meta culé cuando la debutante Guereñu filtró un gran pase entre líneas que Carmen Álvarez definió a la perfección. Sin embargo, la colegiada anuló la acción por un supuesto fuera de juego de la salmantina que no existió.

Pero del que podía haber sido el 1-1 se pasó con celeridad al 0-2 elevado por Graham Hansen justo cuando se cumplía la media hora de juego, y sin necesidad de pisar demasiado el acelerador, el Barcelona aún tuvo tiempo para marcar el tercero justo antes del descanso.

Quizás si las eibarresas no hubieran osado a agujerear su portería, la escuadra catalana se habría tomado con algo más de calma la segunda mitad, pero ante semejante afrenta, las culés sacaron la fusta y sometieron a su rival a un castigo excesivo que se saldó con la derrota más abultada de esta campaña.

En cualquier caso, el que realmente importa es el siguiente partido, en el que las armeras visitarán el domingo (17.30 h.) al Deportivo de la Coruña.