Tres meses para ensamblar 250 toneladas de acero
Amara Viejo ·
Comenzó en la noche del lunes una compleja operación para descargar y montar en el escaso espacio de la calle de la Salud la estructura del ascensor de San RokeA las 23 horas del lunes entraba por Sancho el Sabio la primera de las 18 piezas metálicas que conformarán la estructura del nuevo ascensor ... que unirá Amara Viejo y Aiete. Montar este mecano de acero de 250 toneladas será una compleja operación que requerirá tres meses de trabajo, el empleo de una gigantesca grúa de 500 toneladas y tareas topográficas de precisión para que todo encaje. Y todo ello en el escaso espacio para maniobrar que permite el final de la calle de la Salud.
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Un par de convoyes especiales irán entrando todas las noches en este barrio para depositar las piezas metálicas que conformarán la alcayata invertida por donde viajarán el año que viene, cuando el Topo soterrado esté en funcionamiento, los usuarios de este nuevo ascensor de la ciudad. El elevador partirá de la estación del Topo ubicada bajo la calle Autonomía, parará en la calle de la Salud y subirá hasta la calle San Roke.
El ascensor tendrá el aspecto de una inmensa alcayata invertida de 30 metros de alto y 60 metros de pasarela hasta llegar a la curva del 48 de la calle San Roke. Las piezas que ahora llegan a Amara Viejo todas las noches conformarán el tubo por el que viaje el ascensor.
El peso total de estas piezas suma 250 toneladas, según explicó el ingeniero jefe, Bram Mendizabal. La primera pieza que llegó el lunes por la noche a Amara Viejo fue la mitad de la torre por la que circulará el ascensor. El transporte especial que traía la pieza entró por Carlos I y condujo a muy baja velocidad por Sancho el Sabio y calle Easo, hasta girar a la izquierda por la calle Amara en sentido contrario. Sin tráfico en la zona y con una decena de operarios controlando las maniobras, el vehículo llegó en pocos minutos a la parte alta de la calle de la Salud, donde una grúa de 200 toneladas se encargó de depositarla en el suelo sobre unos listones de madera.
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Todas las piezas del ascensor han sido fabricadas en la empresa Iruko Berri de Beasain y después han sido transportadas a la firma Doherco de Miranda de Ebro para recibir una protección especial de «pintura anticorrosión C4 alta». La operación ha sido planificada al milímetro porque las dimensiones de la calle no permiten descargar muchas piezas de este tamaño. Conforme lleguen, se van a ir soldando a partir de la semana que viene. Para ello es necesario que no llueve. De lo contrario, la operación se prolongará.
Dentro de un mes se instalará una grúa de 500 toneladas para subir las piezas desde la calle Autonomía, todo un reto de precisión que la UTE confía en superar. Si todo marcha según lo previsto, a comienzos de año las estructura del ascensor se habrá completado.
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